28 de julio de 2007

LECTOR LUDI-48


Literatura, ciencia, tecnología y técnica


En la lectura se crean el conocimiento, las ciencias y las tecnologías

- Tres novelas que cuentan historias sobre la creación del conocimiento


Por Iván Rodrigo García Palacios


La lectura y la escritura son las máximas expresiones del Ser Humanos, con ellas se crea, se conserva, se transforma y se transmite el conocimiento.

El Homo se hizo Humano cuando se convirtió en creador de conocimiento, en aquel momento en que pasó de saber leer a ser lector, es decir, cuando dejó de ser reproductor y repetidor de información y comenzó a ser creador de conocimiento.

Por millones de años la especie Homo ejercitó y se transmitió, de generación en generación, unas mínimas habilidades que en muy poco mejoró o transformó para lograr sobrevivir: el uso del fuego, unas pocas herramientas, algunas habilidades comunicativas y, quizás, alguna singularidad simbólica que le daba sentido a su socialización.

Nada extraordinario si ya se sabe que algunas especies de mamíferos superiores ejercitan, se transmiten y conservan similares habilidades.

Sin embargo, aquella transformación, hace unos miles de años, cuando, en la conjunción de una serie de circunstancias físicas y biológicas, todavía sin explicar plenamente, algunos "Homo sapiens" empezaron a crear conocimiento, a acumular información y, con ello, a desarrollar ciencias, tecnologías y técnicas, en un largo proceso de luces y sombras que todavía hoy asombran, significó el salto de la animalidad a la humanidad.

Como LECTOR LUDI, me gusta pensar que ese momento se sucedió cuando el cerebro y la mente de esos "Homo sapiens" interpretó, comprendió y transformó los elementos y fenómenos de su realidad inmediata y se supo capaz de extender y proyectar esa interpretación, comprensión y transformación a, cada vez, mayores espacios físicos y períodos de tiempo y que podía acumular esa información en la creciente espiral en la que se fundamenta la creación de conocimiento.

Es decir, el "Homo sapiens" se transformó en Homo-Humano en aquel momento en que dejó de leer su ambiente y de reproducir sus comportamientos para transformarse en lector de la realidad, o sea, en creador de conocimiento y desarrollador de ciencia, tecnología y técnica.

Pues, saber leer y escribir, es la repetición correcta y adecuada de unas acciones previamente marcadas en el cerebro y que la mente funcionaliza.

En cambio, la lectura y la escritura, más que acciones repetitivas, "pavlovianas", son actividades mentales que, si bien se apoyan en las funciones de leer y escribir, compromete, conjunta y simultáneamente, la totalidad de la actividad cerebral y mental: percibir, pensar, imaginar, asociar, recordar (memoria), sentir (sensaciones), simbolizar, emoción, ánimo, expresión, etc., el pensamiento y, por supuesto, la creación de conocimiento.

Lectura y escritura, son la comprensión y creación de sentido y contenido... en un horizonte sin fin.

Conocimiento que es aquello que es siempre lo nuevo. Novedad que, una vez, experimentada, probada y verificada, se convierte en información. Información que se acumula, se preserva y se maneja para continuar creando conocimiento.

Lectura, es el viaje que se emprende para explorar, descubrir y conquistar los territorios desconocidos de sí mismo, de la Naturaleza y de aquellos engendrados y gestados por las obras de la inteligencia y el espíritu humano, obras a través de las cuales se comunican todos los que fueron, son y serán, rompiendo, así, la burbuja de la soledad.

Porque la lectura es descubrimiento y nunca será evasión o escape de las propias realidades.

Porque el descubrimiento, a través de la lectura, es la creación de nuevo y original conocimiento con el que se mantienen abiertas las puertas del horizonte y el porvenir.

Porque el conocimiento no es ese producto sistematizado del supermercado académico que se autoreproduce y repite como una banda de Banda de Möebius que se va estirando.

