15 de abril de 2007

LECTOR LUDI-ALQUIMIA DE LA LECTURA-Definiciones

Capítulo 2

Definiciones y lectura

Leer y escribir
Lectura y escritura


Verdades de Pero Grullo:

1- No es lo mismo saber leer y escribir que ser lector y escritor.

2- Leer y escribir son funciones que utilizan la mecánica y el automatismo del cerebro.

3- Lectura y escritura son actividades de la mente.

4- Leer y escribir, es procesamiento de información.

5- Lectura y escritura, es creación de conocimiento.

6- Como órgano fisiológico, el cerebro es puramente funcional.

7- La mente... es mucho más. Es lo que, en principio, se es.

8- Función y actividad, son conceptos con significados, explicaciones y aplicaciones, diferentes en las ciencias, las filosofías y las psicologías.

9- La lectura es el umbral hacia el universo de la diversidad, de las posibilidades.

DEFINICIONES


Como consecuencia de esas verdades de Pero Grullo, puedo afirmar que las pedagogías y didácticas que pretenden enseñar a leer y escribir, así como la enseñanza de la lectura y la escritura, más que aclarar, se confunden en los términos y sólo logran borrar con el codo lo que escriben con la mano.


Cuando se presiona y se fuerza el aprendizaje funcional y la mecánica que establece la automatización de la acción, el resultado que se alcanza del aprendiz, es el de que este repita tal acción sin sentido ni contenido. Se aprende a leer y a escribir correctamente, pero sólo con una estética carente de espíritu.


La lectura y la escritura, como actividades mentales que son, si bien se apoyan en las funciones cerebrales de leer y escribir, implican, además, la totalidad de la actividad cerebral y mental: percibir, pensar, imaginar, asociar, memoria, sensación, simbolizar, emoción, ánimo, expresión, etc. Y, de allí, al espíritu, como se expondrá en el próximo capítulo.


Saber leer y escribir, son la repetición correcta y adecuada de unas funciones previamente establecidas, tanto en su funcionamiento como en su objetivo.


Lectura y escritura, son la comprensión del sentido y contenido de una actividad cuya dinámica se inicia con el leer y el escribir, y cuya finalidad es la creación de conocimiento... en un horizonte sin fin.

Conocimiento que es algo que es siempre nuevo. Novedad que, una vez, experimentada, probada y verificada, se convierte en información. Información que se acumula, se preserva y se maneja para continuar creando nuevo conocimiento.


MECÁNICA Y CONOCIMIENTO


En estas condiciones, es posible, entonces, establecer con precisión, procesos, normas, procedimientos, objetivos y evaluaciones, para la ejecución de las funciones de leer y de escribir, de similar forma como se establecerían para el funcionamiento de una máquina o para la ejecución de un acto o serie de acciones como el de ensamblar un objeto o desarrollar una rutina de ejercicios corporales.


De la misma forma que bien pudieran también aplicarse a ejecutar ejercicios de matemáticas, de física, de química, o de otras áreas del conocimiento: repetición de resultados pero, nunca, creación de conocimientos.


Como puede verse, en nada de la mecánica descrita en el párrafo anterior, o en similares que se le parezcan, parece existir la intención de generar conocimiento.


Es sólo obligar a la memorización, acumulación y manejo de información ya existente, por medio de la cual se podrá saber del funcionamiento y aplicaciones de una fórmula matemática, o saber el significado de las palabras con las que está escrito un poema, así como repetirlos cada que se ocurra, pero se desconocerá su sentido, su contenido, su finalidad y, todavía más importante, será imposible explicar la razón de su existencia y el misterio de su belleza.


El conocimiento comienza cuando por medio de la información existente se revela, deduce, descubre y explica algo que era desconocido hasta ese momento pero que, a partir de allí, vuelve a convertirse en información. Es por eso que el conocimiento es acumulable y reutilizable.


En fin, el conocimiento forma parte de una inmensa historia de reflexión, investigación y documentación, al igual que existen infinidad de teorías y propuestas sobre su naturaleza y su aprendizaje, de las cuales no me voy a ocupara ahora.


