LECTOR LUDI-41
2- Manual alquímico para iniciación a la lectura
- Las tareas y oficios de la segunda etapa de iniciación a la lectura:
- Desvelar los misterios de los crímenes y el castigo de Raskolnikov, así como del castigo sin crimen ni proceso de Josef K./Kafka.
Por Iván Rodrigo García Palacios
Una vez cumplida la primera etapa, el aprendiz está listo para continuar su viaje iniciático por ámbitos más complejos y oscuros, pues, los dos textos seleccionados para realizar las tareas y oficios de su iniciación lo obligarán, tanto a descender hasta las últimas entrañas de las tinieblas interiores del Ser Humanos y a los terrores de las sociedades que él mismo construye, como a ascender hasta los territorios luminosos de sus potenciales trascendencias, es decir, a comprender que, sueños y pesadillas, son, también, uno y todo.
Por otra parte y como un último escalón de esta primera escalera descendente y ascendente, el aprendiz aprenderá a leer los mapas y las cartografías de los caminos y territorios que llevan de una obra literaria a otra, así como de los vasos comunicantes a través de los cuales las obras literarias se conectan y comparten sus jugos vitales y hasta su propia existencia.
De todas maneras, es bueno advertir antes que, si bien, la crítica literaria se ha propuesto convertirse en una ciencia interdisciplinaria que abarque de principio a fin la naturaleza de los textos literarios y que sus estudios y propuestas alcanzan altos niveles de complejidad, el propósito, en principio, de este manual alquímico y del proceso iniciático, así como de las tareas y oficios que con él realicen maestro y aprendiz, no pretenden llegar hasta tales extremos. Ese será asunto para posterior oportunidad.
La idea es que, a partir de las primeras lecturas, averiguaciones, argumentaciones y conclusiones que se efectúen, maestro y aprendiz descubran la fuerza de su poder, aprehendan los métodos para alcanzarlo y usarlo, comprendan los estados de la evolución y de la transformación que van obteniendo, extiendan su horizonte hasta donde lo deseen y puedan compartirlo con los demás.
SEGUNDA ETAPA:
NATURALEZA HUMANA Y CONEXIONES LITERARIAS
Los dos textos para la segunda etapa son dos novelas que, además de ser dos clásicos de la literatura universal muy conocidos y populares, las he seleccionado por razones muy específicas: la primera, porque explora la naturaleza del individuo y sus relaciones con la sociedad; la segunda, porque, entre muchas otras cosas, ofrece una visión trágica y aterradora de la existencia del Homo-Humano en la sociedad moderna.
Pero, quizás la razón más importante es que, según la edición del texto que he seleccionado como segunda lectura, existen conexiones íntimas, conexiones genéticas, entre estos dos textos, como lo demuestra, casi hasta la saciedad, el autor en esa edición crítica del segundo, selección específica que no admite discusión.
Las dos novelas seleccionadas son:
- "Crimen y castigo", de Fiódor Mijáilovich Dostoievski
- "El proceso", de Franz Kafka. Edición crítica de Guillermo Sánchez Trujillo, editado por la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín (existe versión en Internet).
Tienen, además, estas dos novelas cualidades muy particulares que, en primer lugar, le mostrarán a los aprendices una visión de las ideas e ideologías que han marcado el drama político y social de la civilización occidental en los últimos doscientos años, lo cual, espero, estimule a realizar un viaje de exploración por la historia y la literatura de la humanidad en su totalidad.
Y, en segundo lugar, porque al hacer la lectura alquímica que es el propósito de toda buena lectura y, en mayor medida de este taller de iniciación a la lectura, el lector sentirá la compulsión de sus tinieblas interiores y estará en el umbral hacia su exploración y a interesarse por la dedicación que propusieron los antiguos griegos y Sócrates, en particular, para la iniciación en la sabiduría a los jóvenes aprendices, es decir:
La "gnothi seauton", "conócete a ti mismo" (*)
Y la "epimelathenai seautou", "tomarse a sí mismo como objeto de desvelos" (*)
PROCESO DE TRANSMUTACIÓN DE "CRIMEN Y CASTIGO"
Como toda gran obra de arte, "Crimen y castigo", de Fiódor Mijáilovich Dostoievski, que es una de las más importantes novelas de la historia de la literatura universal y de las más populares y conocidas de su autor, inspira en cada lector una o inconmensurables lecturas, todas ellas conectadas y particulares.
OBJETIVOS PRINCIPALES
Para el desarrollo de esta primera lectura de la segunda etapa del manual de iniciación a la alquimia de la lectura, propongo dos objetivos principales:
1- El primer objetivo tiene que ver con el propio proceso de iniciación al que, Fiódor Mijáilovich Dostoievski, somete al joven protagonista, Raskolnikov, en el desarrollo de su narración y que concluye al final, cuando dice:
Para Raskolnikov, "La vida había sustituido al razonamiento" (4).
Pero que, a su vez, da comienzo a un nuevo proceso iniciático. Al fin y al cabo, Ser Humanos es estar en un permanente proceso de trasformación o transmutación o evolución, proceso siempre iniciático (**), que es lo mismo que Dostoievski pareciera afirmar en el último párrafo de la novela:
"Pero aquí comienza una nueva historia, la historia de la lenta y progresiva recuperación de un hombre, de su renovación y paso gradual de un mundo a otro nuevo" (5).
PRIMER MISTERIO
La historia que se propuso contar Dostoievski, en "Crimen y castigo", se inicia, en la Primera parte, con la presentación psicológica, ideológica y filosófica de Raskolnikov, el joven protagonista, así del propósito que él desea darle a su existencia a partir del acto o acción con el que quiere probarlo y probárselo:
Raskolnikov es un joven estudiante en la convulsionada Rusia de finales del siglo XIX, en quien, su madre y hermana, han asentado todas sus esperanzas e ilusiones para una vida mejor. Sin embargo, él, al proponerse demostrar, en la práctica, la razón y el poder de las teorías de la filosofía e ideología con las que se ha identificado en el curso de sus estudios, se propone cometer, y comete, un terrible y atroz asesinato: mata, a golpes de hacha, a dos viejas agiotistas sin intención alguna de robarles, pero sí con ilusión de demostrarse a sí mismo y demostrarle a los demás, la primacía del individuo y la razón.
En las siguientes cinco partes y en el epilogo, Dostoievski narra el proceso y las circunstancias por medio de los cuales Raskolnikov pasa, en primera instancia, del superficial júbilo que le produjo la ejecución de su crimen y que, con ello, ha demostrado el poder ideológico y filosófico de sus ideas. Para luego pasar al proceso de asumir y padecer la culpa, así como a recibir al castigo judicial a que su acto lo condena, tanto para su consciencia como ante la sociedad.
Conjuntamente con la construcción de la personalidad de Raskolnikov, en la narración se van mostrando las conexiones de su psicología atormentada y alterada, con el ámbito cultural, histórico, social, religioso, afectivo, etc. en los cuales él se ha formado y vive.
Al igual que en la metodología sugerida para la primera etapa, al desvelar este primer misterio, maestro y aprendiz, se formularán las preguntas que todos estos temas y asuntos les inspiren; realizarán las averiguaciones e investigaciones que mejor les convengan y propondrán, argumentarán y discutirán las respuestas a las que han llegado.
Las posibilidades son múltiples y variadas:
- ¿Cuáles son la filosofía y la ideología en las que se fundamenta Raskolnikov para justificar sus actos?
- ¿Cuáles las de Porfirio, el juez de instrucción que investiga a Raskolnikov?
- ¿Cuál es el contexto histórico, social, cultural, religioso, político, etc., de la Rusia de finales del siglo XIX, en el que se desarrolla "Crimen y castigo"?
- ¿Cuál es el análisis psicológico que hace Dostoievski de la naturaleza de Raskolnikov, así como de otros personajes de la novela?
En fin, una inagotable fuente de tareas y oficios que se cruzan e interrelacionan.
SEGUNDO OBJETIVO
2- El segundo objetivo de esta lectura de "Crimen y castigo", es conocer el texto que, como lo ha propuesto Guillermo Sánchez Trujillo (***) en su edición crítica, le sirvió de fundamento o palimpsesto a Franz Kafka para la escritura de "El proceso", el segundo texto de lectura para segunda etapa en este camino de transmutación alquímica de los aprendices.
PROCESO DE TRANSMUTACIÓN DE "EL PROCESO"
Esto dice Guillermo Sánchez Trujillo:
"El proceso" es un palimpsesto de "Crimen y castigo" en el que Kafka utiliza la obra de Dostoievski para narrar de manera críptica algunos aspectos de sus relaciones con Felice Bauer, particularmente las relativas a su fallido compromiso matrimonial, cuya ruptura es el tema principal de la novela; tema que se repite, a lo largo de la obra, como una cantinela" (6)
FUENTE DE MISTERIOS
Quizás, una de las obras literarias que ha suscitado la mayor cantidad de imaginativas interpretaciones y especulaciones ha sido la de Franz Kafka, con su novela, "El proceso", así como con sus otras novelas, cuentos, relatos y sus mismos diarios y cartas.
Desde mitos y leyendas, hasta metáforas y alegorías, "El proceso" ha inspirado a críticos literarios, filósofos, estudiosos de la sociedad y la cultura, psicólogos, etc., que han considerado, a esta novela, como la representación y denuncia de los males de la modernidad, los malestares de la cultura y de la esclavización de los seres humanos por parte de los poderes de la civilización. En fin...
El argumento de "El proceso" es de una sencillez apabullante: Josef K., empleado común de un banco, es despertado abruptamente, una mañana cualquiera, por dos hombres desconocidos que dicen ser funcionarios de la justicia, quienes, sin darle información alguna sobre la causa de su detención, lo conducen ante un inspector, quien le notifica de que se ha abierto un proceso en su contra, pero en el cual no existe ni motivo ni acusación.
La novela narra los eventos en que se ve involucrado Josef K. a partir de ese momento y las relaciones que establece con sus familiares, amigos y otros personajes, todo conectado con ese extraño proceso y que, por la naturaleza misma, en el tratamiento del asunto, se verán afectados por un absurdo creciente y por los misterios que el narrador va planteando, los cuales, cada lector interpretará según su propia lectura.
Esa sería, en términos generales, la materia de la primera lectura que maestro y aprendiz realicen de "El proceso".
La segunda lectura corresponde tanto a la introducción como a las extensas notas con las que Guillermo Sánchez Trujillo acompaña su edición crítica y con las cuales busca demostrar la íntima y genética relación que existe entre "El proceso" y "Crimen y castigo".
Esta segunda lectura, con la que se concluye el propósito de este manual alquímico, obligará a maestro y a aprendiz a realizar las tareas y oficios con los cuales alcanzarán el primer grado de su iniciación a la lectura (****).
PRIMER MISTERIO
A diferencia de las tres lecturas anteriores y, posiblemente, porque siempre se ha considerado que "El proceso" es una novela inconclusa, se pueda pensar que los vacíos en su estructura, lógica y narrativa, se deban a que, al igual que con otras de las narraciones de Kafka, se extendió la leyenda de que él las dejó sin terminar.
Sin embargo y como lo demuestran, Guillermo Sánchez Trujillo y otros importantes críticos literarios, "El proceso" no es una novela inacabada o inconclusa.
El origen de esa leyenda se debe a que Kafka dejó los manuscritos originales de la novela en tres grandes bolsas de papel, ordenados y organizados según su propio criterio y personal sistema de archivo, cuya clave fue el secreto que él se llevó a la tumba. Misterio que han tratado de desvelar editores y críticos desde el mismo momento de la publicación de la primera edición.
Sin embargo, Kafka, quien era, además de un maníaco del orden, la organización y las estructuras narrativas complejas, como buen judío, fue, también, un hábil creador de complejos mitos y misterios.
Es por ello que puede pensarse -en un fascinante juego imaginativo- que toda su obra narrativa, diarios y correspondencia, son un todo unido por claves y conexiones que es necesario interpretar, descifrar y decodificar, a la manera como los escritores y rabinos hebreos hacen con la Cábala, el Talmud y el Tanakh -acrónimo de las tres partes que componen la Biblia hebrea: la Torá (los Cinco libros de Moisés), los Profetas y los Escritos, o en la búsqueda interminable de la clave secreta de las letras del nombre de Dios, Yahavé, Adonaí, etc.
Esa clave kafkiana fue la que se propuso descifrar Guillermo Sánchez Trujillo, y es sobre su propuesta que se van a realizar las tareas y oficios del maestro y el aprendiz que aspira a ser iniciado en la alquimia de la lectura.
SEGUNDO MISTERIO
El primer editor de la obra de Kafka fue Max Brod, amigo íntimo, heredero y albacea literario de su legado, quien, con la publicación de la primera edición de "El proceso", aparecida en 1925, fijó el orden, organización y estructura, con el que se publicó, por cerca de cincuenta años.
Pero, esta situación comenzó a cambiar a partir del momento en el que se hicieron públicos los manuscritos originales que habían estado inaccesibles, para el público y los críticos literarios, en poder de sus herederos y propietarios.
Como podrán notar los lectores que hagan una comparación del orden de los capítulos de la tabla de contenido que establece la edición de Guillermo Sánchez Trujillo, con el de otras ediciones que se encuentran en el mercado, existen notables diferencias entre la una y las otras.
Esto se debe a que se cambia el orden mismo en que se localizan los capítulos, se reordenan otros de los que estuvieron relegados al apéndice y que se han restituido a esta nueva propuesta de su orden lógico. Finalmente, se incluye el breve pero hermoso y fundamental capítulo, "Un sueño", que Kafka publicó en vida y que, Max Brod, sabiendo que pertenecía al manuscito, no lo incluyó en esa primera edición (es de anotar que sobre la propuesta de organización de Guillermo Sánchez Trujillo ya se ha iniciado ardorosas polémicas).
En fin, esta historia la cuenta ampliamente Guillermo Sánchez Trujillo en sus estudios. Su lectura será, esta vez, la clave para desvelar este segundo misterio.
TERCER MISTERIO
Un proceso judicial sin delito ni acusación ni juicio.
Para desvelar el tercer misterio, el mismo Guillermo Sánchez Trujillo, propone una clave: siendo "El proceso" un palimpsesto de "Crimen y castigo", es necesario averiguar: ¿cuáles son partes del texto de Dostoievski que utiliza Kafka y por qué?.
La respuesta a estas preguntas está detallado en el trabajo crítico de Guillermo Sánchez Trujillo, pero creo que es oportuno exponer algunos de los elementos que desvelan el misterio de que Kafka narre, prácticamente, el desarrollo de un proceso judicial en el cual no se presenta ni se narra delito o asesinato alguno por parte de Josef K., ni se le formula ninguna acusación, es más, ninguno de los personajes de la novela tiene la menor idea del contenido de ese proceso, ellos, como el mismo Josef K., sólo se suponen y murmuran sobre las complejidades y absurdos del aparato judicial que, se supone, emplaza y condena a Josef K.
Y, para acabar de ajustar, en "El proceso", no se narra ni tiene lugar un juicio formal... Salvo, si se considera como tal juicio al críptico y hermético cuento "Ante la Ley", inserto en el cuerpo de la novela. Otro misterio.
A manera de pistas o claves para desvelar estos misterios, se pueden establecer algunas de las diferencias de intención, necesidades narrativas y estructurales y técnicas, entre los dos escritores:
Por una parte, Dostoievski, acorde con su filosofía, ideología y creencias religiosas, se propone hacer un juicio a la convulsa y caótica Rusia de su época, sacudida por las nuevas ideas europeas que cuestionan y subvierten el totalitarismo monárquico de los zares, pero que se ven contrarrestadas por la profunda y religiosa resistencia de un pueblo temeroso y aferrado a sus tradiciones seculares.
De ahí que, "Crimen y castigo", más que un crimen de sangre, lo que se juzga es un crimen filosófico e ideológico y que, aun cuando se castiga a Raskolnikov con el peso de la ley por su crimen primero, es a juzgar y castigar al segundo, el de sus creencias, en el que se apoya el propósito oculto de la novela que, como se dijo atrás, era lograr la transformación y redención de Raskolnikov y su acceso a un nuevo mundo.
EL MISTERIO KAFKIANO
Por su parte, la intención y las necesidades narrativas y estructurales y técnicas de Kafka, son otras.
A diferencia de Raskolnikov, Josef K./Kafka, no es sometido a un juicio ni histórico, ni filosófico, ni ideológico, ni religioso.
El juicio, o mejor, el proceso al que se somete a Josef K./Kafka, tiene como origen una culpa sin crimen. El remordimiento de romper su compromiso matrimonial con Felice Bauer y las consecuencias que ello implica, según la tradición social, en detrimento del honor tanto personal como familiar, así como, también, las diversas reacciones, unas positivas y otras negativas, por parte de los amigos y familiares pertenecientes a los círculos sociales de ambos miembros de la pareja.
Como podrá deducirse de la lectura de "lector iniciado", Josef K./Kafka, es castigado con la muerte infame e indigna, pues, así como su culpa no es ni crimen, ni amerita proceso ni juicio, para él no existe redención.
Antes de concluir con este tercer misterio, es necesario hacer una anotación. Si bien se dijo antes que a Josef K./Kafka no se le sometió a un juicio religioso o por sus creencias religiosas, eso no sería del todo cierto si se tiene en cuenta que algunas de sus culpas de judío asimilado se filtran en su escritura. Aquellas culpas generadas por la contradicción en que él vive entre la tradición judía antigua, a la que aspira a pertenecer, con su identidad cultural de checo, europeo de lengua alemana, en la que ha nacido, escribe y se desenvuelve y a la que le es doloroso rechazar o renunciar.
