Sueño
de una noche de verano
Lecturas
lúdicas a Shakespeare-1
De
Séneca a Bruno,
de
Bruno a Shakespeare
Por
Iván Rodrigo García Palacios
Séneca
influyó en Bruno y Bruno en Shakespear. Ese asunto de las
influencias … los maestros, esas elecciones afectivas.
En
estos días que he estado leyendo sobre las comedias de Shakespeare y
sus conexiones con la obra de teatro y los diálogos italianos de
Giordano Bruno, tuve la necesidad de indagar en la Internet sobre el
asunto y, ya que estaba ahí, no resistí la tentación de
entretenerme un rato con un "juego de biblioteca virtual" y
así aprovechar y buscar algunos libros digitalizados que me
interesaban. Uno de ellos fue: Los heroicos furores, de Giordano
Bruno, del que apenas existe un par de traducciones al español y ya
fuera del mercado.
Sin
embargo, no todo fue tiempo perdido en la búsqueda, porque me
apareció un artículo de José Carlos Fernández, sobre El Amor en
la obra de Shakespeare que me llamó la atención, puesto que, por
allá en julio y agosto de 2005 (LECTOR LUDI-20 y 21) 1,
había comentado la hipótesis descabellada de la influencia que
Giordano Bruno, junto con la cultura latina y renacentista, habían
ejercido sobre la cultura inglesa del período isabelino y en
especial sobre William Shakespeare, sin que en ese momento supiera de
dónde había emergido semejante idea. Hipótesis descabellada que
posteriormente revisé y complementé en mi libro: LECTOR LUDI.
Manual de iniciación a la alquimia de la lectura 2.
Así
que leí el texto de José Carlos Fernández y me encontré con el
siguiente párrafo:
"El personaje principal de esta
obra (Trabajos o Penas de Amor Perdidos) es Berowne, ardiente,
apasionado, de enorme penetración, lucidez mental, ingenio y gracia
en la expresión. Frances Yates insiste en que el modelo de este
personaje teatral es Giordano Bruno; (véase la similitud de
nombres), quien precisamente, y en Inglaterra, en los mismos años,
escribió Los Heroicos Furores, que es un tratado del amor heroico y
místico. Giordano Bruno y el autor de las obras de Shakespeare
habrían coincidido en la corte de Isabel y la impresión que causara
el filósofo italiano en el dramaturgo inglés debió de ser profunda
e indeleble" 3.
Y
se hizo la luz en mi memoria. Recordé que hacía muchos años había
leído el libro de Frances A. Yates, Giordano Bruno y la tradición
hermética 4,
pero no me acordaba de la conexión que ella hacia entre Bruno y
Shakespeare.
Así
que salté del "juego de biblioteca virtual" al "juego
con mi vieja biblioteca" y busqué el libro de Frances A. Yates.
Claro, ella asociaba las obras de Giordano Bruno: Los heroicos
furores y Spaccio della bestia trionfante, con la comedia,
Trabajos o Penas de Amor Perdidos, de Shakespeare:
"Estas imágenes de alabanza al
amor (se refiere a los versos en IV, 3, citados previamente) son
pronunciadas por el homónimo de Giordano Bruno, Berowne, en la
comedia de Shakespeare Trabajos o Penas de amor perdidos. Una larga
serie de autores, entre ellos yo misma, han sostenido que el
personaje de Berowne es un eco de la estancia de Bruno en Inglaterra,
pero ninguno de nosotros ha sabido qué buscar en tal comedia al no
comprender en absoluto sobre qué tema podría estar hablando Bruno.
Ahora me parece absolutamente claro que el discurso de Berowne sobre
el amor hace referencia muy concreta al Spaccio della bestia
trionfante, donde todos los dioses, en una de las constelaciones, se
deshacen en alabanzas al amor. Por otra parte, el hecho de que la
comedia se halle ambientada en una corte francesa -la del rey de
Navarra-, donde Berowne es el adalid de poetas y amantes, parece ser
un hecho bastante significativo, por cuanto relaciona a Berowne-Bruno
con el mensaje proveniente de la corte francesa y con la atmósfera
europea de "esperanzada expectativa" ante el posible
advenimiento de Enrique de Navarra al poder" 5.