La razón de haber convocado aquí al conocimiento, ha sido sólo para utilizar su prestigio y el tamaño de sus antecedentes y comparar la importancia y tratamiento privilegiado que se da a su desarrollo y aprendizaje, sin que se reconozca, por su parte, el papel fundamental que, para su existencia y expansión, significa el desarrollo y aprendizaje adecuado del leer y el escribir, pero mucho más, el de la lectura y de la escritura.


Y, por supuesto, para poder afirmar que al conocimiento se accede por la lectura.


Y que, un buen conocedor es también un buen lector y un buen creador.


EL CONOCIMIENTO DE LA LECTURA


Como el asunto que me interesa es el de la lectura, ahora me referiré sólo a ella y a partir de las definiciones que ya le he dado:


Lectura es la comprensión del sentido y contenido, de la naturaleza de una actividad cuya dinámica se inicia con el leer, y cuya finalidad es el conocimiento... en un horizonte sin fin.


Sólo la lectura ha sido el punto de origen y de la realización de los sueños y pesadillas de los Homo-Humanos... desde el principio y hasta el fin.


Y, aun cuando, la lectura es una, son variadas las formas, los medios y las técnicas.


LA LECTURA NATURAL


La primera es la LECTURA NATURAL, esa lectura con la cual se lee la realidad: a los otros y a todo lo existente en el universo. Es la lectura que existe desde antes que existieran los lenguajes y las escrituras, la misma lectura que es un atributo propio del Ser humanos y por medio de la cual se trata de comprender y vencer las dificultades de la supervivencia y de la adaptación.


La LECTURA NATURAL es una lectura sensorial, en ella intervienen todos los sentidos y la información se percibe y procesa con el cerebro, la mente y todo el cuerpo. En esta lectura, cada uno de los sentidos lee o percibe los elementos del mundo exterior o de la realidad que le corresponden para que, luego el cerebro y la mente, procesen la integración de cada información y se produzca la lectura total. Es la lectura a partir de la cual se analiza lo leído y se genera nuevo conocimiento.


Para usar, quizás, el ejemplo más complejo y completo. Cuando se establece contacto con otra persona, de inmediato se le hacen lecturas simultáneas y en varios niveles, intensidad y profundidad, en todos los sentidos.


Se leen con la mirada sus rasgos y gestos; se escucha su voz; se olfatean sus olores. Y, si se acepta mayor intimidad, se palpa su piel y hasta se saborean sus besos.


Al procesar lo que cada sentido lee, el cerebro y la mente integran los datos y los someten al análisis que involucra, como ya lo había dicho antes, todas las funciones y actividades mentales: percibir, pensar, imaginar, asociar, memoria, sensación, simbolizar, emoción, ánimo, expresión, etc. Y, así finalmente, formarse o ampliar el conocimiento.


Este es el proceso que se realiza permanentemente por sola la condición de estar en el mundo y cuya dinámica se amplia en una espiral expansiva que, a su vez, se corrige, complementa y expande, en la medida que los procesos de la conciencia analizan y transforman la información nueva asociándola con la información acumulada en las memorias, generando y perfeccionando, constantemente, nuevo conocimiento.


Se puede afirmar entonces que la LECTURA NATURAL es uno de los pilares de la sabiduría.


LECTURA VISUAL / SIMBÓLICA


La segunda lectura, la LECTURA VISUAL / SIMBÓLICA, es aquella que resulta a partir de leer signos, símbolos y códigos con significados predeterminados, cuya articulación esta regida por las reglas de un sistema establecido y universal. Es la lectura que se realiza en los lenguajes y códigos preestablecidos, es decir, con su propia gramática, semántica, sintaxis, ortografía, etc.


Lenguajes y códigos que el mismo Homo-Humano inventa y desarrolla, tanto para comunicarse como para acumular información y conocimiento y para la realización de diversas funciones y actividades.


Por ejemplo, los idiomas, los lenguajes de computador, los códigos matemáticos, los códigos secretos o cualquier tipo de código que se pueda utilizar para organizar, preservar y procesar, información.


En este caso, el punto clave es convertir los signos, símbolos o códigos que se leen en lectura. Primero, en LECTURA NATURAL y, segundo, en pensamiento, en el más amplio sentido de este término. Algo así como el sentido platónico:


"Los verdaderos filósofos son los que aman contemplar la verdad".

Platón, La República.


