28 de diciembre de 2005

LECTOR LUDI-6

La imaginación es el origen de todas las ciencias

Para iniciar la elaboración de una lista de obras y autores literarios que podrían estimular a los niños y a los jóvenes a querer ser científicos creativos y dignos.

Por Iván Rodrigo García Palacios

Sí el refrán: La necesidad es la madre de la industria, podría decirse con igual acierto que La imaginación es el origen de todas las ciencias.

Bien se sabe ya que los niños aprenden más y mejor, jugando y que la imaginación es la sustancia esencial del juego.
Ahora bien, el lenguaje hace al hombre y, además de todas las consideraciones sobre el poder de la palabra, habría que agregar que la imaginación y la literatura (entiéndase como el arte de contar cuentos) son el primer paso del niño hacia la persona que será.
De ahí que la lectura, la que se hace a los niños o la que estos hacen por su propia cuenta, mucho antes que la escritura, es la ventana por la cual los niños comienzan a ver y tratar de comprender el complejo mundo al que han llegado.

Las anteriores afirmaciones, hechas para suscitar reflexiones, son la introducción a la propuesta de un juego sobre literatura y lecturas que pudieran estimular en los niños el gusto por el conocimiento científico.

Para ello, ofrezco algunos títulos de la literatura universal que he seleccionado rápidamente, para, si es del caso, en forma colectiva se elabore una lista más amplia que pueda servir de fuente de información para padres y maestros a la hora de estimular el gusto por la lectura, a la vez que por el conocimiento de las ciencias (similares listas se podrán emprender sobre temas tan variados como la filosofía, la biología, la medicina, la geografía, la historia y un largo etcétera.)

He excluido deliberadamente de esta lista los libros de ensayo y los propiamente científicos, pues la idea es estimular la lectura únicamente a partir de obras de la literatura narrativa o ficticia, así sus temas, situaciones y personajes se inspiren en la realidad histórica.

Por supuesto, para estimular la lectura gozosa de un buen libro es condición necesaria que quien lo recomienda debe hacerle al lector una presentación tan estimulante como el entusiasmo que a él le ha producido su lectura.

Como podrán darse cuenta, si bien la selección ha sido mínima y arbitraria, en cierto sentido, las obras y autores escogidos, al tiempo que se interesan por el desarrollo científico y tecnológico, su mayor preocupación se concentra en los sentidos y consecuencias que estos puedan tener para la humanidad, lo que demuestra que la imaginación sin sentido, es vana, estéril y peligrosa. Y espero que esto no se tome en sentido moralista, la idea es mostrar que aquello que se hace contra la vida, está muerto, por más éxito, fama y fortuna que atraigan a sus autores.

PRIMERA LISTA
La lista es la siguiente y sus respectivas reseñas a continuación:
- El incendio de Alejandría, de Jean-Pierre Luminet
- El Quinteto de Cambridge, de John L. Casti
- Criptonomicón,Tomo uno: El Código Enigma, Tomo dos: El Código Pontifex, Tomo tres: El Código Aretusa, de Neal Stephenson
- Robinson Crusoe, de Daniel Defoe
- Frankenstein, o el moderno Prometeo, de Mary W. Shelley
- La máquina del tiempo, La isla del doctor Moreau, de H. G. Wells
- Un mundo feliz, de Aldous Huxley
- Un yankee en la corte del Rey Arturo, de Mark Twain
- Los pilares de la tierra, de Ken Follett
- El viaje del profesor Caritat, de: Steven Lukes
- De la naturaleza (De rerum Natura), de Lucrecio

LITERATURA Y CIENCIA
El primero de esos títulos es El incendio de Alejandría, de Jean-Pierre Luminet, lo destaco especialmente por ser un compendio inicíatico de historia de la ciencia antigua en el que además de una deliciosa narración, como la de las novelas de aventuras, de las intrigas y desafíos que implica el conocimiento y el ejercicio de la ciencia.
Puede ser una lectura para muchachos que se están iniciando en sus estudios.