Frances
A. Yates hace también la conexión de los spiritus mágicos
de Ficino con El Mercader de Venecia (V, 1), de Shakespeare, pero ese
es otro asunto que tiene que ver con la presencia renacentista en la
época isabelina, asunto para el cual, ahora, no es el momento ni el
lugar.
Así
que ese había sido el génesis de mi hipótesis descabellada de
julio y agosto de 2005. Pero, ya que había empezado este "juego
de biblioteca", tenía que continuar.
Así
que pasé a los libros del experto bruniano, Miguel Ángel Granada y
del experto en Shakespeare, Harold Bloom, pues, como se me
presentaban las cosas, el influjo que Bruno ejerció sobre
Shakespeare es mucho mayor y más profundo que el inferido por
Frances A. Yates sobre Trabajos o Penas de Amor Perdidos. A lo que
habría que añadir, como más adelante muestro, las conexiones que
otro estudioso italiano establece con Antonio y Cleopatra.
Miguel
Ángel Granada reconoce que la conexión existe y aporta otros
elementos bien interesantes que remontan al pasado esta cadena
genético-literaria de conexiones y correspondencias, tal el caso de
la relación de Bruno con Séneca que muestro a continuación al
transcribir las citas correspondientes, porque la relación de Bruno
con Séneca, documentada por Miguel Ángel Granada, es la que, al
mismo tiempo que conecta la obra de ambos y la de ellos, con
Shakespeare. No hay que olvidar que Séneca también escribió un
grupo de notables tragedias, ¿algo así como un “Maestro” para
Shakespeare?
Esto
es lo que dice Miguel Ángel Granada:
"La presencia de Séneca, más
allá de la del estoicismo en general, en la obra de Giordano Bruno
es de sobras conocido. En primer lugar tenemos la cita frecuente en
los diálogos italianos de pasajes de las tragedias, por lo general
sin indicación del nombre del autor latino. Es el caso, por ejemplo,
de los versos de Medea citados en La cena de las cenizas, en el lugar
importantísimo de la transición del elogio de Copérnico al elogio
de Bruno mismo. La cena recurre también a una cita anónima del
Oedipus para ilustrar mediante la relación entre Manto y su
padre Tiresias la compleja relación entre Copérnico y Bruno.
Finalmente, en Los heroicos furores el "trágico poeta" es
de nuevo aducido, en cita de Fedra, versos 279-282 y 293, para
ilustrar la furia del fuego amoroso" 6.
En
el resto del ensayo, Miguel Ángel Granada muestra de manera
detallada los diversos textos que Giordano Bruno toma de las obras de
Séneca y en especial de sus Epístolas, las que Bruno incluye en
algunas de sus obras. Pero, si bien, este es un asunto importante y
se relaciona con lo que estoy mostrando, si requiere ser tratado en
otro lugar y oportunidad.
Así
que para concentrarme en la conexión Bruno-Shakespeare, transcribo
la siguiente cita, en la que Miguel Ángel Granada la establece y la
documenta:
"Que Shakespeare presente en
Love's Labour's Lost, pieza en la que se ha señalado la
presencia de tantos motivos brunianos e incluso de Bruno mismo a
través del personaje de Berowne, a una princesa (con muchos rasgos
de Isabel I) oficiando la caza-sacrificio de un ciervo cuya sangre
-de origen celeste- es esparcida sobre la tierra, procurando a la
celebrante "gloria" y "honor" (*), más allá de
la aversión que le produce, es quizás algo más que una casualidad
y acaso abone la tesis de un alineamiento bruniano con las posiciones
anglicanas que teorizaría en el siglo siguiente Hobbes en su
Leviatán" 7.
(*) A continuación transcribo el pie de
página que Miguel Ángel Granada incluye en la cita anterior:
"William
Shakespeare, Love's Labour's Lost, IV, 1, 20-35; IV, 2, 1-7.