LOS DEMÁS MISTERIOS
Lo fascinante y misterioso de las obras maestras del arte universal, es que su secreto último jamás podrá ser alcanzado ni desvelado. Pues, por cada interpretación que se proponga, siempre aparecerá otra que la desvirtúe o que la lleve un poco más allá...
Perseguir ese horizonte es la razón que ha inspirado a esta propuesta de manual alquímico para iniciación a la lectura, pues, por una parte, la lectura de los textos seleccionados nunca se agota.
Y, por la otra, es fundamento de la alquimia el que el proceso de transmutación, más que trasmutar las materias primas que se emplean, este sea sufrido por el maestro alquimista y su "iniciado", condenados a nunca alcanzar un estado final o definitivo. A estar, por siempre, en estado de iniciación.
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SUGERENCIAS
(*) Sobre este tema, ver, además, LECTOR LUDI-29, 36 y otros relacionados con el asunto.
(**) Sobre este tema, ver LECTOR LUDI-30, 31 y otros relacionados con el asunto.
(***) Sobre el tema de Kafka y la genética literaria, ver LECTOR LUDI-5, 13, 18, 20, 21
(****) Como bibliografía de apoyo y ampliación a esa lectura, sugiero los otros dos textos de Guillermo Sánchez Trujillo, "Crimen y castigo de Franz Kafka, anatomía de El proceso", igualmente, editado por la Universidad Autónoma Latinoamericana (Medellín, 2002).
Guillermo Sánchez Trujillo, El crimen de Kafka, caso cerrado, La Carreta Editores E. U., Medellìn, 2006.
NOTAS
(1) Gloria Cecilia Díaz, La bruja de la montaña, El valle de los Cocuyos, Ediciones SM, Colección El Barco de Vapor, Madrid, 1990 y 1986 (61 p. y127 p.)
(2) Fiódor Mijáilovich Dostoievski, Crimen y castigo, Edimat, Madrid, 2000 (415 p.)
(3) Franz Kafka, "El proceso", Edición crítica de Guillermo Sánchez Trujillo, editado por la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín (existe versión en Internet)
(4) Fiódor Mijáilovich Dostoievski, Crimen y castigo..., p. 413
(5) Fiódor Mijáilovich Dostoievski, Crimen y castigo..., p. 413
(6) Franz Kafka, "El proceso", Edición crítica de Guillermo Sánchez Trujillo..., p.76.
Lecturas y escrituras de un LECTOR LUDI para demostrarse que los libros son una fuente de gozoso "furor".
6 de noviembre de 2006
LECTOR LUDI-40
1- Manual alquímico para iniciación a la lectura
- Para un taller de iniciación a la lectura con jóvenes aprendices
- Por la lectura de cuatro títulos asombrosos de la literatura universal:
- La bruja de la montaña y El valle de los Cocuyos, de Gloria Cecilia Díaz (1)
- "Crimen y castigo", de Fiódor Mijáilovich Dostoievski (2)
- "El proceso", de Franz Kafka. Edición crítica de Guillermo Sánchez Trujillo (3)
Por Iván Rodrigo García Palacios
Parodiando los antiguos manuales de los alquimistas orientales y occidentales, se me ha ocurrido hacer algunas anotaciones, sin el hermetismo ni el misterio de aquellos, sobre lo que podría ser el proceso de iniciación a la alquimia de la lectura con jóvenes aprendices que desean descubrir los misterios, los gustos y los beneficios, de la lectura.
Claro que, cuando hablo de la lectura, no me refiero a ese acto propiamente mecánico que es el aprender a leer, sino a ese proceso alquímico que transmuta letras, palabras, frases, párrafos, en las ideas, las visiones, las emociones, las sensaciones que exploran y desvelan los misterios del corazón humano, de la naturaleza, del sentido de la vida y del universo. Esa lectura que transmuta al lector de un ser común, a veces erudito y vacuo, en un verdadero "iniciado" en los secretos de la sabiduría y en la armonía luminosa de la mente y las emociones.
ALQUIMIA DE LA LECTURA
Por supuesto, y sin serlo por completo, la metodología de este taller para los jóvenes aprendices a iniciarse en la alquimia de la lectura, algo tendrá que ver con los métodos y resultados que desde hace siglos utilizan y logran o los chamanes o los maestros budistas, o los místicos y, por supuesto, los maestros alquimistas, pues, al fin y al cabo, la lectura es un estado mental que transforma y eleva el ánimo o el espíritu hacia un estado superior o trascendental o iluminado o místico, trátese de poder o de armonía o de Iluminación o de contemplación suprema. Un estado de aprehensión y desvelación de los misterios.
Como quien dice y para empezar desde el principio de esas metodologías, es necesario que el joven aprendiz parta desde los oficios y de las tareas más humildes de la iniciación a la lectura para ir comprendiendo y ascendiendo hacia aquellos estados superiores y más complejos, al final de los cuales experimentará el éxtasis o el nirvana... de verse y ver el mundo como un lugar maravilloso y familiar.
Esos estados ascendentes, en mínima clasificación, serían:
- El primero, es el estado en el cual el lector siente que se ha incluido o participa de lo que lee, como quien, al leer, actúa en una película que se proyecta sobre la pantalla de su propia mente e imaginación, pero, a la que el autor del texto, relato, narración, poema, etc., le ha escrito un guión.
- Un segundo estado -complementario del anterior-, es aquel que, a la lectura de cualquier texto, el lector sienta, dentro de su mente, consciente e íntimamente, el texto completo, así como con sus conexiones o relaciones con muchos otros textos, es decir que, como en una especie de "Aleph", el lector vea el tiempo y el lugar de ese texto: su contenido y significado en la historia de la humanidad.
- Un tercer estado, es aquel que, una vez alcanzados e incorporados los estados anteriores, se lee tanto el texto que se lee como también se lee uno nuevo y original, un texto que se va formando e integrando en la mente, la imaginación y el pensamiento del lector. Se podría decir, al estilo de esa paradojas tan posmodernas, que el texto hace al lector, al mismo tiempo que el lector hace al texto que lee.
En este tercer estado se incluye, ya no sólo la lectura de textos, sino la lectura de todo aquello que es interior o íntimo al lector, así como también todo aquello que le es exterior. El lector será lector de s mismo y de todo lo que le rodea. Algo como aquella lectura que llaman lectura natural.
- Un cuarto estado, es aquel en el cual el lector alcanza el poder de escribir sus propios y originales textos con sus propias creaciones, imaginaciones, ideas, estilos, técnicas, etc. Como este estado no hace parte del propósito de este taller de iniciación a la lectura con jóvenes aprendices, dejo su elaboración para otra oportunidad.
TAREAS Y OFICIOS HACIA LA INICIACIÓN A LECTURA
Una vez definido ese horizonte de la iniciación a la lectura, doy un gran salto atrás para describir, sencilla y prácticamente, aquellos primeros y humildes oficios y tareas que tanto el maestro como el aprendiz deberán realizar para introducirse y apasionarse en los misterios alquímicos de la lectura.
Pero antes y a manera de digresión: me uno al lamento de George Steiner, Harold Bloom y otros viejos-sabios-maestros que se quejan de la pérdida y abandono de aquellas antiguas tradiciones que establecían la relación de la transmisión de la sabiduría del maestro al aprendiz o a los aprendices en una conexión íntima de afectos y espíritus.
En ese ámbito y pensando la cosa, se me ocurrió que mi taller de iniciación a la lectura estaría dividido en dos etapas, cuyos límites los fija el aprendiz, y en cada una de las cuales se parte de la lectura -en principio- de sólo dos textos literarios, pero que, como mostraré, permiten comprender y ascender en la lectura de cualquier otro texto o circunstancia que se desee leer.
Aclaro que, si bien se trata de cuatro narraciones, seleccionadas a mi gusto, también podrían ser otros poemas, obras de teatro, narraciones, etc., seleccionados a gusto del maestro alquimista que desee realizar su propio taller de iniciación a la lectura con jóvenes aprendices.
PRIMERA ETAPA:
LECTURAS PARA NIÑOS
Los dos textos para la primera etapa, los he seleccionado por razones muy especiales y que, si bien existen muchos otros más famosos y reconocidos, estos, como se verá, son un verdadero tesoro de sorpresas y asombros que, sin sentimentalismos patrióticos, fueron escritos por la colombiana Gloria Cecilia Díaz. Ellos son:
- "La bruja de la montaña"
- "El valle de los Cocuyos"
(Gloria Cecilia Díaz. Nació en Calarcá (Departamento del Quindío, Colombia). Fue primero profesora de literatura. Además de esos dos títulos, escribió y publicó otro, "El sol de los venados". Editados y reeditados, los tres títulos, por Ediciones SM, en la Colección El Barco de Vapor. Y es autora, también, de cuentos, narraciones y poemas. Sus obras han obtenido premios de importancia internacional).
Por sorprendente que pueda parecer, estos textos son dos narraciones para niños. "La bruja de la montaña", es para niños que empiezan a leer y, "El valle de los Cocuyos", para lectores un poco más avanzados, pero, ambos, le ofrecen a los aprendices de lector, además de la posibilidad de explorar los grandes temas y misterios del Ser Humanos, el que están narrados desde un punto de vista muy propio, desde la cultura de la patria chica, esa que dijera María Zambrano, es el territorio de la casa natal sin fronteras.
PROCESO DE TRANSMUTACIÓN DE "LA BRUJA DE LA MONTAÑA"
Una primera lectura de "La bruja de la montaña" cuenta la historia de una bruja llamada Alina que, en su desespero por aprender a volar en su escoba, no logra controlarla y, cada que va aterrizar, se golpea y quiebra la escoba. Enfurecida, la única solución que se le ocurre es talar todos los árboles de la montaña en la cual se encuentra su casa.
Al enterarse de las intenciones de la bruja Alina, los animales que viven en el bosque se sienten desolados pues van a perder sus casas y su territorio; así que se reúnen para buscar una solución y, al no encontrarla, deciden pedir ayuda a las otras brujas, quienes hacen un aquelarre y deciden enseñarle a Alina a volar correctamente en su escoba. Finalmente y tras un proceso de aprendizaje, Alina logra manejar correctamente su escoba y todos pueden seguir viviendo tranquilos.
Y es aquí en este momento en que se emprende el proceso de iniciación, es decir, ese de empezar a desvelar los misterios del texto que, como bien dice la sabiduría oriental, "están ocultos bajo el sol". El refrán completo es: "Si tienes algo que ocultar, ocúltalo bajo el sol".
- PRIMER MISTERIO:
Este primer misterio es, quizás, el más fascinante y que, por lo común, pasa casi siempre desapercibido: ¿Por qué las brujas, buenas y malas, son personajes comunes y populares en los cuentos y narraciones infantiles? Lo mismo podría preguntarse y asociarse para los brujos, magos, hechiceros, etc., tanto mujeres como hombres.
Y, respondiendo esa y otras preguntas, en el orden que se quiera, se inicia el viaje de exploración en los territorios misteriosos de lo qué‚ es y lo qué significan las cosas para el lector y la humanidad.
Por ejemplo: ¿Qué son las brujas? ¿Cuál ha sido la historia y significado de las brujas y la brujería? ¿Qué significan y qué papel juegan las brujas en los tiempos actuales? En fin, ya se irán ocurriendo otras preguntas e irán surgiendo unas respuestas asombrosas.
A manera de ilustración rápida, que tanto el maestro como el aprendiz podrán ir ampliando a su gusto, piénsese por qué llamar brujas o brujos a algunas personas era una forma de estigmatizarlos con el fin de convertirlos en enemigos y, de esa manera, justificar su tortura y asesinato.
En distintos momentos de la historia de la humanidad con esa estigmatización se pretendía contrarrestar el poder de lo femenino y evitar la participación de las mujeres en las decisiones de la comunidad. Investigar también el origen y la historia de ese poder de lo femenino.
Como sugerencia bibliográfica, no la única disponible, pues existen muchos y asombrosos libros sobre el tema para diversas épocas y lugares, recomiendo el delicioso libro de historia "La bruja", del francés Jules Michelet, que se lee como una apasionante novela de las brujas en la Edad Media.
- LOS OTROS MISTERIOS:
Otros temas y asuntos, de los muchos que pueda sugerir la lectura de "La bruja de la montaña" y que el maestro y el aprendiz deberán explorar de la misma forma que se exploró el de la brujería, son:
- ¿Por qué las personas, así sean brujas, se enfurecen ante la frustración y quieren destruirlo todo a su al rededor?
- ¿Cuáles son las similitudes entre el desplazamiento que quería provocar la bruja Alina de los animales del bosque y los desplazamientos que provocan los hombres en todo el mundo con la violencia y la guerra?
- ¿Qué es y cómo opera la solidaridad y unión de los animales para lograr la ayuda de las otras brujas y proteger su bosque?
- ¿Cuál es el sentido de las enseñanzas de la otras brujas para que Alina aprenda a volar y deje en paz al bosque y a los animales?
- ¿Cuál es el sentido ecológico de esta fábula?, un tema de tan trágicas repercusiones en la actualidad.
Y, por supuesto, ¿Cuáles son las conexiones de esta fábula con la naturaleza humana y sus sueños de felicidad?
En fin, como puede verse, la mayoría de estos temas y asuntos son más moralizantes y éticos, pues tienen que ver con los modos y maneras de la convivencia. Sin embargo, si se explora un poco más, también se puede ir más allá y encontrar las conexiones con la naturaleza humana, la historia de la humanidad y la formación y el funcionamiento de la cultura.
En este punto y por esas razones, dejo abiertas las posibilidades para que cada maestro alquimista y sus aprendices realicen su propio proceso de transmutación de esos materiales, aparentemente, comunes en metales y piedras preciosas.
PROCESO DE TRANSMUTACIÓN DE "EL VALLE DE LOS COCUYOS"
Utilizando la misma metodología empleada con "La bruja de la montaña", es decir, convertir en preguntas y buscar y encontrar las respuestas a todos los temas que la primera lectura de "El valle de los Cocuyos" sugiera, sólo haré una breve reseña a esta bella narración.
"El valle de los Cocuyos" cuenta el proceso de iniciación del niño Jerónimo que, para encontrar la razón de su origen, debe encontrar y comprender el origen y la razón de su propia existencia y las de todo aquello que lo rodea, incluso el misterio.
Para lograrlo debe hacer el viaje -iniciático- de ida y regreso desde su valle de los Cocuyos hasta las montañas Azules, enfrentando los peligros y las aventuras del camino que lo conducirá a desvelar los misterios que lo intrigan.
En esta odisea cuenta con la memoria y la sabiduría de la vieja Anastasia y el Pajarero Perdido, quienes lo ayudarán a enfrentar a Silvo Brumoso, vencer el agua del Olvido y rescatar a su madre y a la sabiduría originaria.
Esta es una narración en la que se entrelazan, como en un código genético, mitos, leyendas, historias, el conocimiento de la naturaleza, al mismo tiempo que la exploración de las luces y las tinieblas del corazón humano.
En fin, el aprendiz de lector tendrá que vivir y descifrar los misterios y conexiones de la aventura de Jerónimo, para, de esa manera, avanzar en su propio proceso de iniciación en la lectura y alcanzar la transmutación anhelada.
FIN DE LA PRIMERA ETAPA
Una vez cumplidas las tareas y oficios de estas dos primeras lecturas, se espera que el aprendiz, alcance el primer estado de iniciación, es decir, comprender que, además de contar una o varias historias, una narración u obra literaria, como la cebolla de huevo, está conformada por múltiples capas de sentido y significación, interrelacionados. Pero que, al mismo tiempo, en su lectura se establecen innumerables conexiones en los ámbitos de la cultura, la historia, las ciencias, etc., de la humanidad.
Y, lo más importante, que la lectura se convierta para el aprendiz en un estado de visión y gozosa anticipación.
NOTAS
(1) Gloria Cecilia Díaz, La bruja de la montaña, El valle de los Cocuyos, Ediciones SM, Colección El Barco de Vapor, Madrid, 1990 y 1986 (61 p. y127 p.)
(Ver otras notas al final de la segunda parte).
CONTINÚA EN UNA SEGUNDA PARTE
1- Manual alquímico para iniciación a la lectura
- Para un taller de iniciación a la lectura con jóvenes aprendices
- Por la lectura de cuatro títulos asombrosos de la literatura universal:
- La bruja de la montaña y El valle de los Cocuyos, de Gloria Cecilia Díaz (1)
- "Crimen y castigo", de Fiódor Mijáilovich Dostoievski (2)
- "El proceso", de Franz Kafka. Edición crítica de Guillermo Sánchez Trujillo (3)
Por Iván Rodrigo García Palacios
Parodiando los antiguos manuales de los alquimistas orientales y occidentales, se me ha ocurrido hacer algunas anotaciones, sin el hermetismo ni el misterio de aquellos, sobre lo que podría ser el proceso de iniciación a la alquimia de la lectura con jóvenes aprendices que desean descubrir los misterios, los gustos y los beneficios, de la lectura.
Claro que, cuando hablo de la lectura, no me refiero a ese acto propiamente mecánico que es el aprender a leer, sino a ese proceso alquímico que transmuta letras, palabras, frases, párrafos, en las ideas, las visiones, las emociones, las sensaciones que exploran y desvelan los misterios del corazón humano, de la naturaleza, del sentido de la vida y del universo. Esa lectura que transmuta al lector de un ser común, a veces erudito y vacuo, en un verdadero "iniciado" en los secretos de la sabiduría y en la armonía luminosa de la mente y las emociones.