Porque la lectura se crea, aprehende y disfruta en esa solidaria compañía del jugar; se realiza en soledad e intimidad y se comparte en un agapé espiritual. Es establecer como finalidad y meta de la existencia: la serenidad y la Sabiduría en solidaria compañía.

Escritura: La otra cara de la moneda lectura-escritura. Escritura es cartografiar y comunicar por escrito los descubrimientos realizados durante la exploración de la Naturaleza, de sí mismo, de los otros y de las obras ejecutadas por los Homo-Humanos.

Y, exagerando emocionalmente, me atrevo a decir que la fortuna de cada ser humano radica en su habilidad de ser lector y que, como escritor, sabe conservar, expresar y transmitir el conocimiento que ha creado.

Como el asunto de la lectura y la escritura debe ser motivo de una más extensa reflexión, lo dejo pendiente y mejor me concentro en el otro motivo de estas notas: sugerir la lectura de algunas obras literarias en las que el conocimiento, las ciencias y las tecnologías, son elementos importantes y que, por ello, su lectura podría contribuir a despertar el entusiasmo por la creación y la lectura.

Advierto de antemano que se trata sólo de obras de literatura de ficción y que he excluyo de esta selección los libros de ensayo y los propiamente científicos, pues la idea es estimular la lectura lúdica a partir de obras de la literatura narrativa o ficticia, así sus temas, situaciones y personajes se inspiren en la realidad histórica, filosófica o científica.

Como podrán darse cuenta, si bien la selección ha sido mínima y arbitraria, en cierto sentido, las obras y autores escogidos, al tiempo que se interesan por el desarrollo científico y tecnológico, su mayor preocupación se concentra en esclarecer los sentidos y las consecuencias que las ciencias y tecnologías puedan atraer para la humanidad, lo cual demuestra que la imaginación sin sentido, es vana, estéril y peligrosa.

Espero que lo anterior no se tome en sentido moralizante, la idea es mostrar que aquello que se hace contra la vida, es muerte, por más éxito, fama y fortuna que atraiga a sus autores.

Los interesados en hacer una lectura o a discutir sobre mis ideas sobre la lectura y la escritura, están cordialmente invitados.


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NOVELAS SELECCIONADAS

Las novelas seleccionadas son de reciente publicación y ellas son:

- El incendio de Alejandría, de Jean-Pierre Luminet

- El Quinteto de Cambridge, de John L. Casti

- Criptonomicón, Tomo uno: El Código Enigma, Tomo dos: El Código Pontifex, Tomo tres: El Código Aretusa, de Neal Stephenson.

LITERATURA Y CIENCIA

El primero de esos títulos es El incendio de Alejandría, de Jean-Pierre Luminet, lo destaco especialmente por ser un compendio inicíatico de historia de la ciencia antigua en el que, además de una deliciosa narración de las intrigas y desafíos que implica el conocimiento y el ejercicio de la ciencia, también se exploran las tinieblas interiores de los humanos.

Es una lectura para muchachos que se están iniciando en sus estudios científicos y tecnológicos.

El incendio de Alejandría

Autor: Jean-Pierre Luminet

Ediciones B (también en la Colección Byblos), Barcelona (300 p.)

La primera emoción que me despertó la lectura de esta novela del astrofísico francés Jean-Pierre Luminet, fue el preguntarme:

¿Qué hubiera sido de mi gusto por el estudio de las ciencias, si en lugar de someterme al represivo sistema educativo que me obligaba a memorizar definiciones, fórmulas y explicaciones sin aparente relación ni uso, mi ingreso al conocimiento científico hubiera sido por las aventuras y cuentos de la literatura?

Tal es el caso de esta novela que narra algunos de los primeros momentos de la historia de la ciencia occidental. Para ello, se inspira en la vida y obra de algunos de los creadores y pioneros que habitaron y realizaron sus trabajos en ese monumento legendario que fue la Biblioteca de Alejandría, destruida veintitrés años antes de celebrar el milenio de su construcción y existencia.