El incendio de Alejandría
Autor: Jean-Pierre Luminet
Ediciones B (también en la Colección Byblos), Barcelona (300 p.)
La primera emoción que me despertó la lectura de esta novela del astrofísico francés Jean-Pierre Luminet, fue el pensar qué hubiera sido de mi gusto por el estudio de las ciencias, si en lugar de someterme al represivo sistema educativo que me obligaba a memorizar definiciones, fórmulas y explicaciones sin aparente relación ni uso, mi ingreso al conocimiento científico hubiera sido por las aventuras y cuentos como los de esta novela que me remontaban a los primeros momentos de la historia de la ciencia occidental por medio de la vida y obra de sus creadores y pioneros, contada a partir de su presencia y trabajos en ese monumento legendario que fue la Biblioteca de Alejandría, destruida veintitrés años antes de celebrar el milenio de su construcción y existencia
Pero además, ese viaje imaginario a la antigüedad científica, es complementado por Luminet con una visión de conjunto de la situación política, religiosa y social, así como las luchas y vicisitudes en que se desenvolvió aquel período histórico, en el que, al igual que hoy, las intrigas políticas, los fundamentalismos religiosos y las envidias humanas, pretenden adueñarse del poder del conocimiento para dominar a los hombres y sus comunidades.
En la parte final, esta novela ofrece a los lectores unos anexos que le darán información adicional sobre los personajes citados, el período histórico tratado y unas breves notas sobre los desarrollos científicos alcanzados.
Para no abundar en demasía, tengo que decir que la lectura de esta novela es apasionante y, me atrevo a asegurar que otra sería la experiencia educativa si luego de su lectura, por ejemplo, en las cátedras de matemáticas, física y astronomía, se tratase sobre los aportes y desarrollos en la ciencia moderna de los trabajos de Euclides, Arquímedes, Aristarco de Samos, Hiparco de Nicea, para sólo citar unos pocos de los personajes antiguos a partir de los cuales se puede hablar de ciencia. Vuelvo e insisto, el aprendizaje del conocimiento científico sería algo maravillosamente lúdico y de consecuencias extraordinarias tanto para el joven aprendiz como para la comunidad en la que vivirá.

LITERATURA Y CIBERNÉTICA
Para dar un salto desde la ciencia antigua a los tiempos modernos, el segundo título: El Quinteto de Cambridge, de John L. Casti, es una aventura, pero esta vez en el territorio de las ideas que dieron origen a todo el desarrollo de la informática, ese ámbito en el que se desarrollan casi todas las actividades de la humanidad de hoy.
Es una lectura para jóvenes más avanzados en sus estudios.

El Quinteto de Cambridge
Autor: John L. Casti
Taurus, Madrid, 1998 (229 p.)
Como sucede muy ocasionalmente, la nota de presentación de esta novela por parte del editor es mucho mejor de la que yo podría hacer, así que para no tratar de inventar lo ya inventado, la reproduzco:
“Imagine una tormentosa noche de verano en la que el novelista, físico y asesor científico C. P. Snow (el inglés Charles Percy Snow (1905-1980), fue autor de una serie de once novelas en las que analiza la vida inglesa y en las que implica a científicos, académicos, políticos y funcionarios públicos reales), invita a cuatro de las mentes más notables de la época a una suntuosa cena en sus habitaciones del Christ’s College para discutir uno de los temas científicos más novedosos del momento: ¿Es posible construir una máquina que pueda reproducir los procesos cognitivos humanos? Los distinguidos invitados de Snow son el físico quántico Erwin Schrödinger, el filósofo Ludwing Wittgenstein, el genetista John Burdon Sanderson Haldane y el matemático Alan Turing.
Con la precisión, sutiliza y brillantez narrativa que caracterizan sus obras John L. Casti recrea un momento único y emocionante en la gran historia de las ideas científicas y reconstruye lo que cada uno de estos grandes hombres podría haber dicho si realmente se hubieran reunido a cenar esa noche.
La discusión del quinteto anticipa todas las cuestiones básicas que se han planteado en torno a la inteligencia artificial durante los cincuenta años que han transcurrido desde entonces. ¿Puede una máquina pensar o simplemente procesar información? ¿Es el cerebro meramente una máquina procesadora de símbolos, como insinúa Turing? ¿Es posible que no exista, como propone Wittgenstein, pensamiento sin lenguaje, ni lenguaje sin la interacción de los seres humanos?
John L. Casti ha creado un libro fascinante, una novela de ideas accesible que explora la naturaleza esencial de la mente y la máquina, combinando el debate filosófico y científico, los pormenores de una época y la viva representación de unos personajes extraordinarios”.
Y para hacer mi propia recomendación. Cuando leo sobre la vida y la obra de las grandes figuras del desarrollo informático actual, como Bill Gates, el de Microsoft, o Steve Jobs, el de Apple, y muchos otros, tan exitosos como ellos, que antes que genios informáticos fueron estudiantes de otras especialidades más por el lado de las ciencias sociales y humanas, o matemáticas, pienso que sus estudios filosóficos, históricos, etc., les sirvieron mucho más para la formulación de sus ideas y la creación de los productos que los hicieron ricos y famosos.
Ojalá los jóvenes lectores con inspiración por la informática le gastaran un poco más de tiempo a lecturas que les expandieran la imaginación como complemento esencial para la ciencia y el éxito en los productos tecnológicos.