Y, para complementar lo anterior, agrego lo que significaba para los griegos "contemplar", tal y como lo explica Giovanni Reale:


"El ejemplo más importante está en su uso de la palabra griega para "visión" o "contemplación" (theoria), que, por supuesto, se ha convertido, con toda facilidad, en nuestra palabra "teoría", por la que denotamos un nivel de discurso totalmente abstracto, pero que Platón utiliza para sugerir la "contemplación" de realidades que, una vez alcanzadas, están ahí para ser vistas" (1).


Ahora bien, cualquier ejemplo que se utilice para mostrar cómo funciona la lectura visual o teórica, es válido para cualquier signo o combinación de signos con los que se forme una palabra.


Tal sería el caso de la palabra "mamá", más cercano a los sentimientos y emociones que a un simple concepto de diccionario.


El ojo y el oído discriminan los signos escritos y sonoros y el cerebro y la mente los procesan y transforman la palabra en lectura. Mecánicamente sabemos, por los conceptos del diccionario, que "mamá", también, es "madre": la mujer que ha concebido un hijo. Y, a partir de este momento, la mente realiza y asocia, con todas sus áreas, la lectura. Lectura que funciona así:


La emoción se asocia con la imagen y recuerdos de la propia madre, así como, también, con los paradigmas ideológicos que se han establecido para la madre y la maternidad. La memoria consulta la filología, la etimología y la historia de la palabra, así como la memoria de las experiencias íntimas. La imaginación crea una imagen visual o sensorial. La razón puede explorar aspectos desconocidos y mostrar una nueva realidad. O, la imaginación emocional proyectar los deseos o ideales. Y, nuevamente, se es presa de la emoción que ya es más que simple palabra.


En fin, la mente integra todas las partes y crea un nuevo significado más amplio y profundo, el mismo que se va expandiendo a medida que cada palabra se relaciona o conecta con otras. Así se crea el conocimiento.


Lo que sigue, es la posibilidad de expresarlo, compartirlo con otros y aportarlo a la memoria del conocimiento y la información de la humanidad.


LECTURA VIRTUAL


Los desarrollos de la ciencia y la tecnología han ido creando, en los últimos años y se anticipan aún mayores logros en el inmediato futuro, una nueva forma de ver, leer y comprender al universo y a nosotros mismos que desborda, en un corto período, las capacidades que se habían ido desarrollando para ello y, casi, sin dar casi tiempo a una adaptación evolutiva.


Se ha generado una cibernética que, habiendo desbordado su definición original, exige la utilización plena de todos los sentidos para ver, leer y procesar la información, al mismo tiempo que incrementa, aceleradamente, el suministro, procesamiento, simultaneidad y respuesta a esa información.


Se ha creado la realidad virtual tecnológica y ese nuevo ámbito, virtual, demanda nuevas aptitudes y habilidades cerebrales, mentales y corporales para responder y adaptarse a esas nuevas condiciones en todos los niveles y ámbitos.


Quizás la actividad humana que ha sufrido el mayor impacto con el advenimiento de esta era virtual es la de la lectura que ha tenido que pasar de ser, la solitaria y lenta lectura de signos, lenguajes y códigos, inmóviles e impresos en papel, para tener que adaptarse a la sobresaturación acelerada y virtualmente multitudinaria, ya no sólo de signos, lenguajes y códigos impresos en la virtualidad de una pantalla, sino también, a la suma casi caótica de imágenes y sonidos, todo lo cual debe ser leído en fracciones de segundo.


Este nuevo ámbito del leer y de la lectura es en el que ahora nacen y se desarrollan los nuevos Homo-Humanos, un mundo en vertiginosa transición y lenta evolución.


Las últimas generaciones, al ser ellos mismos las víctimas directas y los generadores de esas nuevas circunstancias y condiciones, se han tenido que adaptar a ellas. Pero también, ellos mismos, han tenido que ir generando los mecanismos con los cuales enfrentarlas.


Ha sido necesario que se vayan creando nuevas aptitudes y habilidades de leer y escribir, de lectura y escritura que, como las circunstancias que las generan, también están en transición y evolución... casi sin la pausa suficiente para que una forma, modo y manera se consolide, antes de obsoletizarse, para dar paso a lo siguiente y, así sucesivamente.