Pero además, este viaje imaginario a la antigüedad científica, es complementado por Luminet con una visión de conjunto de la situación política, religiosa y social, así como las luchas y vicisitudes en que se desenvolvió aquel período histórico, en el que, al igual que hoy, las intrigas políticas, los fundamentalismos religiosos y las envidias humanas, pretenden adueñarse del poder del conocimiento para dominar a los hombres y a sus comunidades.

En la parte final, esta novela ofrece a los lectores unos anexos que le darán información adicional sobre los personajes citados, el período histórico tratado y unas breves notas sobre los desarrollos científicos alcanzados.

Para no abundar en demasía, tengo que decir que la lectura de esta novela es apasionante y, me atrevo a asegurar que otra sería la experiencia educativa si luego de su lectura, por ejemplo, en las cátedras de matemáticas, física y astronomía, se tratase sobre los aportes y desarrollos que, para la ciencia moderna, significaron los trabajos de Euclides, Arquímedes, Aristarco de Samos, Hiparco de Nicea, para sólo citar algunos de los personajes antiguos a partir de los cuales se puede hablar de ciencia.

Vuelvo e insisto, por este camino, el aprendizaje de las ciencias y las tecnologías, sería algo maravillosamente lúdico y de consecuencias extraordinarias tanto para el joven aprendiz como para la comunidad en la que vivirá.

LITERATURA Y CIBERNÉTICA

Para dar un salto desde la ciencia antigua a los tiempos modernos, el segundo título:

El Quinteto de Cambridge

Autor: John L. Casti

Taurus, Madrid, 1998 (229 p.)

Si se quiere comprender el sentido y desarrollo de la informática que en la actualidad domina y abruma la existencia de los seres humanos, lo mejor que puede hacerse será comprender las ideas filosóficas y científicas que le dieron origen.

Aun cuando sobre ello existen cátedras y documentos académicos, complejos y complicados, su estudio sería una difícil tarea en la que muchos desistirían, sino fuera por la necesidad.

Sin embargo, como se entiende y aprende mejor jugando, nada mejor que una buena y entretenida novela en la que tan serios temas se convierten en la materia de una trama de aventuras intelectuales en las que cinco personajes, creados a partir de personajes reales de la historia de la filosofía y las ciencias, se reúnen para discutir el asunto más trascendente en el que se inspira todo el desarrollo informático: la inteligencia artificial.

¿Puede una máquina pensar o simplemente procesar información? ¿Es el cerebro meramente una máquina procesadora de símbolos, como insinúa Turing? ¿Es posible que no exista, como propone Wittgenstein, pensamiento sin lenguaje, ni lenguaje sin la interacción de los seres humanos?

El Quinteto de Cambridge, de John L. Casti, es una aventura, pero esta vez en el territorio de las ideas que dieron origen al desarrollo de la informática.

La trama de esta novela como la presenta el editor:

Imagine una tormentosa noche de verano en la que el novelista, físico y asesor científico C. P. Snow (el inglés Charles Percy Snow (1905-1980), autor de una serie de once novelas en las que analiza la vida inglesa y en las que implica a científicos, académicos, políticos y funcionarios públicos reales), invita a cuatro de las mentes más notables de la época a una suntuosa cena en sus habitaciones del Christ’s College para discutir uno de los temas científicos más novedosos del momento:

¿Es posible construir una máquina que pueda reproducir los procesos cognitivos humanos?

Los distinguidos invitados de Snow son el físico cuántico Erwin Schrödinger, el filósofo Ludwing Wittgenstein, el genetista John Burdon Sanderson Haldane y el matemático Alan Turing.

La discusión del quinteto anticipa todas las cuestiones básicas que se han planteado en torno a la inteligencia artificial durante los más de cincuenta años que han transcurrido desde entonces.

Con la precisión, sutileza y brillantez narrativa, John L. Casti recrea un momento único y emocionante en la gran historia de las ideas científicas y reconstruye lo que cada uno de estos grandes hombres podría haber dicho si realmente se hubieran reunido a cenar esa noche.