LITERATURA Y CRIPTOGRAFÍA
Y, haciéndome eco en el comentario y novela anterior, en eso de estimular la imaginación de los futuros científicos y creadores informáticos, presento la novela Criptonomicón, de Neal Stephenson, publicada en español en tres tomos:

Criptonomicón
Tomo uno: El Código Enigma
Tomo dos: El Código Pontifex
Tomo tres: El Código Aretusa
Autor: Neal Stephenson
Byblos, Barcelona
Esta si que es una lectura para aquellos muchachos que se están iniciando en sus estudios medios, pues además de la interesante historia del desarrollo de la informática en los últimos sesenta años, narra deliciosamente un par de tramas simultáneas, aunque de dos tiempos históricos distantes entre sí, sobre las aventuras de dos grupos de personajes que se enfrentan a los mayores retos, las intrigas más sorprendentes y las aventuras más espectaculares, mientras desarrollan y descubren los conocimientos y técnicas sobre las que se basará la cibernética y la informática de hoy.
Los dos tiempos históricos son: El primero: la II Guerra Mundial, tiempo durante el cual y dadas las urgencias bélicas de los países en conflicto, estos concentraron todos sus esfuerzos en desarrollar ciencias, tecnologías y técnicas aplicadas a derrotar a sus enemigos. De ahí, que del afán por codificar y cifrar, al igual que descodificar y descifrar, las ordenes para las unidades militares, así como la información de inteligencia sobre el enemigo, fue el punto de partida para que se produjera un extraordinario desarrollo en las ciencias, tecnologías y técnicas de las comunicaciones y la información, hasta el punto de que, una vez terminada la guerra, se crearan y utilizaran los primeros grandes computadores y se iniciara un proceso vertiginoso que llevó de los transistores a los superpoderosos microcircuitos y demás elementos que hacen parte de la casi totalidad de los aparatos que hoy se usan.
En ese primer tiempo y con ese tema, Criptonomicón narra la historia de cuatro personajes, entre ficticios y reales, tal el caso de los matemáticos, el inglés Alan Turing, personaje real, o los matemáticos, el estadounidense, Lawrence Pritchard Waterhouse y el alemán Rudolf von Hacklheber, y el soldado estadounidense, Bobby Shaftoe, personajes ficticios, que con sus aventuras, durante la guerra, cuentan cómo se desarrolló la primitiva informática y se crearon los fabulosos algoritmos de codificación criptográfica, los mismos que hoy son el alma del software que hace funcionar las más increíbles aplicaciones computacionales.
El segundo tiempo corresponde a la actualidad de finales del siglo XX, cuando otro grupo de personajes, entre ellos Randy y Amy, nietos de Lawrence Pritchard Waterhouse y Bobby Shaftoe, respectivamente, se embarcan en la aventura de crear un paraíso de datos y el mayor exponente de la libertad informática: La Cripta. En esta aventura se encuentran con las herencias históricas de sus abuelos que los llevarán a descubrir el gran tesoro que los alemanes y los japoneses escondieron en la II Guerra Mundial, pero para llegar a él, tendrán que derrotar todas las intrigas y obstáculos, oficiales y privados, a las que, en la realidad histórica, han tenido que enfrentarse todos aquellos que de una manera u otra han contribuido al asombroso desarrollo de las ciencias informáticas, y que han hecho ricos y famosos a los cripto-hackers, ciber y cipher-punks, que hoy conocemos en ciberfarándula.
Una larga y apasionante novela, que al tiempo que entretiene, estimula la imaginación del lector hacia el desarrollo de su propio entusiasmo por el conocimiento científico.
En fin, una novela mejor que ese otro Código que se convirtió en best-seller y que poco más aporta a la historia de la humanidad.