ALQUIMIA DE LA LECTURA
Por supuesto, y sin serlo por completo, la metodología de este taller para los jóvenes aprendices a iniciarse en la alquimia de la lectura, algo tendrá que ver con los métodos y resultados que desde hace siglos utilizan y logran o los chamanes o los maestros budistas, o los místicos y, por supuesto, los maestros alquimistas, pues, al fin y al cabo, la lectura es un estado mental que transforma y eleva el ánimo o el espíritu hacia un estado superior o trascendental o iluminado o místico, trátese de poder o de armonía o de Iluminación o de contemplación suprema. Un estado de aprehensión y desvelación de los misterios.
Como quien dice y para empezar desde el principio de esas metodologías, es necesario que el joven aprendiz parta desde los oficios y de las tareas más humildes de la iniciación a la lectura para ir comprendiendo y ascendiendo hacia aquellos estados superiores y más complejos, al final de los cuales experimentará el éxtasis o el nirvana... de verse y ver el mundo como un lugar maravilloso y familiar.
Esos estados ascendentes, en mínima clasificación, serían:
- El primero, es el estado en el cual el lector siente que se ha incluido o participa de lo que lee, como quien, al leer, actúa en una película que se proyecta sobre la pantalla de su propia mente e imaginación, pero, a la que el autor del texto, relato, narración, poema, etc., le ha escrito un guión.
- Un segundo estado -complementario del anterior-, es aquel que, a la lectura de cualquier texto, el lector sienta, dentro de su mente, consciente e íntimamente, el texto completo, así como con sus conexiones o relaciones con muchos otros textos, es decir que, como en una especie de "Aleph", el lector vea el tiempo y el lugar de ese texto: su contenido y significado en la historia de la humanidad.
- Un tercer estado, es aquel que, una vez alcanzados e incorporados los estados anteriores, se lee tanto el texto que se lee como también se lee uno nuevo y original, un texto que se va formando e integrando en la mente, la imaginación y el pensamiento del lector. Se podría decir, al estilo de esa paradojas tan posmodernas, que el texto hace al lector, al mismo tiempo que el lector hace al texto que lee.
En este tercer estado se incluye, ya no sólo la lectura de textos, sino la lectura de todo aquello que es interior o íntimo al lector, así como también todo aquello que le es exterior. El lector será lector de s mismo y de todo lo que le rodea. Algo como aquella lectura que llaman lectura natural.
- Un cuarto estado, es aquel en el cual el lector alcanza el poder de escribir sus propios y originales textos con sus propias creaciones, imaginaciones, ideas, estilos, técnicas, etc. Como este estado no hace parte del propósito de este taller de iniciación a la lectura con jóvenes aprendices, dejo su elaboración para otra oportunidad.
TAREAS Y OFICIOS HACIA LA INICIACIÓN A LECTURA
Una vez definido ese horizonte de la iniciación a la lectura, doy un gran salto atrás para describir, sencilla y prácticamente, aquellos primeros y humildes oficios y tareas que tanto el maestro como el aprendiz deberán realizar para introducirse y apasionarse en los misterios alquímicos de la lectura.
Pero antes y a manera de digresión: me uno al lamento de George Steiner, Harold Bloom y otros viejos-sabios-maestros que se quejan de la pérdida y abandono de aquellas antiguas tradiciones que establecían la relación de la transmisión de la sabiduría del maestro al aprendiz o a los aprendices en una conexión íntima de afectos y espíritus.
En ese ámbito y pensando la cosa, se me ocurrió que mi taller de iniciación a la lectura estaría dividido en dos etapas, cuyos límites los fija el aprendiz, y en cada una de las cuales se parte de la lectura -en principio- de sólo dos textos literarios, pero que, como mostraré, permiten comprender y ascender en la lectura de cualquier otro texto o circunstancia que se desee leer.
Aclaro que, si bien se trata de cuatro narraciones, seleccionadas a mi gusto, también podrían ser otros poemas, obras de teatro, narraciones, etc., seleccionados a gusto del maestro alquimista que desee realizar su propio taller de iniciación a la lectura con jóvenes aprendices.
PRIMERA ETAPA:
LECTURAS PARA NIÑOS
Los dos textos para la primera etapa, los he seleccionado por razones muy especiales y que, si bien existen muchos otros más famosos y reconocidos, estos, como se verá, son un verdadero tesoro de sorpresas y asombros que, sin sentimentalismos patrióticos, fueron escritos por la colombiana Gloria Cecilia Díaz. Ellos son:
- "La bruja de la montaña"
- "El valle de los Cocuyos"
(Gloria Cecilia Díaz. Nació en Calarcá (Departamento del Quindío, Colombia). Fue primero profesora de literatura. Además de esos dos títulos, escribió y publicó otro, "El sol de los venados". Editados y reeditados, los tres títulos, por Ediciones SM, en la Colección El Barco de Vapor. Y es autora, también, de cuentos, narraciones y poemas. Sus obras han obtenido premios de importancia internacional).
Por sorprendente que pueda parecer, estos textos son dos narraciones para niños. "La bruja de la montaña", es para niños que empiezan a leer y, "El valle de los Cocuyos", para lectores un poco más avanzados, pero, ambos, le ofrecen a los aprendices de lector, además de la posibilidad de explorar los grandes temas y misterios del Ser Humanos, el que están narrados desde un punto de vista muy propio, desde la cultura de la patria chica, esa que dijera María Zambrano, es el territorio de la casa natal sin fronteras.
PROCESO DE TRANSMUTACIÓN DE "LA BRUJA DE LA MONTAÑA"
Una primera lectura de "La bruja de la montaña" cuenta la historia de una bruja llamada Alina que, en su desespero por aprender a volar en su escoba, no logra controlarla y, cada que va aterrizar, se golpea y quiebra la escoba. Enfurecida, la única solución que se le ocurre es talar todos los árboles de la montaña en la cual se encuentra su casa.
Al enterarse de las intenciones de la bruja Alina, los animales que viven en el bosque se sienten desolados pues van a perder sus casas y su territorio; así que se reúnen para buscar una solución y, al no encontrarla, deciden pedir ayuda a las otras brujas, quienes hacen un aquelarre y deciden enseñarle a Alina a volar correctamente en su escoba. Finalmente y tras un proceso de aprendizaje, Alina logra manejar correctamente su escoba y todos pueden seguir viviendo tranquilos.
Y es aquí en este momento en que se emprende el proceso de iniciación, es decir, ese de empezar a desvelar los misterios del texto que, como bien dice la sabiduría oriental, "están ocultos bajo el sol". El refrán completo es: "Si tienes algo que ocultar, ocúltalo bajo el sol".
- PRIMER MISTERIO:
Este primer misterio es, quizás, el más fascinante y que, por lo común, pasa casi siempre desapercibido: ¿Por qué las brujas, buenas y malas, son personajes comunes y populares en los cuentos y narraciones infantiles? Lo mismo podría preguntarse y asociarse para los brujos, magos, hechiceros, etc., tanto mujeres como hombres.
Y, respondiendo esa y otras preguntas, en el orden que se quiera, se inicia el viaje de exploración en los territorios misteriosos de lo qué‚ es y lo qué significan las cosas para el lector y la humanidad.
Por ejemplo: ¿Qué son las brujas? ¿Cuál ha sido la historia y significado de las brujas y la brujería? ¿Qué significan y qué papel juegan las brujas en los tiempos actuales? En fin, ya se irán ocurriendo otras preguntas e irán surgiendo unas respuestas asombrosas.
A manera de ilustración rápida, que tanto el maestro como el aprendiz podrán ir ampliando a su gusto, piénsese por qué llamar brujas o brujos a algunas personas era una forma de estigmatizarlos con el fin de convertirlos en enemigos y, de esa manera, justificar su tortura y asesinato.
En distintos momentos de la historia de la humanidad con esa estigmatización se pretendía contrarrestar el poder de lo femenino y evitar la participación de las mujeres en las decisiones de la comunidad. Investigar también el origen y la historia de ese poder de lo femenino.
Como sugerencia bibliográfica, no la única disponible, pues existen muchos y asombrosos libros sobre el tema para diversas épocas y lugares, recomiendo el delicioso libro de historia "La bruja", del francés Jules Michelet, que se lee como una apasionante novela de las brujas en la Edad Media.
- LOS OTROS MISTERIOS:
Otros temas y asuntos, de los muchos que pueda sugerir la lectura de "La bruja de la montaña" y que el maestro y el aprendiz deberán explorar de la misma forma que se exploró el de la brujería, son:
- ¿Por qué las personas, así sean brujas, se enfurecen ante la frustración y quieren destruirlo todo a su al rededor?
- ¿Cuáles son las similitudes entre el desplazamiento que quería provocar la bruja Alina de los animales del bosque y los desplazamientos que provocan los hombres en todo el mundo con la violencia y la guerra?
- ¿Qué es y cómo opera la solidaridad y unión de los animales para lograr la ayuda de las otras brujas y proteger su bosque?
- ¿Cuál es el sentido de las enseñanzas de la otras brujas para que Alina aprenda a volar y deje en paz al bosque y a los animales?
- ¿Cuál es el sentido ecológico de esta fábula?, un tema de tan trágicas repercusiones en la actualidad.
Y, por supuesto, ¿Cuáles son las conexiones de esta fábula con la naturaleza humana y sus sueños de felicidad?
En fin, como puede verse, la mayoría de estos temas y asuntos son más moralizantes y éticos, pues tienen que ver con los modos y maneras de la convivencia. Sin embargo, si se explora un poco más, también se puede ir más allá y encontrar las conexiones con la naturaleza humana, la historia de la humanidad y la formación y el funcionamiento de la cultura.
En este punto y por esas razones, dejo abiertas las posibilidades para que cada maestro alquimista y sus aprendices realicen su propio proceso de transmutación de esos materiales, aparentemente, comunes en metales y piedras preciosas.
PROCESO DE TRANSMUTACIÓN DE "EL VALLE DE LOS COCUYOS"
Utilizando la misma metodología empleada con "La bruja de la montaña", es decir, convertir en preguntas y buscar y encontrar las respuestas a todos los temas que la primera lectura de "El valle de los Cocuyos" sugiera, sólo haré una breve reseña a esta bella narración.
"El valle de los Cocuyos" cuenta el proceso de iniciación del niño Jerónimo que, para encontrar la razón de su origen, debe encontrar y comprender el origen y la razón de su propia existencia y las de todo aquello que lo rodea, incluso el misterio.
Para lograrlo debe hacer el viaje -iniciático- de ida y regreso desde su valle de los Cocuyos hasta las montañas Azules, enfrentando los peligros y las aventuras del camino que lo conducirá a desvelar los misterios que lo intrigan.
En esta odisea cuenta con la memoria y la sabiduría de la vieja Anastasia y el Pajarero Perdido, quienes lo ayudarán a enfrentar a Silvo Brumoso, vencer el agua del Olvido y rescatar a su madre y a la sabiduría originaria.
Esta es una narración en la que se entrelazan, como en un código genético, mitos, leyendas, historias, el conocimiento de la naturaleza, al mismo tiempo que la exploración de las luces y las tinieblas del corazón humano.
En fin, el aprendiz de lector tendrá que vivir y descifrar los misterios y conexiones de la aventura de Jerónimo, para, de esa manera, avanzar en su propio proceso de iniciación en la lectura y alcanzar la transmutación anhelada.
FIN DE LA PRIMERA ETAPA
Una vez cumplidas las tareas y oficios de estas dos primeras lecturas, se espera que el aprendiz, alcance el primer estado de iniciación, es decir, comprender que, además de contar una o varias historias, una narración u obra literaria, como la cebolla de huevo, está conformada por múltiples capas de sentido y significación, interrelacionados. Pero que, al mismo tiempo, en su lectura se establecen innumerables conexiones en los ámbitos de la cultura, la historia, las ciencias, etc., de la humanidad.
Y, lo más importante, que la lectura se convierta para el aprendiz en un estado de visión y gozosa anticipación.
NOTAS
(1) Gloria Cecilia Díaz, La bruja de la montaña, El valle de los Cocuyos, Ediciones SM, Colección El Barco de Vapor, Madrid, 1990 y 1986 (61 p. y127 p.)
(Ver otras notas al final de la segunda parte).
CONTINÚA EN UNA SEGUNDA PARTE
25 de octubre de 2006
LECTOR LUDI-39
Creadores, poetas y pensadores en la política: los desterrados en su propio solar
- Políticamente, ¿cuál es el lugar de los creadores, poetas y pensadores?:
- Ni en la torre de marfil, ni agitando banderas, ni en el monte de fusil al hombro,
- Su obra debe ser la revelación del horizonte y la crítica al absurdo e infelicidad del presente
- Su estado ideal es el "enamoramiento", vivir el sueño antes de la pesadilla
- Pero, ¿de qué compromiso se habla cuando de comprometerse se trata?
- ¿Cuál debe ser el compromiso de creadores, poetas, pensadores?
- La "vieja" polémica Sartre-Camus sobre el compromiso del intelectual
Por Iván Rodrigo García Palacios
Los creadores, los poetas y los pensadores, como tales, pareciera que no tienen un lugar de reconocimiento en el mundo de lo político; siempre, para el poder, son amigos o enemigos, sus obras o benefician o perjudican a la humanidad, "según el color del cristal con que se mire" y a la luz de los intereses particulares de los poderosos.
El poder, su ambición y tentación, siempre ahí, vistiendo al desnudo emperador, a quien sólo ven y denuncian la inocencia de aquellos que son como los niños. Aquellos que saben que para el poder no existen términos medios, todo es interés particular: beneficios vestidos de ideología a los que es necesario desnudar permanentemente antes de que se conviertan en utilidad de unos pocos.
Como Homo-Humanos, los creadores, los poetas y los pensadores son parte de la humanidad. Como ciudadanos, son Homo-Político y pueden sacrificar su vida al servicio de cualquier causa. Pero como tales y en el ejercicio de su actividad, creadora, poética o filosófica, sólo deben permanecer en los reinos de la utopía y hacer de su obra una revelación, esa revelación, según la definición de María Zambrano, en la que se anticipa el destino de la humanidad, se desvela el horizonte.
Igualmente, los creadores, los poetas y los pensadores deben estar en permanente "estado naciente", en estado de "enamoramiento", como los define Francesco Alberoni, definiciones a las que agregué, en mis LECTOR LUDI- 30 y 31, que son estados mediante los cuales los Homo-Humanos se transforman y renuevan en el desarrollo de ese proceso de revelación del horizonte -zambraniano-, nunca alcanzado y en respuesta a la infelicidad y el absurdo existencialista que es siempre el presente.
Es necesario aclarar que, bajo ninguna circunstancia, ni estos reinos ni estos estados, ni son ni están, de acuerdo con las definiciones antes referidas, en los campos de la ilusión; son y están en lo concreto y lo real de aquello que "debe ser" para la humanidad, así se esté explorando en el deseo y en la imaginación.
Los creadores, los poetas y los pensadores, son aquellos Homo-Humanos cuya labor y servicio a la humanidad consiste en crear e inventar los nuevos mundos que se van a habitar; desvelar y revelar lo que todavía no ha sido visto ni revelado; definir y explicar lo que tendrá que ser explicado y definido, y criticar todo aquello que atente contra el derecho a una existencia digna, para que, de esa manera, se pueda avanzar, cada día, hacia el destino trascendente de Ser Humanos, ese sueño siempre a la mano, siempre inaccesible.
SUEÑOS, PESADILLAS Y ENSUEÑOS
"Humanos, demasiado humanos", los creadores, los poetas y los pensadores, son también víctimas y victimarios de sus sueños, pues el destino de todo sueño es convertirse en pesadilla cuando se realiza.
O, si no, qué ha sido, en todos estos siglos, de los sueños de tantos e inconmensurables creadores, poetas, pensadores, como Homero, Píndaro, Pitágoras, Euclides, Platón, Aristóteles, Diógenes, Epicuro, Sófocles, Aristófanes, Buda, Confucio, Cristo, Pablo, Séneca, Marco Aurelio, Viriglio, Agustín, Petrarca, Dante, Avicena, Averroes, Maimónides, Tomás, Maquiavelo, Vico, Cusa, Copérnico, Galileo, Kepler, Bruno, Rabelais, Bacon, Descartes, Shakespeare, Cervantes, San Juan de la Cruz, Quevedo, Lope, Spinoza, Leibniz, Hobbes, Newton, Voltaire, Rousseau, Diderot, Sade, Kant, Hegel, Goethe, Hölderlin, Novalis, Emerson, Melville, Hawthorne, Poe, Balzac, Tolstoi, Dostoievski, Baudelaire, Rimbaud, Nietzsche, Rilke, Pasteur, Fleming, Einstein, Turing, Proust, Mann, Russell, Sartre, Camus, Kawabata, Mendel, Watson y Crick, en fin, aquellos tantos que desde antes y hasta ahora, han cambiado y cambian cada día, con sus ciencias, poesías, literaturas y pensamientos, eso que llamamos la existencia de la humanidad.
Entre sueños y pesadillas, sólo el ensueño es el presente posible y feliz para el Homo-Humano.
HISTORIA DEL DESASOSIEGO
O, también, que ha sido de los sueños de aquellos otros que, una vez revelado y conquistado un horizonte, creyeron, ingenuamente, que el "estado naciente" y el "enamoramiento", durarían para siempre y pagaron su inocencia o con su desgracia o con su vida o con ambas.
Esa lista, también sería extensa. O, si no, para mencionar sólo tres acontecimientos ejemplarizantes, recuérdese a aquellos que inspiraron y participaron en los horizontes revelados y conquistados por los sueños de la Revolución Francesa, la Revolución Rusa o la Revolución Cubana, y que muy pronto se convirtieron en las víctimas de quienes bien saben que "los sueños sueños son" y que el "estado naciente" es un instante de éxtasis efímero en el tiempo de la historia.