Desarrollamos sugerencias comunicadas epistolarmente por
Gilberto Sacerdoti, autor de un importante libro sobre la relación
de Bruno-Shakespeare, Nuovo cielo, nueva terra. La rivelazione
copernicana di "Antonio e Cleopatra" di Shakespeare, Il
Mulino, Bolonia 1990. Para nuevos trabajos de Sacerdoti sobre el tema
véase: "Cosa significa questo? Sopra uno "strano trucco"
shakespereano in Antonio e Cleopatra", Intersezioni XII (1992),
pp. 35-62; "T re re, Erode di Giudea e un bambino",
Intersezioni, XIV (1994), pp. 171-2009. Pero véase ahora sobre la
cuestión G. Sacerdoti, "Caccia al cervo e potestas
ecclesiastica in "Pene d'amore perdute", Intersezioni
(1997), pp. 229-249 8.
Por
el contrario, los expertos shakesperianos de lengua inglesa han sido
renuentes a considerar la conexión Bruno-Shakespeare. Es lo que
sucede con Harold Bloom, quien ni tiene en cuenta esa conexión
Bruno-Shakespeare ni menciona la propuesta de Frances A. Yates. Sin
embargo, al leer su análisis de Trabajos o Penas de Amor Perdidos 9,
se puede inferir la evidente pero tácita presencia de Giordano Bruno
en esa obra, especialmente de Los heroicos furores, de la misma forma
como reconoce lo que Trabajos o Penas de Amor Perdidos significó
para la obra posterior de Shakespeare. Es evidente el interés que
manifiesta Harold Bloom por el estoicismo y por Maquiavelo en
Shakespeare, procedente, por supuesto, de Bruno y de la cultura
latina y renacentista:
"C. L. Barber llamó Penas de
amor perdidas "un comienzo impresionantemente fresco, una
ruptura más completa con lo que [Shakespeare] había estado haciendo
antes" que cualquiera otra parte de su carrera excepto la
transición de las tragedias a las últimas historias caballerescas.
El descubrimiento de que sus recursos verbales eran ilimitados
alimentó a Shakespeare para un crescendo lírico de 1595-1597
que incluye Ricardo III, Romeo y Julieta, Sueño de una noche de
verano y el sorprendente acto V de El Mercader de Venecia. En cuanto
a mí, yo interpretaría este movimiento hacia el drama lírico como
parte de la final emancipación de Shakespeare respecto de Marlowe,
puesto que fue seguido por el gran acto de capacitación que fue la
creación de Falstaff, el anti-Maquiavelo y por ende anti-Marlowe"
10.
Estoy
seguro de que si Harold Bloom hubiera explorado la conexión
Bruno-Shakespeare, se había encontrado con más de una sorpresa y
algunos buenos enfoques para el análisis de las obras que le
siguieron a Trabajos o Penas de Amor Perdidos.
Porque,
no me queda duda, que Shakespeare, por una parte, o conoció a
Giordano Bruno y sus obras o supo por buena fuente de su estancia en
Londres entre 1584 y 1586, y, por la otra, que leyó algunas de las
obras de Bruno, en especial la comedia Il Candelaio, la que
Bruno había escrito en Francia en 1582, antes de viajar a
Inglaterra, así como los diálogos italianos escritos publicados en
Londres, con particular énfasis, como se dijo antes, Los heroicos
furores y Spaccio della bestia trionfante como
lo resalta Frances A. Yates.
Porque,
si se hace una juiciosa lectura comparada de Trabajos o Penas de Amor
Perdidos con Il Candelaio, Los heroicos furores y Spaccio
della bestia trionfante, se podrá notar que las conexiones entre
ellas son más que meras coincidencias. De eso hablaré en una
próxima lectura lúdica a Shakespeare.
Bien
se sabe que Shakespeare era buen conocedor de la historia y la
literatura griega y romana, así como de la literatura latina y
renacentista y que en sus obras manifiesta una especial predilección
por sus personajes, al igual que por algunos lugares de Italia. Sin
embargo, es en Trabajos o Penas de Amor Perdidos en donde, además de
las transformaciones anotadas por los expertos en Shakespeare, se
pueden notar otras que, si bien pueden estar relacionadas con Bruno y
sus diálogos ingleses y con Los heroicos furores y con Spaccio
della bestia trionfante y con Il Candelaio, también
pueden responder a la corriente de pensamiento que Bruno encarnaba y
que se extendía por Europa, muy notoriamente en los países
nórdicos, la cual proponía una postura subversiva frente a la
dictadura radical y fundamentalista de la Iglesia Católica Romana
sobre los asuntos científicos, sociales, políticos, etc. Los
intelectuales europeos proponían una nueva visión del Ser humanos,
del ejercicio de la filosofía y del papel del filósofo, así como
del conocimiento científico a partir de las ideas copernicanas que
el mismo Bruno defendía, discutía y divulgaba. Y, por supuesto, no
se debe olvidar que Giordano Bruno fue un “enviado especial” y un
protegido del monarca Francés, quien estaba interesado en un
entendimiento con la monarquía inglesa. Es significativo entonces el
que Trabajos o Penas de Amor Perdidos, se desarrollen en la corte
francesa del rey de Navarra y que la protagonista sea la Princesa de
Francia.