Y, BREVES RESEÑAS
Para finalizar, a continuación ofrezco breves reseñas de algunos títulos de la literatura universal cuya lectura bien podrían servir para estimular, más que la misma lectura, el gusto por el conocimiento científico en los niños y los jóvenes lectores. Hago la advertencia previa de que he excluido las obras de Julio Verne, por obvias razones). Así que mis propuestas para el inicio de una lista mayor, son:

Robinson Crusoe
Autor: Daniel Defoe
Para regresar a aquel refrán que cité al principio: La necesidad es la madre de la industria, la novela que mejor lo ilustraría, sería Robinson Crusoe, del inglés Daniel Defoe, pues al tiempo que el lector se enfrenta a las posturas existenciales del protagonista, podrá seguir, casi en minuciosa descripción, las formas y técnicas que desarrolla para su supervivencia, a partir de los pocos objetos y materiales que logra rescatar del barco náufrago.
La narración de las peripecias de Robinson Crusoe por sobrevivir son la mejor demostración literaria de cómo un ser humano es capaz de crear un lugar para vivir, así sea con las mínimas comodidades, en medio de las más adversas circunstancias y con esas aventuras, demostrar que La necesidad es la madre de la industria.
Y, por supuesto, la lectura de esta novela es otra apasionante aventura.

Frankenstein, o el moderno Prometeo
Autora: Mary W. Shelley
Las leyendas sobre esta novela son muchas y muy agradables, pero la que ahora quiero destacar es aquella en la que se combinan sus dos grandes asuntos: el primero, la posibilidad del propio hombre por crear una criatura viva a su imagen y semejanza, idea sobre la cual son incontables los desarrollos que se han alcanzado en la historia de la ciencia y que hoy por hoy se enfrentan tanto a la posibilidad de la clonación genética, como a la creación de vida en los laboratorios.
El otro gran asunto, es el que corresponde al enfrentamiento y al reconocimiento que una criatura de esta naturaleza tendría por parte de las personas comunes y corrientes, o el uso que de ella harían los sistemas de poder. Algo así como ética y moral frente al desarrollo científico.

La máquina del tiempo
La isla del doctor Moreau
Autor: H. G. Wells
Más que el sueño del hombre por viajar a través del tiempo, o el crear criaturas vivas, las dos novelas del inglés H. G. Wells (1866, 1946, La máquina del tiempo y La isla del doctor Moreau, invitan a reflexionar sobre las posibilidades de la ciencia por crear nuevos mundos o transformar en el que vivimos, dotando al hombre de un poder ilimitado sobre sí mismo o su destino, pero, al mismo tiempo, a pensar que tal poder implica consecuencias por las que es necesario responder, pues de ello dependerá que el futuro de la humanidad sea más claro o más oscuro, según la orientación que se dé a la realización de los productos de la imaginación, para no tener que decir con Goya: “El sueño de la razón produce monstruos”.

Un mundo feliz
Autor: Aldous Huxley
Esta breve novela del inglés Aldous Huxley, causó, al momento de su publicación en 1932, una amplia polémica, al igual que casi toda la obra literaria y ensayística del autor, pues para su tiempo y todavía hoy, sus ideas sobre la vida humana y las sociedades, no sólo anticipaban el mundo futuro, que ha confirmado sus visiones, sino que pareciera comportarse tal y como él lo predijo: la incapacidad del ser humano por superar sus limitaciones existenciales.
En Un mundo feliz, Aldous Huxley ofrece la visión irónica de una civilización genéticamente programada y reproducida, tanto en sus comportamientos como en sus jerarquías, hasta que la curiosidad de Lenina Crowne, Bernard Marx y Helmholtz Watson, tres miembros privilegiados de esa sociedad, los lleva a confrontar el sentido de sus existencias y a encontrarse con John El Salvaje, en una reserva marginal con aquellos grupos de personas que todavía conservan la caótica anarquía de los seres humanos del pasado, saliendo de aquella confrontación con una crítica posición frente a ambas sociedades incapaces de superar sus contradicciones y discrepancias.
La novela, que se inicia con una colorida descripción de los métodos de reproducción artificial y la disposición final de los cuerpos que mueren, va adentrándose en una confrontación de ideas filosóficas y científicas sobre la vida, la muerte, el placer, la sociedad, etc., y concluye con el encuentro de los protagonistas con el llamado mundo salvaje de aquella humanidad primitiva que todavía se reproduce por el método natural, cree en dioses y que considera el progreso científico como la expresión del mal.
Una lectura inquietante para pensar sobre las consecuencias del desarrollo científico y tecnológico sobre la vida y la civilización.