Pero, peor, qué ha sido de las pesadillas que inspiraron tantos otros creadores, poetas, pensadores, que no tuvieron la luz suficiente para separar sus sueños de su condición de Homo-Político y los confundieron con los intereses del poder, por gusto, miedo o debilidad, y vendieron sus consciencias, creando ciencias para el terror y la infamia; escribiendo poemas y relatos glorificantes de las inhumanidades de los poderosos, o razonando sistemas e ideologías con los cuales justificar, legitimar y mantener, el poder de los poderosos.
¿DE QUÉ COMPROMISO...?
Ser Homo-Humanos es ya un compromiso... Pero, ¿de qué compromiso se habla cuando de comprometerse se trata? ¿Cuál debe ser el compromiso de creadores, poetas, pensadores?
Por supuesto, esta polémica, nunca dirimible, ha sido, en mucho, mejor definida y argumentada a partir de Sartre y Camus, cuyas posiciones han servido de punto de apoyo a tantos otros que siguen intentando encontrar el último lugar habitable para creadores, poetas, pensadores, y en resumidas cuentas para la humanidad.
De ninguna manera, el compromiso de Sartre al servicio de las causas de poder. Ese poder instaurado tras la expulsión del paraíso y la condena a conquistar la "tierra prometida" (*).
Sin embargo, en esa posición queda pendiente la respuesta a la pregunta: ¿Es justo o no, morir por los sueños o dejarse masacrar por las pesadillas de otros sin defensa alguna?
De Camus, mucho mejor. Su posición, en buena parte, se inspira en "aquellos tiempos sin historia" cuando el Homo-Humano vivía en solidaridad (*) y no tenía que hacerse masacrar ni masacrar a los demás en su lucha contra el miedo y la necesidad (*).
De Camus, suscribo su ensayo sobre el compromiso del intelectual, salvo cuando, como tales, creadores, poetas, pensadores, hacen política del presente y abandonan su estado ideal. Dice Camus:
"Por el solo hecho de existir, la obra de arte niega las conquistas de la ideología. La acción política y la creación son las dos caras de una misma rebelión contra los desórdenes del mundo. En ambos casos se quiere dar al mundo su unidad. Pero lo que busca el conquistador de izquierda o derecha no es la unidad, que representa ante todo la armonía de los contrarios, sino la totalidad, que es el aplastamiento de las diferencias. El artista distingue allí donde el conquistador nivela. El artista que vive y crea al nivel de la carne y de la pasión, sabe que nada es simple y que lo otro existe. El conquistador quiere que lo otro no exista; para él el mundo es un mundo de amos y esclavos. El mundo del artista es el del debate vivo, el de la comprensión. He aquí por qué es vano e irrisorio pedirnos justificación y compromiso (esto es, engagement, enrolamiento, militancia sectaria cerrada). El artista es, por función misma, testigo de la libertad".
Y, me comprometo: creadores, poetas, pensadores son: Profetas del horizonte en permanente "estado naciente" y "enamoramiento".
(*) Ver LECTOR LUDI-37
Creadores, poetas y pensadores en la política: los desterrados en su propio solar
- Políticamente, ¿cuál es el lugar de los creadores, poetas y pensadores?:
- Ni en la torre de marfil, ni agitando banderas, ni en el monte de fusil al hombro,
- Su obra debe ser la revelación del horizonte y la crítica al absurdo e infelicidad del presente
- Su estado ideal es el "enamoramiento", vivir el sueño antes de la pesadilla
- Pero, ¿de qué compromiso se habla cuando de comprometerse se trata?
- ¿Cuál debe ser el compromiso de creadores, poetas, pensadores?
- La "vieja" polémica Sartre-Camus sobre el compromiso del intelectual
Por Iván Rodrigo García Palacios
Los creadores, los poetas y los pensadores, como tales, pareciera que no tienen un lugar de reconocimiento en el mundo de lo político; siempre, para el poder, son amigos o enemigos, sus obras o benefician o perjudican a la humanidad, "según el color del cristal con que se mire" y a la luz de los intereses particulares de los poderosos.
El poder, su ambición y tentación, siempre ahí, vistiendo al desnudo emperador, a quien sólo ven y denuncian la inocencia de aquellos que son como los niños. Aquellos que saben que para el poder no existen términos medios, todo es interés particular: beneficios vestidos de ideología a los que es necesario desnudar permanentemente antes de que se conviertan en utilidad de unos pocos.
Como Homo-Humanos, los creadores, los poetas y los pensadores son parte de la humanidad. Como ciudadanos, son Homo-Político y pueden sacrificar su vida al servicio de cualquier causa. Pero como tales y en el ejercicio de su actividad, creadora, poética o filosófica, sólo deben permanecer en los reinos de la utopía y hacer de su obra una revelación, esa revelación, según la definición de María Zambrano, en la que se anticipa el destino de la humanidad, se desvela el horizonte.
Igualmente, los creadores, los poetas y los pensadores deben estar en permanente "estado naciente", en estado de "enamoramiento", como los define Francesco Alberoni, definiciones a las que agregué, en mis LECTOR LUDI- 30 y 31, que son estados mediante los cuales los Homo-Humanos se transforman y renuevan en el desarrollo de ese proceso de revelación del horizonte -zambraniano-, nunca alcanzado y en respuesta a la infelicidad y el absurdo existencialista que es siempre el presente.
Es necesario aclarar que, bajo ninguna circunstancia, ni estos reinos ni estos estados, ni son ni están, de acuerdo con las definiciones antes referidas, en los campos de la ilusión; son y están en lo concreto y lo real de aquello que "debe ser" para la humanidad, así se esté explorando en el deseo y en la imaginación.
Los creadores, los poetas y los pensadores, son aquellos Homo-Humanos cuya labor y servicio a la humanidad consiste en crear e inventar los nuevos mundos que se van a habitar; desvelar y revelar lo que todavía no ha sido visto ni revelado; definir y explicar lo que tendrá que ser explicado y definido, y criticar todo aquello que atente contra el derecho a una existencia digna, para que, de esa manera, se pueda avanzar, cada día, hacia el destino trascendente de Ser Humanos, ese sueño siempre a la mano, siempre inaccesible.
SUEÑOS, PESADILLAS Y ENSUEÑOS
"Humanos, demasiado humanos", los creadores, los poetas y los pensadores, son también víctimas y victimarios de sus sueños, pues el destino de todo sueño es convertirse en pesadilla cuando se realiza.
O, si no, qué ha sido, en todos estos siglos, de los sueños de tantos e inconmensurables creadores, poetas, pensadores, como Homero, Píndaro, Pitágoras, Euclides, Platón, Aristóteles, Diógenes, Epicuro, Sófocles, Aristófanes, Buda, Confucio, Cristo, Pablo, Séneca, Marco Aurelio, Viriglio, Agustín, Petrarca, Dante, Avicena, Averroes, Maimónides, Tomás, Maquiavelo, Vico, Cusa, Copérnico, Galileo, Kepler, Bruno, Rabelais, Bacon, Descartes, Shakespeare, Cervantes, San Juan de la Cruz, Quevedo, Lope, Spinoza, Leibniz, Hobbes, Newton, Voltaire, Rousseau, Diderot, Sade, Kant, Hegel, Goethe, Hölderlin, Novalis, Emerson, Melville, Hawthorne, Poe, Balzac, Tolstoi, Dostoievski, Baudelaire, Rimbaud, Nietzsche, Rilke, Pasteur, Fleming, Einstein, Turing, Proust, Mann, Russell, Sartre, Camus, Kawabata, Mendel, Watson y Crick, en fin, aquellos tantos que desde antes y hasta ahora, han cambiado y cambian cada día, con sus ciencias, poesías, literaturas y pensamientos, eso que llamamos la existencia de la humanidad.
Entre sueños y pesadillas, sólo el ensueño es el presente posible y feliz para el Homo-Humano.
HISTORIA DEL DESASOSIEGO
O, también, que ha sido de los sueños de aquellos otros que, una vez revelado y conquistado un horizonte, creyeron, ingenuamente, que el "estado naciente" y el "enamoramiento", durarían para siempre y pagaron su inocencia o con su desgracia o con su vida o con ambas.
Esa lista, también sería extensa. O, si no, para mencionar sólo tres acontecimientos ejemplarizantes, recuérdese a aquellos que inspiraron y participaron en los horizontes revelados y conquistados por los sueños de la Revolución Francesa, la Revolución Rusa o la Revolución Cubana, y que muy pronto se convirtieron en las víctimas de quienes bien saben que "los sueños sueños son" y que el "estado naciente" es un instante de éxtasis efímero en el tiempo de la historia.
Pero, peor, qué ha sido de las pesadillas que inspiraron tantos otros creadores, poetas, pensadores, que no tuvieron la luz suficiente para separar sus sueños de su condición de Homo-Político y los confundieron con los intereses del poder, por gusto, miedo o debilidad, y vendieron sus consciencias, creando ciencias para el terror y la infamia; escribiendo poemas y relatos glorificantes de las inhumanidades de los poderosos, o razonando sistemas e ideologías con los cuales justificar, legitimar y mantener, el poder de los poderosos.
¿DE QUÉ COMPROMISO...?
Ser Homo-Humanos es ya un compromiso... Pero, ¿de qué compromiso se habla cuando de comprometerse se trata? ¿Cuál debe ser el compromiso de creadores, poetas, pensadores?
Por supuesto, esta polémica, nunca dirimible, ha sido, en mucho, mejor definida y argumentada a partir de Sartre y Camus, cuyas posiciones han servido de punto de apoyo a tantos otros que siguen intentando encontrar el último lugar habitable para creadores, poetas, pensadores, y en resumidas cuentas para la humanidad.
De ninguna manera, el compromiso de Sartre al servicio de las causas de poder. Ese poder instaurado tras la expulsión del paraíso y la condena a conquistar la "tierra prometida" (*).
Sin embargo, en esa posición queda pendiente la respuesta a la pregunta: ¿Es justo o no, morir por los sueños o dejarse masacrar por las pesadillas de otros sin defensa alguna?
De Camus, mucho mejor. Su posición, en buena parte, se inspira en "aquellos tiempos sin historia" cuando el Homo-Humano vivía en solidaridad (*) y no tenía que hacerse masacrar ni masacrar a los demás en su lucha contra el miedo y la necesidad (*).
De Camus, suscribo su ensayo sobre el compromiso del intelectual, salvo cuando, como tales, creadores, poetas, pensadores, hacen política del presente y abandonan su estado ideal. Dice Camus:
"Por el solo hecho de existir, la obra de arte niega las conquistas de la ideología. La acción política y la creación son las dos caras de una misma rebelión contra los desórdenes del mundo. En ambos casos se quiere dar al mundo su unidad. Pero lo que busca el conquistador de izquierda o derecha no es la unidad, que representa ante todo la armonía de los contrarios, sino la totalidad, que es el aplastamiento de las diferencias. El artista distingue allí donde el conquistador nivela. El artista que vive y crea al nivel de la carne y de la pasión, sabe que nada es simple y que lo otro existe. El conquistador quiere que lo otro no exista; para él el mundo es un mundo de amos y esclavos. El mundo del artista es el del debate vivo, el de la comprensión. He aquí por qué es vano e irrisorio pedirnos justificación y compromiso (esto es, engagement, enrolamiento, militancia sectaria cerrada). El artista es, por función misma, testigo de la libertad".
Y, me comprometo: creadores, poetas, pensadores son: Profetas del horizonte en permanente "estado naciente" y "enamoramiento".
(*) Ver LECTOR LUDI-37
13 de octubre de 2006
LECTOR LUDI-38
La historia cultural colombiana, entre el "espíritu de frustración" y la resignación católica
- Lamentos al rededor de una reseña
- Sugerencias para una lectura de nuestro "espíritu de frustración"
- La censura y el comadreo cultural
Por Iván Rodrigo García Palacios
Título: Tumbas sin sosiego, revolución, disidencia y exilio del intelectual cubano
Autor: Rafael Rojas
Editorial: Anagrama, Barcelona, (2006), 508 p.
Leyendo el libro del cubano Rafael Rojas, "Tumbas sin sosiego, revolución, disidencia y exilio del intelectual cubano" (Anagrama, Barcelona, 2006), que analiza esa otra guerra, la de la memoria, en la que los cubanos -los del exilio, los de la isla y los de las nuevas generaciones que, tanto adentro como afuera, ya son otros cubanos- se disputan, a muerte, al igual que en lo político -o, ¿será que todo es política?-, el derecho a considerarse los legítimos herederos y dueños del imaginario de su identidad y de su historia. O, por el contrario, a sentir que el tal legado se ha perdido, usurpado y olvidado, en una historia de quinientos años de conquistas, expropiaciones, dictaduras y totalitarismos.
En este amplio trabajo, Rafael Rojas, analiza las relaciones del imaginario cubano, en los últimos ciento y pico de años, con la cultura, los intelectuales de las distintas épocas, el poder, la política, la religión, etc., para mirar el gran escenario en el cual se debaten las diversas representaciones del pueblo de la Cuba actual -al interior y al exterior-, y lo qué le espera en un cercano futuro.
Es un libro delicioso para aquellos LECTOR LUDI aficionados a conocer los entresijos de la historia y, mucho más, la de los pueblos cercanos, tan parecida, en tantas cosas, a la colombiana. O que, por lo menos, invite a pensar que la tragedia de los pueblos de América Latina se parece y relaciona en una espiral de vasos comunicantes de nunca acabar.
UN MURO DE LAMENTACIONES
Es en ese sentido que expreso mis lamentos sin cura ni remedio.
Plantea, Rafael Rojas, el "espíritu de frustración" que se ha ido asentando en la mente de los cubanos ante el fracaso de las revoluciones que han marcado la historia de Cuba desde el intento separatista de 1868, que en 1895 se mitifican en la figura de José Martí, la misma que ha sido usurpada por las revoluciones del siglo XX -republicanas, socialistas y comunistas-, que culminan en 1959, con el derrocamiento de Batista por parte de Fidel Castro y sus guerrilleros y que instaura su gobierno comunista, ahora ya en vísperas de no se sabe qué.
A ese "espíritu de frustración" se agrega, entre muchas otras cosas, la idea o ideología de la resignación católica impuesta por los españoles a todas las gentes del imperio desde su descubrimiento y conquista en 1492 y subvertida, a medias, por las luchas independentistas del siglo XIX. Ideología que nace con la formación de la iglesia católica en la Edad Media y se rompe con la Reforma, que separa religión y política, con la consecuencia de separar las visiones de la conformación y manejo del Estado y el gobierno, en los pueblos anglosajones, pero mantiene el estado de sumisión, a una y otra, en los pueblos dominados por poderes afectos al catolicismo bajo la hegemonía española.
En fin, una más entre las múltiples hipótesis propuestas para entender y explicar la naturaleza de las identidades míticas y culturales de los pueblos occidentales y tropicales en su comportamiento individual, social y político. Múltiples hipótesis que han incluido tan diversos elementos de explicación como la genética, la geografía, el clima, la geología, la economía, etc., y de las que podría decirse con Quevedo: "Todo depende del color del cristal con que se mire".
LA FRUSTRACIÓN COLOMBIANA
Independiente de lo anterior y aparte de las diferencias y las similitudes entre los cubanos y su historia con los colombianos y la suya, se me ocurre pensar, a través del modelo de Rafael Rojas, que si bien los casos son diferentes, el "espíritu de frustración" y resignación católica, pueden ser los mismos, con la diferencia histórica de que en Cuba las revoluciones han estado separadas por significativos períodos temporales, pero que para el caso colombiano se podría decir que, dada la sucesión ininterrumpida de frustradas, pequeñas o grandes, revueltas, rebeliones y revoluciones (para no hablar de esos tremendos desbarajustes que causan las guerras de todo tipo de grupos mafiosos y de delincuencia organizada que ocasionalmente se desbordan en su poder e intereses hasta poner en vilo a la sociedad, el estado y los gobiernos), ese "espíritu de frustración" es un continuo emocional e histórico, al que, ni el más obcecado optimista, se atrevería a fijarle un final.
En esas condiciones, me atrevo a decir que, mítica, cultural, políticamente, etc., en Colombia somos como un nadie en la mitad de ninguna parte. Un pueblo resignado y frustrado, siempre a la espera y sin esperanza, sin tan siquiera mitologías de redención. Un pueblo de gentes resignadas a esperar que el día de mañana no sea peor que el de hoy: Macondo, Los Buendía, los Cien y más años de soledad, de los que dan cuenta literatura y poesía. En fin, casi un pueblo sin memoria...
... ¿La memoria colombiana? O, un revoltijo en el que todos quieren meter la mano para sus propios intereses. O, una peste de olvidos sucesivos que ni peste del olvido de Macondo.
O, sino, hágase sólo el análisis crítico de la historia de la literatura y la poesía colombiana, siempre frustrada en los escamoteos, ya por dos siglos, de la identidad mítica y cultural, en las incontables guerras civiles de pequeñas elites burguesas arribistas, emergentes, corruptas, mafiosas, delincuenciales, por pequeños y mezquinos intereses, en una lucha sin fin por tomarse el poder político y económico total, sin lograrlo nunca y arrasando de paso, anímica, física y culturalmente, al pueblo, al país, a la nación, al Estado y a cualquier posibilidad de esperanza.