Para llamar la atención: una adecuada comprensión e interpretación de las ideas originales y su desarrollo, son el fundamento para la comprensión del futuro de la ciencia y la tecnología, así como para la formulación de las ideas y el desarrollo de los productos que determinaran la existencia de la humanidad.

Es una lectura para jóvenes más avanzados en sus estudios científicos y tecnológicos.

LITERATURA Y CRIPTOGRAFÍA

Y, haciéndome eco en el comentario y novela anterior, en eso de estimular la imaginación de los futuros científicos y creadores informáticos, presento la novela Criptonomicón, de Neal Stephenson, publicada en español en tres tomos:

Criptonomicón

Tomo uno: El Código Enigma

Tomo dos: El Código Pontifex

Tomo tres: El Código Aretusa

Autor: Neal Stephenson

Byblos, Barcelona

Esta si que es una lectura para aquellos muchachos que se están iniciando en sus estudios medios, pues, además de la interesante historia del desarrollo de la informática en los últimos sesenta años, narra deliciosamente un par de tramas simultáneas, aunque de dos tiempos históricos distantes entre sí, sobre las aventuras de dos grupos de personajes que se enfrentan a los mayores retos, las intrigas más sorprendentes y las aventuras más espectaculares, mientras descubren los conocimientos y tecnologías a partir de las cuales se desarrollarán la cibernética y la informática de hoy.

Los dos tiempos históricos son:

El primero: la II Guerra Mundial, tiempo durante el cual y dadas las urgencias bélicas de los países en conflicto, estos concentraron todos sus esfuerzos en desarrollar ciencias, tecnologías y técnicas aplicadas a derrotar a sus enemigos, tal el caso de encriptación y decodificación de los mensajes militares.

De ahí que del afán por codificar y cifrar, al igual que descodificar y descifrar, esos mensajes, así como la información de inteligencia sobre el enemigo, fue el punto de partida para que se produjera un extraordinario desarrollo en las ciencias, tecnologías y técnicas de las comunicaciones y la información, hasta el punto de que, una vez terminada la guerra, se crearan y utilizaran los primeros grandes computadores y se iniciara un proceso vertiginoso que llevó de los transistores a los superpoderosos microcircuitos y a los demás elementos que hacen parte de los aparatos que hoy se usan.

En ese primer tiempo y con ese tema, Criptonomicón narra la historia de cuatro personajes, entre ficticios y reales, tal el caso de los matemáticos, el inglés Alan Turing, personaje real, el estadounidense Lawrence Pritchard Waterhouse y el alemán Rudolf von Hacklheber, y el soldado estadounidense, Bobby Shaftoe, personajes ficticios, con quienes se cuenta cómo se desarrolló la primitiva informática y se crearon los fabulosos algoritmos de codificación criptográfica, los mismos que hoy son el alma del software que hace funcionar las más increíbles aplicaciones computacionales.

El segundo tiempo, finales del siglo XX, cuando otro grupo de personajes, entre ellos Randy y Amy, nietos de Lawrence Pritchard Waterhouse y Bobby Shaftoe, respectivamente, se embarcan en la aventura de crear un paraíso de datos y el mayor exponente de la libertad informática: La Cripta.

En esta aventura se encuentran con las herencias históricas de sus abuelos que los llevarán a descubrir el gran tesoro que los alemanes y los japoneses escondieron en la II Guerra Mundial, pero que, para llegar a él, tendrán que derrotar todas las intrigas y obstáculos, oficiales y privados, al tiempo que muestran las guerras que luchan todos aquellos que de una manera u otra han contribuido al asombroso desarrollo de las ciencias informáticas y que han hecho ricos y famosos a los cripto-hackers, ciber y cipher-punks, que hoy conocemos por la ciberfarándula.

Una larga y apasionante novela que, al tiempo que entretiene, estimula la imaginación del lector hacia el desarrollo de su propio entusiasmo por el conocimiento científico.

En fin, una novela mejor que ese otro Código que se convirtió en best-seller y que poco más aporta a la historia de la humanidad.

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