Un yankee en la corte del Rey Arturo
Autor: Mark Twain
Esta novela, sin ser de las más populares del escritor estadounidense Mark Twain (seudónimo de Samuel Langhorne Clemens, 1835-1910), si es de las más divertidas, pues al tiempo que satiriza a la Inglaterra feudal, la confronta con la mentalidad progresista e imperialista de los Estados Unidos. Es en este último sentido que el lector se encontrará con la confrontación de dos mundos, el primero, primitivo y atrasado científica y tecnológicamente, contra el segundo, una civilización de la modernidad deslumbrada por los avances tecnológicos que le ofrecen la posibilidad de conquistar la naturaleza y al mundo, pero que en su fondo ideológico el segundo es la evolución del primero.
Como ya dije, una novela divertida de leer, pero al mismo tiempo una estimulante fábula sobre las consecuencias del desarrollo o el atraso científico.

Los pilares de la tierra
Autor: Ken Follett
Este escritor inglés contemporáneo, ofrece en esta extensa novela una visión panorámica sobre la vida en la Edad Media a partir del desarrollo de quizás la más representativa de las tecnologías medievales: la construcción de las inmensas catedrales, algunas de las cuales todavía asombran por su magnitud y belleza y sobreviven como patrimonio de la humanidad.
La novela explica con minucia de detalles las ideas y técnicas que utilizaron aquellos primitivos arquitectos-ingenieros para el diseño y construcción de aquellos gigantescos edificios que pretendían ser los lugares sagrados en los que dios se relacionaba con sus criaturas.
Una novela fascinante, entretenida e informativa.

El viaje del profesor Caritat
Autor: Steven Lukes
Tusquets Editores, Barcelona, 1997 (282 p.)
Este escritor inglés y profesor de teoría política y social, muestra de manera sencilla y narrativamente atractiva la clase de mundos que las ideas, las ciencias y las tecnologías producen y que en formas más complicadas y variadas ya existen en nuestro tiempo e historia. Esta es la trama de su viaje, presentada por el propio editor:
El profesor Nicholas Caritat, especializado en la Ilustración, cree, por su propia condición, no tener función alguna en Militaria, estado autocrático en el que vive. Pero, tras alguna peripecia, se le encomienda una curiosa misión: encontrar el mejor de los mundos posibles. Emprende, pues, un viaje por distintas comunidades en las que sus ideas de Razón, libertad y tolerancia entran en conflicto con las de nuestros tiempos. Mientras visita Utilitaria, Comunitaria y Libertas, a Caritat se le van planteando cuestiones que él ya creía resueltas: ¿En qué consisten los derechos del individuo cuando, en el país de los seguidores de Venta regido por el Ordenador, este concepto ha sido abolido? ¿Cuál es el papel de la libertad de expresión en una sociedad multicultural políticamente correcta que no admite la crítica ni el debate? ¿Cuál es el valor de la Historia allí donde se ha instalado el olvido? ¿Qué hacer con los desposeídos en una comunidad donde impera el liberalismo radical?
Una novela para confrontar civilización e ideología.

De la naturaleza (De rerum Natura)
Autor: Lucrecio
La leyenda de la locura del escritor romano Lucrecio (aproximadamente 94 a.C.-51 a. C.), ha contribuido más a enriquecer que a perjudicar la belleza de su monumental poema De la naturaleza (De rerum Natura).
Seguidor de las ideas filosóficas de Epicuro, en el poema, Lucrecio, hace una amplia exposición de las posturas del griego sobre la vida y la muerte, así como sus demás posturas existenciales, políticas y religiosas. Pero ellas no son el motivo de esta selección y recomendación de lectura para quienes se interesan en el estudio de las ciencias.
Los aspectos del poema que se quieren sugerir, son aquellos relacionados con la historia de las ciencias griegas y en especial la física y la teoría de los átomos que Epicuro tomó e hizo su propia interpretación de Demócrito, pero debilitándola. Por su parte, Lucrecio, no sólo rescata las teorías físicas de Demócrito, sino que las profundiza y embellece hasta la máxima altura poética y filosófica, resultando de ello una más profunda y asombrosa visión de la naturaleza y los poderes que encarna.
Como esta es una lectura para lectores ludi o mayores, recomiendo como lectura adicional, el ensayo del español-estadounidense George Santayana, Tres poetas filósofos, Lucrecio, Dante, Goethe.
Estas son lecturas para el asombro y la sabiduría.

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