Para mencionar sólo algunos ejemplos en esa historia y dejar abierta la lista, para que cada cual realice su propia lectura crítica, sugiero las obras de Rafael Pombo, Vargas Vila, José Asunción Silva, Tomás Carrasquilla, León de Greiff, Fernando González, Porfirio Barba Jacob, J. A. Osorio Lizarazo, César Uribe Piedrahita, Gabriel García Márquez, Héctor Rojas Erazo, Arturo Echeverri Mejía, Manuel Mejía Vallejo, Pedro Gómez Valderrama, Germán Espinosa, Fernando Vallejo, Tomás González, Efraim Medina Reyes...
Representan distintas épocas y frustraciones de la historia cultural colombiana. Son todos los que son, pero cada cual puede hacer su propia lista y lectura.
LA CENSURA
El más conocido instrumento del escamoteo cultural y propiamente literario, ha sido la aplicación de mecanismos de censura, que tanto en Colombia como en la Cuba de las dictaduras y la revolución de Fidel Castro, se ha aplicado en sus diferentes niveles, desde la marginación y aislamiento de escritores, poetas e intelectuales, hasta la represión total, encarcelamiento, destierro y hasta asesinato.
Pero existe un mecanismo de censura, que si bien existe en casi todas partes, en Colombia se destaca por su fastidiosa y cursi aplicación, y ese es el de las camarillas y "roscas", círculos de amigos privilegiados que se autoelogian y se autolegitiman para beneficiarse y aprovecharse de los recursos disponibles, tanto privados como estatales.
El ejemplo más grotesco es el del expresidente colombiano, Belisario Betancur Cuartas, que aprovechando su condición e influencias, se convirtió en dueño y dictador de las instituciones estatales dedicadas al fomento y apoyo de las actividades culturales y artísticas colombianas y, sólo aquellos de su camarilla y "rosca", disfrutan del tal fomento y apoyo. Suyo parece ser el Ministerio de la Cultura.
En fin, un cuento de nunca acabar.
La historia cultural colombiana, entre el "espíritu de frustración" y la resignación católica
- Lamentos al rededor de una reseña
- Sugerencias para una lectura de nuestro "espíritu de frustración"
- La censura y el comadreo cultural
Por Iván Rodrigo García Palacios
Título: Tumbas sin sosiego, revolución, disidencia y exilio del intelectual cubano
Autor: Rafael Rojas
Editorial: Anagrama, Barcelona, (2006), 508 p.
Leyendo el libro del cubano Rafael Rojas, "Tumbas sin sosiego, revolución, disidencia y exilio del intelectual cubano" (Anagrama, Barcelona, 2006), que analiza esa otra guerra, la de la memoria, en la que los cubanos -los del exilio, los de la isla y los de las nuevas generaciones que, tanto adentro como afuera, ya son otros cubanos- se disputan, a muerte, al igual que en lo político -o, ¿será que todo es política?-, el derecho a considerarse los legítimos herederos y dueños del imaginario de su identidad y de su historia. O, por el contrario, a sentir que el tal legado se ha perdido, usurpado y olvidado, en una historia de quinientos años de conquistas, expropiaciones, dictaduras y totalitarismos.
En este amplio trabajo, Rafael Rojas, analiza las relaciones del imaginario cubano, en los últimos ciento y pico de años, con la cultura, los intelectuales de las distintas épocas, el poder, la política, la religión, etc., para mirar el gran escenario en el cual se debaten las diversas representaciones del pueblo de la Cuba actual -al interior y al exterior-, y lo qué le espera en un cercano futuro.
Es un libro delicioso para aquellos LECTOR LUDI aficionados a conocer los entresijos de la historia y, mucho más, la de los pueblos cercanos, tan parecida, en tantas cosas, a la colombiana. O que, por lo menos, invite a pensar que la tragedia de los pueblos de América Latina se parece y relaciona en una espiral de vasos comunicantes de nunca acabar.
UN MURO DE LAMENTACIONES
Es en ese sentido que expreso mis lamentos sin cura ni remedio.
Plantea, Rafael Rojas, el "espíritu de frustración" que se ha ido asentando en la mente de los cubanos ante el fracaso de las revoluciones que han marcado la historia de Cuba desde el intento separatista de 1868, que en 1895 se mitifican en la figura de José Martí, la misma que ha sido usurpada por las revoluciones del siglo XX -republicanas, socialistas y comunistas-, que culminan en 1959, con el derrocamiento de Batista por parte de Fidel Castro y sus guerrilleros y que instaura su gobierno comunista, ahora ya en vísperas de no se sabe qué.
A ese "espíritu de frustración" se agrega, entre muchas otras cosas, la idea o ideología de la resignación católica impuesta por los españoles a todas las gentes del imperio desde su descubrimiento y conquista en 1492 y subvertida, a medias, por las luchas independentistas del siglo XIX. Ideología que nace con la formación de la iglesia católica en la Edad Media y se rompe con la Reforma, que separa religión y política, con la consecuencia de separar las visiones de la conformación y manejo del Estado y el gobierno, en los pueblos anglosajones, pero mantiene el estado de sumisión, a una y otra, en los pueblos dominados por poderes afectos al catolicismo bajo la hegemonía española.
En fin, una más entre las múltiples hipótesis propuestas para entender y explicar la naturaleza de las identidades míticas y culturales de los pueblos occidentales y tropicales en su comportamiento individual, social y político. Múltiples hipótesis que han incluido tan diversos elementos de explicación como la genética, la geografía, el clima, la geología, la economía, etc., y de las que podría decirse con Quevedo: "Todo depende del color del cristal con que se mire".
LA FRUSTRACIÓN COLOMBIANA
Independiente de lo anterior y aparte de las diferencias y las similitudes entre los cubanos y su historia con los colombianos y la suya, se me ocurre pensar, a través del modelo de Rafael Rojas, que si bien los casos son diferentes, el "espíritu de frustración" y resignación católica, pueden ser los mismos, con la diferencia histórica de que en Cuba las revoluciones han estado separadas por significativos períodos temporales, pero que para el caso colombiano se podría decir que, dada la sucesión ininterrumpida de frustradas, pequeñas o grandes, revueltas, rebeliones y revoluciones (para no hablar de esos tremendos desbarajustes que causan las guerras de todo tipo de grupos mafiosos y de delincuencia organizada que ocasionalmente se desbordan en su poder e intereses hasta poner en vilo a la sociedad, el estado y los gobiernos), ese "espíritu de frustración" es un continuo emocional e histórico, al que, ni el más obcecado optimista, se atrevería a fijarle un final.
En esas condiciones, me atrevo a decir que, mítica, cultural, políticamente, etc., en Colombia somos como un nadie en la mitad de ninguna parte. Un pueblo resignado y frustrado, siempre a la espera y sin esperanza, sin tan siquiera mitologías de redención. Un pueblo de gentes resignadas a esperar que el día de mañana no sea peor que el de hoy: Macondo, Los Buendía, los Cien y más años de soledad, de los que dan cuenta literatura y poesía. En fin, casi un pueblo sin memoria...
... ¿La memoria colombiana? O, un revoltijo en el que todos quieren meter la mano para sus propios intereses. O, una peste de olvidos sucesivos que ni peste del olvido de Macondo.
O, sino, hágase sólo el análisis crítico de la historia de la literatura y la poesía colombiana, siempre frustrada en los escamoteos, ya por dos siglos, de la identidad mítica y cultural, en las incontables guerras civiles de pequeñas elites burguesas arribistas, emergentes, corruptas, mafiosas, delincuenciales, por pequeños y mezquinos intereses, en una lucha sin fin por tomarse el poder político y económico total, sin lograrlo nunca y arrasando de paso, anímica, física y culturalmente, al pueblo, al país, a la nación, al Estado y a cualquier posibilidad de esperanza.
Para mencionar sólo algunos ejemplos en esa historia y dejar abierta la lista, para que cada cual realice su propia lectura crítica, sugiero las obras de Rafael Pombo, Vargas Vila, José Asunción Silva, Tomás Carrasquilla, León de Greiff, Fernando González, Porfirio Barba Jacob, J. A. Osorio Lizarazo, César Uribe Piedrahita, Gabriel García Márquez, Héctor Rojas Erazo, Arturo Echeverri Mejía, Manuel Mejía Vallejo, Pedro Gómez Valderrama, Germán Espinosa, Fernando Vallejo, Tomás González, Efraim Medina Reyes...
Representan distintas épocas y frustraciones de la historia cultural colombiana. Son todos los que son, pero cada cual puede hacer su propia lista y lectura.
LA CENSURA
El más conocido instrumento del escamoteo cultural y propiamente literario, ha sido la aplicación de mecanismos de censura, que tanto en Colombia como en la Cuba de las dictaduras y la revolución de Fidel Castro, se ha aplicado en sus diferentes niveles, desde la marginación y aislamiento de escritores, poetas e intelectuales, hasta la represión total, encarcelamiento, destierro y hasta asesinato.
Pero existe un mecanismo de censura, que si bien existe en casi todas partes, en Colombia se destaca por su fastidiosa y cursi aplicación, y ese es el de las camarillas y "roscas", círculos de amigos privilegiados que se autoelogian y se autolegitiman para beneficiarse y aprovecharse de los recursos disponibles, tanto privados como estatales.
El ejemplo más grotesco es el del expresidente colombiano, Belisario Betancur Cuartas, que aprovechando su condición e influencias, se convirtió en dueño y dictador de las instituciones estatales dedicadas al fomento y apoyo de las actividades culturales y artísticas colombianas y, sólo aquellos de su camarilla y "rosca", disfrutan del tal fomento y apoyo. Suyo parece ser el Ministerio de la Cultura.
En fin, un cuento de nunca acabar.
8 de octubre de 2006
LECTOR LUDI-37
La Solidaridad como Razón,
única defensa real
contra el miedo y la necesidad
- El universo es la constante cópula de materia y energía
- Como Razón, la Solidaridad es el primer conocimiento de lo real
- La Razón Solidaria: Conocerse, conocer al otro, conocer al mundo, e imaginar...
- Y, luego, unirlo todo para repartirlo, por igual, entre todos.
-Del paraíso perdido de la solidaridad, a la tierra prometida del poder
Por Iván Rodrigo García Palacios
UN PAR DE PARÁBOLAS
Dos hombres, en medio de ninguna parte y en estado de casi total de inanición, sólo tienen un pedazo de pan y un trago de agua.
Las probabilidades, en diferentes grados, son: o sólo uno come y bebe, o se reparten el magro alimento y bebida.
Hace setenta mil años la especie humana estuvo al borde de la extinción, sólo un pequeño grupo de dos o tres mil Homo Sapiens Sapiens, sobrevivientes de un gigantesco cataclismo, se refugiaron en los acantilados de una remota región del extremo sur de África y, cuando las condiciones fueron convenientes, empezaron a migrar hacia el norte, como Homo-Humanos (hombres modernos). La actual humanidad.
¿Cómo lograron sobrevivir? La única explicación humana, es que repartieron el magro alimento y se protegieron entre ellos, construyendo, con las capacidades y potencialidades recientemente adquiridas, una "burbuja" mental y emocional que los convocaba a alcanzar el propósito inevitable de sobrevivir y mejorar sus condiciones de sobrevivencia y reproducción, fines fundamentales para la vida.
Posteriormente, a estos fines fundamentales, se agregaron otros fines, creados por la mente y para complementar a los anteriores: la superación del dolor y el miedo; disfrutar el bienestar y el placer; vencer la muerte. En fin, la imaginación continúa siendo el límite.
La Solidaridad no es ni emoción, ni pasión, ni sentimiento, es una propiedad de la materia y de la energía que rompen la inercia para unirse y formar nuevos objetos. Cuando materia y energía se transforman en materia viva, en ser vivo, en organismo y, específicamente, en Homo-Humano, adquieren una nueva dimensión, una dinámica, que sólo la mente humana puede dirigir hacia la construcción o la destrucción. Razón, Voluntad y Acción, en armonía y conflicto.
Pero, así como las leyes de la Solidaridad, físicas, químicas, biológicas y, las que rigen lo humano, conducen a la unión que produce un orden, igualmente, es propiedad de la materia y de la energía el que se separe esa unidad y se produzca una ruptura del orden. Esas son las leyes de lo que llamo el Egoísmo, el que se rige por las leyes contrarias a las de la Solidaridad y que, en su actuar, conducen de regreso la materia a la materia y la energía a la energía.
Como todo en el universo, construir y destruir es la constante y, en los intermedios del tiempo y el espacio, la existencia de los seres y de los objetos, en el juego de la cópula constante e inconmensurable de materia y energía.
La condición humana no es ajena a estas leyes, sólo que el Homo-Humano tiene el poder de intervenir y alterar aquellas condiciones para su beneficio o su perjuicio y, fue así, como en el devenir histórico, se encargó de que se fuera disolviendo aquella Solidaridad primigenia de los humanos, la sustancia primordial de aquel vínculo original, para irla remplazando, ya no por la unión voluntaria, sino por la reunión obligada, por la imposición, por la fuerza, por el poder. Y, el Ser Humanos, dejó de ser humanidad, para convertirse en multitud de humanos solitarios.
SOLIDARIDAD BIOLÓGICA
La Solidaridad, como una cualidad primordial de la materia y la energía orgánica, se despliega en la historia de la humanidad en el momento de la unión de las dos primeras partículas vivas y, a partir de entonces, la vida en la tierra ha evolucionado por esa unión solidaria, hasta alcanzar, con el cerebro, la máxima complejidad, conocida hasta el momento.
Pero, una es la solidaridad de la materia y la energía inertes u orgánicas, regida exclusivamente por las leyes biológicas, físicas y químicas y, otra es la Solidaridad consciente del cerebro que, a esas leyes primordiales, agrega otras leyes, las leyes de la especie, a las que ya puede controlar y modificar.
Es necesario que las especies con cerebro posean conciencia. Conciencia mínima de solidaridad de especie que, a medida que el cerebro se hace más complejo, expande su grado de complejidad, la misma complejidad variable de la solidaridad que se puede observar en todas y cada una de las especies animales y que, en el Homo-Humano, llega hasta las fronteras más lejanas: la imaginación y la metafísica.
Y, es aquí, donde la Solidaridad, más que un conocer, es un reconocer y reconocerse en los Otros. Reconocer que se es parte de un todo en el que cada cual es diferente pero que en su totalidad conforman un Uno, "El Todo es Uno", que dijera el viejo Jenófanes. Un Uno en el que cada individuo realiza su destino, el de la especie y el de las comunidades que conforma.
Células que forman órganos, órganos que conforman un cuerpo, cuerpos que engendran cuerpos; mí cuerpo y mí mente, que ya no están solos y atemorizados.
Porque la Solidaridad es, biológica y mentalmente, unión contra el miedo y la necesidad.
Porque, para vencer el miedo y la necesidad, es necesario ser solidarios, en principio, sólo solidarios.
Porque a la Solidaridad se la ha confundido o atado con otras pasiones, sentimientos e intereses de humanidad: la compasión, la piedad, la caridad, el altruismo, en fin, que, sin ser necesarias para los fines de la Solidaridad, la adornan y extienden su sentido más allá, a regiones donde la razón no alcanza, pero en las cuales, el Ser Humanos, se manifiesta como la realidad existente, total, que la razón no puede ni describir ni explicar. Ese momento, en cualquier parte del tiempo de la historia de la humanidad, en que dos humanos se reconocen y deciden que se necesitan, incondicionalmente, para ser y sobrevivir.
O, mejor, hasta el punto que aquellos dos hombres decidan conscientemente, repartir o no, el pan y el agua... sólo porque saben que se necesitan, el uno al otro, para Ser Humanos. Y, en ese instante, suspenden los cauces de la historia y subvierten las leyes de las religiones, los poderes, las ideologías y nace otra historia y otra humanidad. Y, para ello, la Razón no posee razones.
Porque la Ley de la Solidaridad, concreta y real como ella, es enfrentarse a la Ley del Egoísmo y, por el imperativo de sobrevivir, compartiendo miedo y necesidad, neutralizarlo. Es ese egoísmo, igualmente, biológico, regido por sus leyes e incluido en la mente con las mismas condiciones, es decir que, igualmente, se relaciona y confunde con las pasiones y los sentimientos negativos.
Y, he dicho repartir y no compartir. Sobrevivir es una necesidad imperante que necesita imperantemente de la Solidaridad, así y todo, la condición humana combina la necesidad con la sensibilidad...
... Y, aquí empieza el territorio de las emociones, las pasiones, los sentimientos, en fin, aquellos lugares misteriosos a la razón, pero sustanciales al sentido de la vida y el existir.
DEL PARAÍSO PERDIDO...
En la historia de la Solidaridad puede pensarse que existió un punto de quiebre en el cual se definió y categorizó su ejercicio: el momento de la expulsión del paraíso.
De la antigua Solidaridad Ideal que sólo repartía el pan y el agua y apaciguaba el miedo y la necesidad, se pasó a establecer distintos tipos de congregación: por conveniencia o por jerarquía o por la fuerza.
La Solidaridad es la decisión voluntaria y espontánea de unir fortalezas y debilidades para así enfrentar al miedo y la necesidad. Es la "Ley de la Madre", que reparte por igual y porque sí. La solidaridad, une.
Por su parte, la congregación, que si bien puede tener un origen solidario, se mantiene unida por el compromiso, la obligación, la ideología, impuestos por la fuerza y la violencia. Esa es la "Ley del Padre", que comparte -no que reparte- por las normas de la justicia que ella misma ha dictado. La congregación, reúne.