También
es de anotar que, en Trabajos o Penas de Amor Perdidos, además de la
relación Bruno-Berowne, se destaque el tratamiento que Shakespeare
le da a los personajes femeninos y a ese personaje hermético que es
Amor, el cual parecieran encarnar esa corriente hermética en la cual
la Dama, Amor, Eros, representaban la guía de acceso a la Sabiduría,
a lo que habría que agregar el espíritu subversivo de
Bruno-Berowne.
O,
como ya sugirió Miguel Ángel Granada, La Dama que en Los heroicos
furores también puede referirse a Isabel I como la elegida para
esparcir esa revolución por la anquilosada Europa. No hay que
olvidar que las relaciones de los ingleses con el catolicismo romano
no eran las mejores, pero esa es otra historia que también influye
en Shakespeare, en el teatro isabelino y en general en la política y
la cultura inglesa como en la europea.
En
fin, eran aquellos tiempos en los que se desarrolló un bello
lenguaje hermético y alegórico con los cuales poder escribir y
hablar de aquellos asuntos que no se ajustaban a las disposiciones
del "recto pensar", hoy se dice, “políticamente
correcto”, cuyas transgresiones eran castigadas con la hoguera y de
la que Giordano Bruno, junto a tantos otros, fue su víctima
expiatoria en Campo dei Fiori el 17 de febrero del año 1600.
Notas
1
Publicado en el Blog: http://lectorludi.blogspot.com/, Medellín,
agosto de 2005.
2
Iván Rodrigo García Palacios, LECTOR LUDI. Manual de iniciación a
la alquimia de la lectura, Séptima parte: Hipótesis descabelladas
sobre genética literaria en Fernando González.
3
José Carlos Fernández, El Amor en la obra de Shakespeare, www,
nueva-acropolis.org.ar/El-Amor-en-la-obra-de-Shakespe.
4
Frances A. Yates, Giordano Bruno y la tradición hermética, Ariel
Filosofía, Barcelona, 1983.
5
Frances A. Yates, Giordano Bruno y la tradición hermética, Ariel
Filosofía, Barcelona, 1983, pp. 408.
6
Miguel Ángel Granada, La reivindicación de la filosofía de
Giordano Bruno, Apéndice 2: "Quel che viviamo é un punto...".
Nota sobre el uso de Séneca por Giordano Bruno en De Gli Eroici
Furori", Herder, Barcelona, 2005, p. 259.
7
Miguel Ángel Granada, Giordano Bruno. Un universo infinito, unión
con Dios, perfección del hombre, Segunda parte, capítulo 4:
"Maquiavelo y Bruno: religión civil y crítica del
cristianismo", Herder, Barcelona, 2002, p.p. 195-196.
8
Miguel Ángel Granada, Giordano Bruno. Un universo infinito, unión
con Dios, perfección del hombre..., p. 196.
9
Harold Bloom, Shakespeare. La invención de lo humano, Grupo
Editorial Norma, Bogotá, 2001, p.p. 149 a 176.
10
Harold Bloom, Shakespeare. La invención de lo humano..., p. 163.
1 comentario:
Querido Ivancho: si todos bebemos en la misma fuente- es decir, en la vida y en la muerte- lo menos que puede darse es la influencia mutua. Por eso el prurito de la " originalidad" no pasa de ser una de las formas de la soberbia.
Si un poema , una canción, una novela nos dicen cosas es porque pertenecen a la humanidad entera
En medio de ese bosque frondoso Shaskepeare nos sobrepasa a todos, no solo por la profundidad de sus raíces, sino porque sus infinitas raícillas se confunden con los vasos nutrientes de nuestras pequeñas vidas.
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