Es ese instante, el de la imposición de la "Ley del Padre", en el cual el humano se queda sólo, esa soledad de uno en medio de la multitud. Ha perdido el paraíso de la Solidaridad, ese territorio de la nostalgia que da origen a lo sagrado y, al cual y desde su expulsión, el Homo-Humano busca, "casi" que inútilmente, regresar por toda clase de caminos y senderos: el sometimiento y adoración a dioses y héroes; el dominio de la vida y la materia; la imaginación de supra o inframundos; la soberbia de considerarse dios o demonio o, al menos, ángel.
Todo inútil, la puerta del paraíso se cerró indefinidamente en el momento en que se consideró que, a pesar de saber que, siendo hijos de una misma madre, unos son superiores a otros y que estos otros son de libre disposición y utilización, herramientas creadas por la mente para enfrentar el miedo y la necesidad de uno en perjuicio del otro.
... A LA TIERRA PROMETIDA
Pero, así como la "Ley de la Madre" se fundaba sobre el paraíso, real y concreto, de la Solidaridad, la "Ley del Padre" debió sustituirlo, en el imaginario, no por una realidad concreta, que no podía efectivamente ofrecer, si no por una promesa, imposible de cumplir, suficiente para congregar y esclavizar: el mito de la tierra prometida. Un mito que sustituye a otro, instrumentalizándolo tal cual como el original.
Una tierra prometida que escamoteaba aquella Solidaridad, capaz de enfrentar el miedo y la necesidad con el poder de la unión de fortalezas y debilidades del "uno para todos y todos para uno", para remplazarla por espejismos de poder jerarquizado de castas, de guerreros y de sacerdotes. Los primeros con sus ideologías, los segundos, con sus patriotismos y, los terceros, con sus cielos e infiernos. Y, todos ellos reunidos, al costo del dolor y la penuria de los ingenuos y de los inocentes.
La tierra prometida, un lugar sin lugar en el cual el miedo y la necesidad han sido trasladados del mundo exterior al interior de las frágiles mentes humanas, como instrumentos de dominación y explotación.
Desde aquel entonces, el Homo-Humano es un nómada, un exiliado del paraíso que se siente extraño en todo lugar y en todo tiempo desde el instante mismo en que es expulsado de las entrañas de la madre y es condenado a buscar una tierra prometida que no existe mas que en el deseo de su imaginación, pero que por alcanzarla y conquistarla ha masacrado y ha sido masacrado por miles de años.
-------------
(*) "Luego ningunos cuerpos se aniquilan:
Pues la naturaleza los rehace,
Y con la muerte de unos otros engendra".
La Solidaridad como Razón,
única defensa real
contra el miedo y la necesidad
- El universo es la constante cópula de materia y energía
- Como Razón, la Solidaridad es el primer conocimiento de lo real
- La Razón Solidaria: Conocerse, conocer al otro, conocer al mundo, e imaginar...
- Y, luego, unirlo todo para repartirlo, por igual, entre todos.
-Del paraíso perdido de la solidaridad, a la tierra prometida del poder
Por Iván Rodrigo García Palacios
"Alid ex alio reficit natura, nec ullam
Rem gigni patitur, nisi morte adiunta aliena"
Lucrecio, I, 264,265 (*)
Rem gigni patitur, nisi morte adiunta aliena"
Lucrecio, I, 264,265 (*)
UN PAR DE PARÁBOLAS
Dos hombres, en medio de ninguna parte y en estado de casi total de inanición, sólo tienen un pedazo de pan y un trago de agua.
Las probabilidades, en diferentes grados, son: o sólo uno come y bebe, o se reparten el magro alimento y bebida.
Hace setenta mil años la especie humana estuvo al borde de la extinción, sólo un pequeño grupo de dos o tres mil Homo Sapiens Sapiens, sobrevivientes de un gigantesco cataclismo, se refugiaron en los acantilados de una remota región del extremo sur de África y, cuando las condiciones fueron convenientes, empezaron a migrar hacia el norte, como Homo-Humanos (hombres modernos). La actual humanidad.
¿Cómo lograron sobrevivir? La única explicación humana, es que repartieron el magro alimento y se protegieron entre ellos, construyendo, con las capacidades y potencialidades recientemente adquiridas, una "burbuja" mental y emocional que los convocaba a alcanzar el propósito inevitable de sobrevivir y mejorar sus condiciones de sobrevivencia y reproducción, fines fundamentales para la vida.
Posteriormente, a estos fines fundamentales, se agregaron otros fines, creados por la mente y para complementar a los anteriores: la superación del dolor y el miedo; disfrutar el bienestar y el placer; vencer la muerte. En fin, la imaginación continúa siendo el límite.
La Solidaridad no es ni emoción, ni pasión, ni sentimiento, es una propiedad de la materia y de la energía que rompen la inercia para unirse y formar nuevos objetos. Cuando materia y energía se transforman en materia viva, en ser vivo, en organismo y, específicamente, en Homo-Humano, adquieren una nueva dimensión, una dinámica, que sólo la mente humana puede dirigir hacia la construcción o la destrucción. Razón, Voluntad y Acción, en armonía y conflicto.
Pero, así como las leyes de la Solidaridad, físicas, químicas, biológicas y, las que rigen lo humano, conducen a la unión que produce un orden, igualmente, es propiedad de la materia y de la energía el que se separe esa unidad y se produzca una ruptura del orden. Esas son las leyes de lo que llamo el Egoísmo, el que se rige por las leyes contrarias a las de la Solidaridad y que, en su actuar, conducen de regreso la materia a la materia y la energía a la energía.
Como todo en el universo, construir y destruir es la constante y, en los intermedios del tiempo y el espacio, la existencia de los seres y de los objetos, en el juego de la cópula constante e inconmensurable de materia y energía.
La condición humana no es ajena a estas leyes, sólo que el Homo-Humano tiene el poder de intervenir y alterar aquellas condiciones para su beneficio o su perjuicio y, fue así, como en el devenir histórico, se encargó de que se fuera disolviendo aquella Solidaridad primigenia de los humanos, la sustancia primordial de aquel vínculo original, para irla remplazando, ya no por la unión voluntaria, sino por la reunión obligada, por la imposición, por la fuerza, por el poder. Y, el Ser Humanos, dejó de ser humanidad, para convertirse en multitud de humanos solitarios.
SOLIDARIDAD BIOLÓGICA
La Solidaridad, como una cualidad primordial de la materia y la energía orgánica, se despliega en la historia de la humanidad en el momento de la unión de las dos primeras partículas vivas y, a partir de entonces, la vida en la tierra ha evolucionado por esa unión solidaria, hasta alcanzar, con el cerebro, la máxima complejidad, conocida hasta el momento.
Pero, una es la solidaridad de la materia y la energía inertes u orgánicas, regida exclusivamente por las leyes biológicas, físicas y químicas y, otra es la Solidaridad consciente del cerebro que, a esas leyes primordiales, agrega otras leyes, las leyes de la especie, a las que ya puede controlar y modificar.
Es necesario que las especies con cerebro posean conciencia. Conciencia mínima de solidaridad de especie que, a medida que el cerebro se hace más complejo, expande su grado de complejidad, la misma complejidad variable de la solidaridad que se puede observar en todas y cada una de las especies animales y que, en el Homo-Humano, llega hasta las fronteras más lejanas: la imaginación y la metafísica.
Y, es aquí, donde la Solidaridad, más que un conocer, es un reconocer y reconocerse en los Otros. Reconocer que se es parte de un todo en el que cada cual es diferente pero que en su totalidad conforman un Uno, "El Todo es Uno", que dijera el viejo Jenófanes. Un Uno en el que cada individuo realiza su destino, el de la especie y el de las comunidades que conforma.
Células que forman órganos, órganos que conforman un cuerpo, cuerpos que engendran cuerpos; mí cuerpo y mí mente, que ya no están solos y atemorizados.
Porque la Solidaridad es, biológica y mentalmente, unión contra el miedo y la necesidad.
Porque, para vencer el miedo y la necesidad, es necesario ser solidarios, en principio, sólo solidarios.
Porque a la Solidaridad se la ha confundido o atado con otras pasiones, sentimientos e intereses de humanidad: la compasión, la piedad, la caridad, el altruismo, en fin, que, sin ser necesarias para los fines de la Solidaridad, la adornan y extienden su sentido más allá, a regiones donde la razón no alcanza, pero en las cuales, el Ser Humanos, se manifiesta como la realidad existente, total, que la razón no puede ni describir ni explicar. Ese momento, en cualquier parte del tiempo de la historia de la humanidad, en que dos humanos se reconocen y deciden que se necesitan, incondicionalmente, para ser y sobrevivir.
O, mejor, hasta el punto que aquellos dos hombres decidan conscientemente, repartir o no, el pan y el agua... sólo porque saben que se necesitan, el uno al otro, para Ser Humanos. Y, en ese instante, suspenden los cauces de la historia y subvierten las leyes de las religiones, los poderes, las ideologías y nace otra historia y otra humanidad. Y, para ello, la Razón no posee razones.
Porque la Ley de la Solidaridad, concreta y real como ella, es enfrentarse a la Ley del Egoísmo y, por el imperativo de sobrevivir, compartiendo miedo y necesidad, neutralizarlo. Es ese egoísmo, igualmente, biológico, regido por sus leyes e incluido en la mente con las mismas condiciones, es decir que, igualmente, se relaciona y confunde con las pasiones y los sentimientos negativos.
Y, he dicho repartir y no compartir. Sobrevivir es una necesidad imperante que necesita imperantemente de la Solidaridad, así y todo, la condición humana combina la necesidad con la sensibilidad...
... Y, aquí empieza el territorio de las emociones, las pasiones, los sentimientos, en fin, aquellos lugares misteriosos a la razón, pero sustanciales al sentido de la vida y el existir.
DEL PARAÍSO PERDIDO...
En la historia de la Solidaridad puede pensarse que existió un punto de quiebre en el cual se definió y categorizó su ejercicio: el momento de la expulsión del paraíso.
De la antigua Solidaridad Ideal que sólo repartía el pan y el agua y apaciguaba el miedo y la necesidad, se pasó a establecer distintos tipos de congregación: por conveniencia o por jerarquía o por la fuerza.
La Solidaridad es la decisión voluntaria y espontánea de unir fortalezas y debilidades para así enfrentar al miedo y la necesidad. Es la "Ley de la Madre", que reparte por igual y porque sí. La solidaridad, une.
Por su parte, la congregación, que si bien puede tener un origen solidario, se mantiene unida por el compromiso, la obligación, la ideología, impuestos por la fuerza y la violencia. Esa es la "Ley del Padre", que comparte -no que reparte- por las normas de la justicia que ella misma ha dictado. La congregación, reúne.
Es ese instante, el de la imposición de la "Ley del Padre", en el cual el humano se queda sólo, esa soledad de uno en medio de la multitud. Ha perdido el paraíso de la Solidaridad, ese territorio de la nostalgia que da origen a lo sagrado y, al cual y desde su expulsión, el Homo-Humano busca, "casi" que inútilmente, regresar por toda clase de caminos y senderos: el sometimiento y adoración a dioses y héroes; el dominio de la vida y la materia; la imaginación de supra o inframundos; la soberbia de considerarse dios o demonio o, al menos, ángel.
Todo inútil, la puerta del paraíso se cerró indefinidamente en el momento en que se consideró que, a pesar de saber que, siendo hijos de una misma madre, unos son superiores a otros y que estos otros son de libre disposición y utilización, herramientas creadas por la mente para enfrentar el miedo y la necesidad de uno en perjuicio del otro.
... A LA TIERRA PROMETIDA
Pero, así como la "Ley de la Madre" se fundaba sobre el paraíso, real y concreto, de la Solidaridad, la "Ley del Padre" debió sustituirlo, en el imaginario, no por una realidad concreta, que no podía efectivamente ofrecer, si no por una promesa, imposible de cumplir, suficiente para congregar y esclavizar: el mito de la tierra prometida. Un mito que sustituye a otro, instrumentalizándolo tal cual como el original.
Una tierra prometida que escamoteaba aquella Solidaridad, capaz de enfrentar el miedo y la necesidad con el poder de la unión de fortalezas y debilidades del "uno para todos y todos para uno", para remplazarla por espejismos de poder jerarquizado de castas, de guerreros y de sacerdotes. Los primeros con sus ideologías, los segundos, con sus patriotismos y, los terceros, con sus cielos e infiernos. Y, todos ellos reunidos, al costo del dolor y la penuria de los ingenuos y de los inocentes.
La tierra prometida, un lugar sin lugar en el cual el miedo y la necesidad han sido trasladados del mundo exterior al interior de las frágiles mentes humanas, como instrumentos de dominación y explotación.
Desde aquel entonces, el Homo-Humano es un nómada, un exiliado del paraíso que se siente extraño en todo lugar y en todo tiempo desde el instante mismo en que es expulsado de las entrañas de la madre y es condenado a buscar una tierra prometida que no existe mas que en el deseo de su imaginación, pero que por alcanzarla y conquistarla ha masacrado y ha sido masacrado por miles de años.
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(*) "Luego ningunos cuerpos se aniquilan:
Pues la naturaleza los rehace,
Y con la muerte de unos otros engendra".
4 de octubre de 2006
CUADERNO DE CITAS-18
María Zambrano: la razón poética, la razón profética
- Las mujeres y la filosofía
Por Iván Rodrigo García Palacios
Resulta curioso, por no decir extraño, que en la historia de la filosofía se reconozca a tan pocas mujeres como filósofas. No sé si es que no existieron otras, o que a sus obras no se les otorgó tal consideración o, es que esas disciplinas son más un territorio para la exploración de la mente masculina y que estas pocas mujeres, todas ellas en los últimos cien años, son excepciones:
- Edith Stein o Santa Teresa Benedicta de la Cruz (1891-1942), filósofa y teóloga alemana.
- Hannah Arendt (1906-1975), politóloga alemana, nacionalizada estadounidense, reputada por sus obras sobre el totalitarismo y el mundo judío.
- Simone Weil (1909-1943), filósofa francesa, mística y activista política.
- María Zambrano (1907-1991), filósofa española.
No sé si el que tres de ellas se interesaran por la mística pueda tener algún significado, o sea mera coincidencia. Lo cierto es que entre los hombres filósofos, el interés por la mística es diferente.
Igualmente y sobre este asunto de la mística, recomiendo leer, más adelante, la TRIGESIMA CITA que les incluyo, al mismo tiempo que los invito a preguntarse, como lo hago yo, sobre el sentido y comparación que pueden existir entre "la nada" de la que habla María Zambrano, y "la Nada" de la que habla Fernando González, en el "Libro de los viajes o de las presencias".
Asuntos para pensar.
LECTURA EN PROGRESO
Explorando esa curiosidad de la historia de la filosofía, ahora retorno a María Zambrano, con quien, hace algunos años me había emocionado con su obra: "La confesión: género literario", escrita en 1943 y reeditada por Siruela en 1995.
Después de este primer encuentro, me topé con: "Claves de la razón poética. María Zambrano, un pensamiento en el orden del tiempo", volumen de Editorial Trotta, coordinado por Carmen Revilla, publicado en 1998, que leí "al vuelo", en su momento, pero que dejé para "mejores tiempos"... que ya están aquí y...
... Ahora, interesado por esos temas que tocan los misterios de la mente, me estoy entusiasmando con las reflexiones, pero mucho más, con la escritura de esta mujer filósofa, a quienes sus exégetas atribuyen una "razón poética" y, a lo que yo agrego, también, una "razón profética", como se podrá "sentir" leyendo sus textos de reflexión política.
Así que estoy en la lectura de:
- "La razón en la sombra -antología crítica- de María Zambrano", edición de Jesús Moreno Sanz, Siruela, 2004.
- Así como de dos de sus obras más populares:
- "Filosofía y poesía", escrito en México entre 1939-40, publicado en la colección de los setenta años del Fondo de Cultura Económica, 2005.
"El hombre y lo divino", escrito en 1955 y complementado en 1973, recientemente publicado por Fondo de Cultura Económica, 2002.
BÚSQUEDA INFRUCTUOSA
Pero, como soy un maniático lector y buscador de literatura, ando medio desesperado tratando de encontrar una novela autobiográfica de María Zambrano, titulada: "Delirio y destino", escrita a comienzos de los años cincuenta y sólo publicada, por deseo de ella, en 1989, por Mondadori y de la que no parece existir reedición, ni por otras editoriales.
Si alguno sabe de algún ejemplar, me gustaría que me lo informara. Gracias.
UNA CRÍTICA
Sin embargo y a pesar de la bella forma de exponer sus ideas y pensamientos, me sorprendieron sus afirmaciones sobre el ser y el papel de la mujer, en especial su comentario sobre mi muy admirada Lou Andreas Salome y el supuesto papel que ella debió realizar en las vidas de Nietzsche y Rilke, consignados en "Hacia un saber sobre el alma", Alianza, 1987, pp. 157-158.
Yo, por mi parte, ya lo escribí "hace tiempos", en el Dominical de El Colombiano. Sí, Lou Andreas Salome, no hubiese rechazado las pretensiones amorosas de Nietzsche, él no hubiera escrito su poético-filosófico lamento despechado: "Así habló Zaratustra" o, por lo menos, no el Zaratustra que es.
Y, en cuanto a Rilke. Sí, en lugar de amarlo como lo amó, Lou Andreas Salome hubiera accedido a psicoanalizarlo, como él se lo suplicó, quizás, las "Elegías de Duino" y los "Sonetos a Orfeo", terminados de escribir en 1923, tras cerca de diez años de maduración, repito, quizás, y quien pudiera decirlo, no hubieran sido, o sido lo que son.
En fin, como para imaginar que la literatura y los grandes literatos, su vida y sus obras, son un gran misterio con el cual viajar al reino del juego y de la ensoñación.
Al asunto. Mientras organizo algunos temas, inspirados por los textos y la escritura de María Zambrano, adelanto algunas citas que espero les llamen la atención:
PRIMERA CITA
"Hay que dormirse arriba en la luz.
Hay que estar despierto abajo en la oscuridad intraterrestre, intracorporal de los diversos cuerpos que el hombre terrestre habita: el de la tierra, el del Universo, el suyo propio.
Allá en los "profundos", en los ínferos el corazón vela, se desvela, se reenciende en sí mismo.
Arriba, en la luz, el corazón se abandona, se entrega. Se recoge. Se duerme al fin ya sin pena. En la luz que acoge donde no se padece violencia alguna, pues que se ha llegado allí, a esa luz, sin forzar ninguna puerta y aún sin abrirla, sin haber atravesado dinteles de luz y de sombra, sin esfuerzo y sin protección".
María Zambrano, Claros del bosque, parte III, "Pasos"
SEGUNDA CITA
"La crisis de Occidente" ya no ha lugar apenas. No hay crisis, lo que hay más que nunca es orfandad. Oscuros dioses han tomado el lugar de la luminosa claridad, aquella que se presentaba ofreciendo a la historia, al mundo, como el cumplimiento, el término de la historia sacrificial. Hoy no se ve ya el sacrificio: la historia se nos ha tornado en un lugar donde cualquiera acontecimiento puede tener lugar con la misma vigencia y los mismos derechos que un Dios absoluto que no permite la más leve discusión. Todo está salvado y al par vemos que todo está destruido o en vísperas de destruirse. Es mi sentir [...]. Aquello, aquel monstruo, no podía volver a suceder cumplido el sacrificio, mientras hoy vemos que sí, que es así, que no puede volver a suceder porque hoy se extiende como una llanura donde ni nostalgia ni esperanza pueden aparecer. Algo se ha ido para siempre, ahora es cuestión de volver a nacer, de que nazca de nuevo el hombre en Occidente [...] que el espíritu creador aparezca inverosímilmente a su modo y porque sí".
María Zambrano, Persona y democracia, Anthropos, Barcelona, 1992, pp. 7-8
TERCERA CITA
"Pues solamente se es de verdad libre cuando no se pesa sobre nadie; cuando no se humilla a nadie, incluido a sí mismo. La condición humana es tal que basta humillar, desconocer o hacer padecer a un hombre -uno mismo o el prójimo- para que el hombre todo sufra. En cada hombre están todos los hombres".
María Zambrano, Persona y democracia, Anthropos, Barcelona, 1992
CUARTA CITA
"Hay una cáscara en el fascismo, hay un nudo estrangulado en el alma del fascista que le cierra a la vida. Es la misma que veíamos en el idealismo europeo hacia la realidad, es la misma cerrazón que desde el romanticismo se ha ido agravando hasta llegar al tedio y a la incapacidad de experiencia".
María Zambrano, Los intelectuales en el drama de España y escritos de la guerra civil, Trotta, 1998, p. 95
QUINTA CITA
"Parece propio del hombre el tener que mirarse en alguien o en algo. Y apenas hay gesto, acción o palabra humana que no vaya acompañada por la intención de ser vista y recogida por algún espejo. Y aún en soledad sentimos el anhelo y el temor de ser vistos y recogidos por alguien, o por alguien rechazados".
María Zambrano, "El espejo de la historia", Anthropos 70-71, 1987, p. 103
SEXTA CITA
"Pensar no es sólo captar los objetos, las realidades que están frente "al sujeto" y a distancia. El pensar tiene un movimiento interno que se verifica dentro del propio sujeto, por así decir. Si el pensar no barre la casa por dentro, no es pensar".
María Zambrano, "Delirio y destino", Mondadori, 1989, p. 82
SÉPTIMA CITA
"El hombre crea objetivamente, es decir, va más allá de la expresión, va más allá de su propio particular sentir, y por ello se salva, porque, en cierto modo, se anula a fuerza de violencia, de afirmar una forma trascendente. La creación tiene el poder de absorber el movimiento de donde parte; como toda flor hace invisible a la raíz. Hasta tal punto que constituye el modo más perfecto de liberación y de salida de los conflictos interiores. Es lo que hace el hombre: universaliza sus situaciones, las lanza de sí mismo haciéndolas impersonales, por muy personales que parezcan ser. Es lo propio de lo que se ha nombrado "espíritu".
María Zambrano, "La mujer en la cultura", Ultra 46, 1940, p. 367
OCTAVA CITA
"¿Se atreve el hombre de hoy a pedir razones a la historia? Aunque ella sea su ídolo, hacerlo lleva consigo pedirse razones a sí mismo. Confesarse, hacer memoria para liberarse [...]. Y puesto que ha caído bajo el poder de una historia hecha ídolo, quizás haya de recobrarse adentrándose en ella sin temor [...] volver la vista atrás, revivir el pasado a ver si sorprende el instante en el que se rompió su dicha. El que no sabe lo que pasa, hace memoria para salvar la interrupción de su cuento, pues no es enteramente desdichado el que puede contarse a sí mismo su propia historia".
María Zambrano, "El hombre y lo divino", Siruela, 1991, pp. 24-25
NOVENA CITA
"Y al salirse de ese mar, de ese río, solo entre cielo y tierra, hay que recogerse a sí mismo y cargar con el propio peso; hay que juntar toda la vida pasada que se vuelve presente y sostenerla en vilo para que no se arrastre. No hay que arrastrar el pasado, ni el ahora; el día que acaba de pasar hay que llevarlo hacia arriba, juntarlo con todos los demás, sostenerlo. Hay que subir siempre. Eso es el destierro, una cuesta aunque sea el desierto. Esa cuesta que sube siempre y, por ancho que sea el espacio a la vista, es siempre estrecha. Y hay que mirar, claro, a todas partes, atender a todo como un centinela en el último confín de la tierra conocida. Pero hay que tener el corazón en lo alto, hay que izarlo para que no se hunda, para que no se nos vaya. Y para no ir uno, uno mismo haciéndose pedazos".
María Zambrano, "La tumba de Antígona", en Senderos, Anthropos, 1986, p. 260
DÉCIMA CITA
"Persona es lo que ha sobrevivido a la destrucción de todo en su vida y aún deja entrever que, de su propia vida, un sentido superior a los hechos les hace cobrar significación y conformarse en una imagen, la afirmación de una libertad imperecedera a través de la imposición de las circunstancias, en la cárcel de las situaciones [porque la libertad verdadera es] el rescatar la esperanza de la fatalidad".
María Zambrano, "El hombre y lo divino", Siruela, 1991, p. 234
UNDÉCIMA CITA
"Los horrores y padecimientos de los que está infectada la historia humana se justifican, en última instancia, porque a través de los cambios históricos el ser humano se desentraña, sale a la luz; es decir, que el hombre va naciendo en la historia, en lugar de haber nacido de una vez por todas".
María Zambrano, "Para una historia de la piedad", Lyceum 17, 1949, p. 8
DUODÉCIMA CITA
"Mas sucede que en la figura del hombre escondida en la Esfinge hay, sí, un condenado; hay también un desconocido. El condenado es el que padeció tan largo trecho; el desconocido es el que clama por ser, lo porvenir. Pasado y porvenir se unen en este enigma. No podría suceder de otro modo, dado que el hombre se encuentra siempre así: viniendo de un pasado hacia un porvenir. Y a las condenaciones y errores del pasado sólo da remedio el porvenir, si se hace que ese provenir no sea repetición, reiteración del pasado, si se hace que sea de verdad porvenir. algo un tanto inédito más necesario; algo nuevo que se desprende de todo lo habido. Historia verdadera, que sólo desde la conciencia -a través de la perplejidad y de la confusión- puede nacer".
María Zambrano, "La conciencia histórica: el tiempo", en "María Zambrano, Antología", Anthropos Suplemento, 1987, pp. 105-106
TRIGESIMA CITA
"La resistencia al ser propio del hombre es la nada, y la nada es Dios, lleva a él; dejarse caer, hundirse en la nada es hundirse en el fondo secreto de lo divino. El demonio no acecha ya por la nada, sino por el ser; el ser es la tentación. Y así el infierno queda también apaciguado, anulado. Al aceptar la nada, el infierno se anula, carece de entidad; el abandono absoluto, la absoluta entrega de las pretensiones de ser propias del hombre [...]. Dios no es la fuente de una promesa, ni la amenaza de condenación: es el todo sin fronteras que incluye la nada; la nada del alma, por el amor [...]. La nada es lo irreductible que encuentra la libertad humana cuando pretende ser absoluta. Y la pretensión de algo absoluto puede dejar caer su absoluto sobre aquello que le resiste, verificándose así una conversión entre lo absoluto del ser y del no-ser. Quien pretende ser absolutamente acaba sintiéndose nada dentro de una resistencia sin fronteras. Es lo sagrado que reaparece en su máxima resistencia".
María Zambrano, "El hombre y lo divino", Siruela, 1992, pp. 166-174
CATORCEAVA CITA
"Conciencia y memoria: continuidad. Y esperanza. Y ha sido en la poesía como se ha mostrado, porque demasiado profunda y tímida, demasiado reservada, demasiado sin asidero razonable, apenas nadie le hubiese dado crédito. El pensamiento necesita razones más positivas, es decir, más hechas para acoger a algo dentro de sí, mientras que la poesía tiene por vocación acudir a cantar lo que nace y lo que nace sobre todo, en contradicción y a despecho de lo que le rodea. La poesía exige menos y ofrece más que el pensamiento; su esencia es su propia generosidad".
María Zambrano, "Pensamiento y Poesía en la Vida Española", conferencia pronunciada en México
DECIMOQUINTA CITA
"Orfeo es poeta más que por lo que pudo al fin decir, si dijo algo, por su acción. Acción poética, tan distinta a la decisión filosófica, que se desata en delirio; el delirio, principio de la poesía, el llanto y el gemido, principio de la música".
María Zambrano, El hombre y lo divino, Siruela, 1992, p.102
DECIMOSEXTA CITA
"La suerte de la razón del vencido es convertirse en semilla que germina en la tierra del vencedor. La semilla, toda semilla, ¿no está vencida cuando es enterrada?, y cuando revive de entre los muertos, donde se la arrojó, es porque se ha vencido enteramente a sí misma"
María Zambrano, El hombre y lo divino, Siruela, 1992, p.86
****
... En fin, como rendida admiradora que fue María Zambrano de Antonio Machado, digo aquí con él: "Caminante, no hay camino..."
María Zambrano: la razón poética, la razón profética
- Las mujeres y la filosofía
Por Iván Rodrigo García Palacios
Resulta curioso, por no decir extraño, que en la historia de la filosofía se reconozca a tan pocas mujeres como filósofas. No sé si es que no existieron otras, o que a sus obras no se les otorgó tal consideración o, es que esas disciplinas son más un territorio para la exploración de la mente masculina y que estas pocas mujeres, todas ellas en los últimos cien años, son excepciones:
- Edith Stein o Santa Teresa Benedicta de la Cruz (1891-1942), filósofa y teóloga alemana.
- Hannah Arendt (1906-1975), politóloga alemana, nacionalizada estadounidense, reputada por sus obras sobre el totalitarismo y el mundo judío.
- Simone Weil (1909-1943), filósofa francesa, mística y activista política.
- María Zambrano (1907-1991), filósofa española.
No sé si el que tres de ellas se interesaran por la mística pueda tener algún significado, o sea mera coincidencia. Lo cierto es que entre los hombres filósofos, el interés por la mística es diferente.
Igualmente y sobre este asunto de la mística, recomiendo leer, más adelante, la TRIGESIMA CITA que les incluyo, al mismo tiempo que los invito a preguntarse, como lo hago yo, sobre el sentido y comparación que pueden existir entre "la nada" de la que habla María Zambrano, y "la Nada" de la que habla Fernando González, en el "Libro de los viajes o de las presencias".
Asuntos para pensar.
LECTURA EN PROGRESO
Explorando esa curiosidad de la historia de la filosofía, ahora retorno a María Zambrano, con quien, hace algunos años me había emocionado con su obra: "La confesión: género literario", escrita en 1943 y reeditada por Siruela en 1995.
Después de este primer encuentro, me topé con: "Claves de la razón poética. María Zambrano, un pensamiento en el orden del tiempo", volumen de Editorial Trotta, coordinado por Carmen Revilla, publicado en 1998, que leí "al vuelo", en su momento, pero que dejé para "mejores tiempos"... que ya están aquí y...
... Ahora, interesado por esos temas que tocan los misterios de la mente, me estoy entusiasmando con las reflexiones, pero mucho más, con la escritura de esta mujer filósofa, a quienes sus exégetas atribuyen una "razón poética" y, a lo que yo agrego, también, una "razón profética", como se podrá "sentir" leyendo sus textos de reflexión política.
Así que estoy en la lectura de:
- "La razón en la sombra -antología crítica- de María Zambrano", edición de Jesús Moreno Sanz, Siruela, 2004.
- Así como de dos de sus obras más populares:
- "Filosofía y poesía", escrito en México entre 1939-40, publicado en la colección de los setenta años del Fondo de Cultura Económica, 2005.
"El hombre y lo divino", escrito en 1955 y complementado en 1973, recientemente publicado por Fondo de Cultura Económica, 2002.
BÚSQUEDA INFRUCTUOSA
Pero, como soy un maniático lector y buscador de literatura, ando medio desesperado tratando de encontrar una novela autobiográfica de María Zambrano, titulada: "Delirio y destino", escrita a comienzos de los años cincuenta y sólo publicada, por deseo de ella, en 1989, por Mondadori y de la que no parece existir reedición, ni por otras editoriales.
Si alguno sabe de algún ejemplar, me gustaría que me lo informara. Gracias.
UNA CRÍTICA
Sin embargo y a pesar de la bella forma de exponer sus ideas y pensamientos, me sorprendieron sus afirmaciones sobre el ser y el papel de la mujer, en especial su comentario sobre mi muy admirada Lou Andreas Salome y el supuesto papel que ella debió realizar en las vidas de Nietzsche y Rilke, consignados en "Hacia un saber sobre el alma", Alianza, 1987, pp. 157-158.
Yo, por mi parte, ya lo escribí "hace tiempos", en el Dominical de El Colombiano. Sí, Lou Andreas Salome, no hubiese rechazado las pretensiones amorosas de Nietzsche, él no hubiera escrito su poético-filosófico lamento despechado: "Así habló Zaratustra" o, por lo menos, no el Zaratustra que es.
Y, en cuanto a Rilke. Sí, en lugar de amarlo como lo amó, Lou Andreas Salome hubiera accedido a psicoanalizarlo, como él se lo suplicó, quizás, las "Elegías de Duino" y los "Sonetos a Orfeo", terminados de escribir en 1923, tras cerca de diez años de maduración, repito, quizás, y quien pudiera decirlo, no hubieran sido, o sido lo que son.
En fin, como para imaginar que la literatura y los grandes literatos, su vida y sus obras, son un gran misterio con el cual viajar al reino del juego y de la ensoñación.
Al asunto. Mientras organizo algunos temas, inspirados por los textos y la escritura de María Zambrano, adelanto algunas citas que espero les llamen la atención:
PRIMERA CITA
"Hay que dormirse arriba en la luz.
Hay que estar despierto abajo en la oscuridad intraterrestre, intracorporal de los diversos cuerpos que el hombre terrestre habita: el de la tierra, el del Universo, el suyo propio.
Allá en los "profundos", en los ínferos el corazón vela, se desvela, se reenciende en sí mismo.
Arriba, en la luz, el corazón se abandona, se entrega. Se recoge. Se duerme al fin ya sin pena. En la luz que acoge donde no se padece violencia alguna, pues que se ha llegado allí, a esa luz, sin forzar ninguna puerta y aún sin abrirla, sin haber atravesado dinteles de luz y de sombra, sin esfuerzo y sin protección".
María Zambrano, Claros del bosque, parte III, "Pasos"
SEGUNDA CITA
"La crisis de Occidente" ya no ha lugar apenas. No hay crisis, lo que hay más que nunca es orfandad. Oscuros dioses han tomado el lugar de la luminosa claridad, aquella que se presentaba ofreciendo a la historia, al mundo, como el cumplimiento, el término de la historia sacrificial. Hoy no se ve ya el sacrificio: la historia se nos ha tornado en un lugar donde cualquiera acontecimiento puede tener lugar con la misma vigencia y los mismos derechos que un Dios absoluto que no permite la más leve discusión. Todo está salvado y al par vemos que todo está destruido o en vísperas de destruirse. Es mi sentir [...]. Aquello, aquel monstruo, no podía volver a suceder cumplido el sacrificio, mientras hoy vemos que sí, que es así, que no puede volver a suceder porque hoy se extiende como una llanura donde ni nostalgia ni esperanza pueden aparecer. Algo se ha ido para siempre, ahora es cuestión de volver a nacer, de que nazca de nuevo el hombre en Occidente [...] que el espíritu creador aparezca inverosímilmente a su modo y porque sí".
María Zambrano, Persona y democracia, Anthropos, Barcelona, 1992, pp. 7-8
TERCERA CITA
"Pues solamente se es de verdad libre cuando no se pesa sobre nadie; cuando no se humilla a nadie, incluido a sí mismo. La condición humana es tal que basta humillar, desconocer o hacer padecer a un hombre -uno mismo o el prójimo- para que el hombre todo sufra. En cada hombre están todos los hombres".
María Zambrano, Persona y democracia, Anthropos, Barcelona, 1992
CUARTA CITA
"Hay una cáscara en el fascismo, hay un nudo estrangulado en el alma del fascista que le cierra a la vida. Es la misma que veíamos en el idealismo europeo hacia la realidad, es la misma cerrazón que desde el romanticismo se ha ido agravando hasta llegar al tedio y a la incapacidad de experiencia".
María Zambrano, Los intelectuales en el drama de España y escritos de la guerra civil, Trotta, 1998, p. 95
QUINTA CITA
"Parece propio del hombre el tener que mirarse en alguien o en algo. Y apenas hay gesto, acción o palabra humana que no vaya acompañada por la intención de ser vista y recogida por algún espejo. Y aún en soledad sentimos el anhelo y el temor de ser vistos y recogidos por alguien, o por alguien rechazados".
María Zambrano, "El espejo de la historia", Anthropos 70-71, 1987, p. 103
SEXTA CITA
"Pensar no es sólo captar los objetos, las realidades que están frente "al sujeto" y a distancia. El pensar tiene un movimiento interno que se verifica dentro del propio sujeto, por así decir. Si el pensar no barre la casa por dentro, no es pensar".
María Zambrano, "Delirio y destino", Mondadori, 1989, p. 82
SÉPTIMA CITA
"El hombre crea objetivamente, es decir, va más allá de la expresión, va más allá de su propio particular sentir, y por ello se salva, porque, en cierto modo, se anula a fuerza de violencia, de afirmar una forma trascendente. La creación tiene el poder de absorber el movimiento de donde parte; como toda flor hace invisible a la raíz. Hasta tal punto que constituye el modo más perfecto de liberación y de salida de los conflictos interiores. Es lo que hace el hombre: universaliza sus situaciones, las lanza de sí mismo haciéndolas impersonales, por muy personales que parezcan ser. Es lo propio de lo que se ha nombrado "espíritu".
María Zambrano, "La mujer en la cultura", Ultra 46, 1940, p. 367
OCTAVA CITA
"¿Se atreve el hombre de hoy a pedir razones a la historia? Aunque ella sea su ídolo, hacerlo lleva consigo pedirse razones a sí mismo. Confesarse, hacer memoria para liberarse [...]. Y puesto que ha caído bajo el poder de una historia hecha ídolo, quizás haya de recobrarse adentrándose en ella sin temor [...] volver la vista atrás, revivir el pasado a ver si sorprende el instante en el que se rompió su dicha. El que no sabe lo que pasa, hace memoria para salvar la interrupción de su cuento, pues no es enteramente desdichado el que puede contarse a sí mismo su propia historia".
María Zambrano, "El hombre y lo divino", Siruela, 1991, pp. 24-25
NOVENA CITA
"Y al salirse de ese mar, de ese río, solo entre cielo y tierra, hay que recogerse a sí mismo y cargar con el propio peso; hay que juntar toda la vida pasada que se vuelve presente y sostenerla en vilo para que no se arrastre. No hay que arrastrar el pasado, ni el ahora; el día que acaba de pasar hay que llevarlo hacia arriba, juntarlo con todos los demás, sostenerlo. Hay que subir siempre. Eso es el destierro, una cuesta aunque sea el desierto. Esa cuesta que sube siempre y, por ancho que sea el espacio a la vista, es siempre estrecha. Y hay que mirar, claro, a todas partes, atender a todo como un centinela en el último confín de la tierra conocida. Pero hay que tener el corazón en lo alto, hay que izarlo para que no se hunda, para que no se nos vaya. Y para no ir uno, uno mismo haciéndose pedazos".
María Zambrano, "La tumba de Antígona", en Senderos, Anthropos, 1986, p. 260
DÉCIMA CITA
"Persona es lo que ha sobrevivido a la destrucción de todo en su vida y aún deja entrever que, de su propia vida, un sentido superior a los hechos les hace cobrar significación y conformarse en una imagen, la afirmación de una libertad imperecedera a través de la imposición de las circunstancias, en la cárcel de las situaciones [porque la libertad verdadera es] el rescatar la esperanza de la fatalidad".
María Zambrano, "El hombre y lo divino", Siruela, 1991, p. 234
UNDÉCIMA CITA
"Los horrores y padecimientos de los que está infectada la historia humana se justifican, en última instancia, porque a través de los cambios históricos el ser humano se desentraña, sale a la luz; es decir, que el hombre va naciendo en la historia, en lugar de haber nacido de una vez por todas".
María Zambrano, "Para una historia de la piedad", Lyceum 17, 1949, p. 8
DUODÉCIMA CITA
"Mas sucede que en la figura del hombre escondida en la Esfinge hay, sí, un condenado; hay también un desconocido. El condenado es el que padeció tan largo trecho; el desconocido es el que clama por ser, lo porvenir. Pasado y porvenir se unen en este enigma. No podría suceder de otro modo, dado que el hombre se encuentra siempre así: viniendo de un pasado hacia un porvenir. Y a las condenaciones y errores del pasado sólo da remedio el porvenir, si se hace que ese provenir no sea repetición, reiteración del pasado, si se hace que sea de verdad porvenir. algo un tanto inédito más necesario; algo nuevo que se desprende de todo lo habido. Historia verdadera, que sólo desde la conciencia -a través de la perplejidad y de la confusión- puede nacer".
María Zambrano, "La conciencia histórica: el tiempo", en "María Zambrano, Antología", Anthropos Suplemento, 1987, pp. 105-106
TRIGESIMA CITA
"La resistencia al ser propio del hombre es la nada, y la nada es Dios, lleva a él; dejarse caer, hundirse en la nada es hundirse en el fondo secreto de lo divino. El demonio no acecha ya por la nada, sino por el ser; el ser es la tentación. Y así el infierno queda también apaciguado, anulado. Al aceptar la nada, el infierno se anula, carece de entidad; el abandono absoluto, la absoluta entrega de las pretensiones de ser propias del hombre [...]. Dios no es la fuente de una promesa, ni la amenaza de condenación: es el todo sin fronteras que incluye la nada; la nada del alma, por el amor [...]. La nada es lo irreductible que encuentra la libertad humana cuando pretende ser absoluta. Y la pretensión de algo absoluto puede dejar caer su absoluto sobre aquello que le resiste, verificándose así una conversión entre lo absoluto del ser y del no-ser. Quien pretende ser absolutamente acaba sintiéndose nada dentro de una resistencia sin fronteras. Es lo sagrado que reaparece en su máxima resistencia".
María Zambrano, "El hombre y lo divino", Siruela, 1992, pp. 166-174
CATORCEAVA CITA
"Conciencia y memoria: continuidad. Y esperanza. Y ha sido en la poesía como se ha mostrado, porque demasiado profunda y tímida, demasiado reservada, demasiado sin asidero razonable, apenas nadie le hubiese dado crédito. El pensamiento necesita razones más positivas, es decir, más hechas para acoger a algo dentro de sí, mientras que la poesía tiene por vocación acudir a cantar lo que nace y lo que nace sobre todo, en contradicción y a despecho de lo que le rodea. La poesía exige menos y ofrece más que el pensamiento; su esencia es su propia generosidad".
María Zambrano, "Pensamiento y Poesía en la Vida Española", conferencia pronunciada en México
DECIMOQUINTA CITA
"Orfeo es poeta más que por lo que pudo al fin decir, si dijo algo, por su acción. Acción poética, tan distinta a la decisión filosófica, que se desata en delirio; el delirio, principio de la poesía, el llanto y el gemido, principio de la música".
María Zambrano, El hombre y lo divino, Siruela, 1992, p.102
DECIMOSEXTA CITA
"La suerte de la razón del vencido es convertirse en semilla que germina en la tierra del vencedor. La semilla, toda semilla, ¿no está vencida cuando es enterrada?, y cuando revive de entre los muertos, donde se la arrojó, es porque se ha vencido enteramente a sí misma"
María Zambrano, El hombre y lo divino, Siruela, 1992, p.86
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... En fin, como rendida admiradora que fue María Zambrano de Antonio Machado, digo aquí con él: "Caminante, no hay camino..."
10 de septiembre de 2006
CUADERNO DE CITAS-17
¿Cómo se instala el miedo en la mente?
- El miedo para las neurociencias
- Funcionamiento del miedo en el cerebro y la consciencia
Por Iván Rodrigo García Palacios
Para apoyar el tema tratado en mí LECTOR LUDI-36 sobre el miedo, transcribo a continuación algunas citas autorizadas en el campo de las neurociencias que muestran las relaciones cerebrales y mentales con las respectivas consecuencias en el funcionamiento de la mente y el cuerpo como consecuencia del miedo.
Sus autores:
1. Antonio R. Damasio, El error de Descartes
2. Jean Delumeau, El miedo en Occidente
Como podrá verse, el miedo es un mecanismo automático de los seres vivos pero, en los animales y el Homo-Humano que poseen cerebro, esta reacción se hace más compleja.
Pero, ¿cómo se instala el miedo en la mente?
Hablo de ese miedo que como un cáncer se enquista, produce tumores y provoca metástasis, alterando y patologizando a los Homo-Humanos en su existencia emocional y somática y del que, sólo hasta ahora, con los avances de las neurociencias ha sido posible ir localizando en sus componentes físicos y mentales, aun cuando son pocos los avances en su prevención y tratamiento, para no hablar de posibles métodos de diagnóstico y curación en el corto plazo.
Sin embargo, pienso que, a pesar de lo anterior, no todo está perdido. Por experiencia y por lo que sé de algunas personas que conozco, si bien es imposible, por el momento, no ser víctima del miedo, si existen posibilidades de enfrentarlo y manejarlo.
El cerebro y la mente son tan poderosos que, así como un abuso en su funcionamiento y desgaste, pueden dañarlos, ese mismo poder, utilizado de manera adecuada, puede contribuir a una vida sana, optimizando su funcionamiento y uso.
¿Las herramientas? Son sencillas, si se lo piensa bien: quien mejor se conoce y mejor conoce el ámbito que lo rodea, sabrá manejar y controlar su existencia, tomando las decisiones y actitudes más convenientes en todo momento.
Como quien dice... retorno, al quizás mejor legado de la sabiduría de la salud mental pensado por los griegos y que, considero los mejores remedios para el miedo y tantas otras afecciones emocionales y vitales:
"Epimelathenai seautou", "tomarse a sí mismo como objeto de desvelos".
"Gnothi seauton", "conócete a ti mismo".
Los interesados sobre estos dos puntos, los remito al LECTOR LUDI-29.
Y, ahora, las citas:
PRIMERA CITA
"Por sí misma, la respuesta emocional puede conseguir algunos objetivos útiles: esconderse rápidamente ante un depredador, por ejemplo, o demostrar ira frente a un competidor. Sin embargo, el proceso no se detiene con los cambios corporales que definen una emoción. El ciclo continúa, hecho patente en los seres humanos, y su paso siguiente es la "sensación de la emoción" en conexión con el objeto que la excitó, el darse cuenta de la relación entre el objeto y el estado emocional del cuerpo.
Ahora bien, podría preguntarse, ¿por qué razón necesita alguien reconocer tal relación? ¿Por qué complicar las cosas y poner la consciencia en este proceso, si ya existe un medio de responder adaptativamente a un nivel automático? La respuesta es que la consciencia consigue un mayor sistema de protección".
Antonio R. Damasio, El error de Descartes, Crítica, Barcelona, 2003 (275 p.), p. 129 y 130
SEGUNDA CITA
"En el sentido estricto y restringido del término, el miedo (individual) es una emoción-choque, frecuentemente precedida de sorpresa, provocada por la toma de conciencia de un peligro presente y agobiante que, según creemos, amenaza nuestra conservación.
Pero, en estado de alerta, el hipotálamo reacciona mediante una movilización global del organismo, que desencadena diversos tipos de comportamientos somáticos y provoca, en especial, modificaciones endocrinas.
Como toda emoción, el miedo puede provocar efectos contrastados según los individuos y las circunstancias, incluso reacciones alternativas en una misma persona; la aceleración de los movimientos del corazón o su ralentización; una respiración demasiado rápida o demasiado lenta; una contracción o una dilatación de los vasos sanguíneos; una hiper o hiposecreción de las glándulas; constipado o diarrea, poliuria o anuria, un comportamiento de inmovilización o una exteriorización violenta.
En los casos límite, la inhibición llegará hasta una pseudoparálisis ante el peligro (estados catalépticos) y la exteriorización desembocará en una tempestad de movimientos enloquecidos e inadaptados, características del pánico.
Manifestación exterior y experiencia interior a la vez, la emoción de miedo libera, por tanto, una energía inhabitual y la difunde por todo el organismo. Esta descarga es en sí una reacción utilitaria de legitima defensa, pero que el individuo, sobre todo bajo el efecto de las repetidas agresiones de nuestra época, no siempre emplea en el momento oportuno"
Jean Delumeau, El miedo en Occidente, Taurus, Madrid, 2002 (655 p.), ps. 28 y 29
¿Cómo se instala el miedo en la mente?
- El miedo para las neurociencias
- Funcionamiento del miedo en el cerebro y la consciencia
Por Iván Rodrigo García Palacios
Para apoyar el tema tratado en mí LECTOR LUDI-36 sobre el miedo, transcribo a continuación algunas citas autorizadas en el campo de las neurociencias que muestran las relaciones cerebrales y mentales con las respectivas consecuencias en el funcionamiento de la mente y el cuerpo como consecuencia del miedo.
Sus autores:
1. Antonio R. Damasio, El error de Descartes
2. Jean Delumeau, El miedo en Occidente
Como podrá verse, el miedo es un mecanismo automático de los seres vivos pero, en los animales y el Homo-Humano que poseen cerebro, esta reacción se hace más compleja.
Pero, ¿cómo se instala el miedo en la mente?
Hablo de ese miedo que como un cáncer se enquista, produce tumores y provoca metástasis, alterando y patologizando a los Homo-Humanos en su existencia emocional y somática y del que, sólo hasta ahora, con los avances de las neurociencias ha sido posible ir localizando en sus componentes físicos y mentales, aun cuando son pocos los avances en su prevención y tratamiento, para no hablar de posibles métodos de diagnóstico y curación en el corto plazo.
Sin embargo, pienso que, a pesar de lo anterior, no todo está perdido. Por experiencia y por lo que sé de algunas personas que conozco, si bien es imposible, por el momento, no ser víctima del miedo, si existen posibilidades de enfrentarlo y manejarlo.
El cerebro y la mente son tan poderosos que, así como un abuso en su funcionamiento y desgaste, pueden dañarlos, ese mismo poder, utilizado de manera adecuada, puede contribuir a una vida sana, optimizando su funcionamiento y uso.
¿Las herramientas? Son sencillas, si se lo piensa bien: quien mejor se conoce y mejor conoce el ámbito que lo rodea, sabrá manejar y controlar su existencia, tomando las decisiones y actitudes más convenientes en todo momento.
Como quien dice... retorno, al quizás mejor legado de la sabiduría de la salud mental pensado por los griegos y que, considero los mejores remedios para el miedo y tantas otras afecciones emocionales y vitales:
"Epimelathenai seautou", "tomarse a sí mismo como objeto de desvelos".
"Gnothi seauton", "conócete a ti mismo".
Los interesados sobre estos dos puntos, los remito al LECTOR LUDI-29.
Y, ahora, las citas:
PRIMERA CITA
"Por sí misma, la respuesta emocional puede conseguir algunos objetivos útiles: esconderse rápidamente ante un depredador, por ejemplo, o demostrar ira frente a un competidor. Sin embargo, el proceso no se detiene con los cambios corporales que definen una emoción. El ciclo continúa, hecho patente en los seres humanos, y su paso siguiente es la "sensación de la emoción" en conexión con el objeto que la excitó, el darse cuenta de la relación entre el objeto y el estado emocional del cuerpo.
Ahora bien, podría preguntarse, ¿por qué razón necesita alguien reconocer tal relación? ¿Por qué complicar las cosas y poner la consciencia en este proceso, si ya existe un medio de responder adaptativamente a un nivel automático? La respuesta es que la consciencia consigue un mayor sistema de protección".
Antonio R. Damasio, El error de Descartes, Crítica, Barcelona, 2003 (275 p.), p. 129 y 130
SEGUNDA CITA
"En el sentido estricto y restringido del término, el miedo (individual) es una emoción-choque, frecuentemente precedida de sorpresa, provocada por la toma de conciencia de un peligro presente y agobiante que, según creemos, amenaza nuestra conservación.
Pero, en estado de alerta, el hipotálamo reacciona mediante una movilización global del organismo, que desencadena diversos tipos de comportamientos somáticos y provoca, en especial, modificaciones endocrinas.
Como toda emoción, el miedo puede provocar efectos contrastados según los individuos y las circunstancias, incluso reacciones alternativas en una misma persona; la aceleración de los movimientos del corazón o su ralentización; una respiración demasiado rápida o demasiado lenta; una contracción o una dilatación de los vasos sanguíneos; una hiper o hiposecreción de las glándulas; constipado o diarrea, poliuria o anuria, un comportamiento de inmovilización o una exteriorización violenta.
En los casos límite, la inhibición llegará hasta una pseudoparálisis ante el peligro (estados catalépticos) y la exteriorización desembocará en una tempestad de movimientos enloquecidos e inadaptados, características del pánico.
Manifestación exterior y experiencia interior a la vez, la emoción de miedo libera, por tanto, una energía inhabitual y la difunde por todo el organismo. Esta descarga es en sí una reacción utilitaria de legitima defensa, pero que el individuo, sobre todo bajo el efecto de las repetidas agresiones de nuestra época, no siempre emplea en el momento oportuno"
Jean Delumeau, El miedo en Occidente, Taurus, Madrid, 2002 (655 p.), ps. 28 y 29
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