Esta nueva forma de lectura, por supuesto, se soporta, por el momento, en las formas de lectura anteriores, sólo que modificando, por una parte, la velocidad de percepción y proceso y, por la otra, comprimiendo los signos, lenguajes y códigos, para acelerar la interpretación y la respuesta.


LOS MEDIOS Y EL CRITERIO


Creada la necesidad, creado el órgano. A partir de la plasticidad y flexibilidad del cerebro y la mente y de la necesidad de adaptarse a las nuevas condiciones creadas por la ciencia y la tecnología, los Homo-Humanos de las últimas generaciones, inmersos en esos nuevos ámbitos virtuales, ya están presentando las primeras respuestas adaptativas, sólo que, como se está en un período de transición, apenas si se están dando los primeros pasos para su identificación, comprensión, definición y manejo.


Por esas razones, no se puede juzgar con paradigmas obsoletos a estas nuevas generaciones, porque, si bien, están cambiando los viejos modelos, los fundamentos del Ser humanos, permanecen. Los nuevos Homo-Humanos-Virtuales, siguen siendo Homo-Humanos, pero diferentes.


Por ejemplo y como crítica radical, lo que ahora llama hiperactividad o déficit de atención, no es ni una patología ni una anormalidad, es, simplemente, un mecanismo de adaptación evolutiva, biológica y cultural, al vértigo de las nuevas realidades y circunstancias.


Aceptando que lo que distingue al Homo-Humano de las máquinas es su conciencia y que, en principio, esta se maneja y se manifiesta como atributo exclusivo de la racionalidad y la emocionalidad, en las cuales intervienen los demás elementos y atributos de cerebro y mente, es entonces posible fijar un punto de partida para la reflexión sobre la lectura que comprenda esta nueva lectura virtual.


Y, lo virtual de las nuevas realidades y actividades, debe ser analizado y estudiado dentro de su propia naturaleza, pero sin perder el rastro ni la guía.


En primer lugar, lo que ha cambiado son los medios: las formas de producción y los objetos en el que se soporta, maneja y conserva la información.


Una breve comparación permite visualizar la naturaleza de los cambios de los recursos y medios y de la adaptación que a ellos ha tenido que realizar la mente.


Antes de la escritura, esos medios eran la memoria y la repetición oral. Luego, fueron los medios que soportaban los signos escritos, hasta el desarrollo de la imprenta que, entre otras de sus características, amplia la capacidad de conservación y acumulación de información y expande su posibilidad de divulgación y acceso.


Si se mira bien, estos últimos, escritura e impresión, sobre los que se desarrolló la cultura y civilización moderna, eran medios estáticos y lentos a los cuales la mente se adaptó.


Ahora bien, entre otros, los cambios más importantes que los nuevos medios han introducido, son el incremento exponencial de la potencia de los medios anteriores, pero, más significativo todavía, están acelerando, hasta niveles increíbles, la velocidad y la capacidad del procesamiento y la transmisión de la información.


Cambios y transformaciones a los que cerebro y mente comienzan a adaptarse. Los Homo-Humanos de las nuevas generaciones ya se están adaptando a la velocidad y capacidad de procesamiento de los nuevos medios y, apenas, empiezan a desarrollar los medios y habilidades para responder a ellos.


Y, por supuesto, sus procesos de leer, interpretar, comprender y realizar la lectura, son ya diferentes a los de los Homo-Humanos de las generaciones anteriores.


En primer lugar y por más de tres mil años se leyeron signos estáticos a los que la mente debía agregar la dinámica de la interpretación y la comprensión. En la actualidad, se maneja, además de aquellos signos estáticos, información visual y sonora de alta movilidad, velocidad y volumen.


En segundo lugar, el procesamiento combinado y relacionado de la información que antes era ejecutado por individuos solitarios, ahora es ejecutado por máquinas a velocidades extraordinarias, imposibles de alcanzar para la mente y el cerebro humano.


En consecuencia, igual antes que ahora, la finalidad de la lectura para el Homo-Humano y para su mente, sigue siendo la misma, una condición de su supervivencia y adaptación, sólo que más poderosa.


Ese es el poder que la misma mente ha venido incrementando: el conocimiento.


Y, así como en el principio: la lectura continúa siendo el primer paso en la creación del conocimiento.


Ese conocimiento que demuestra que la realidad no es ni una ni unidimensional.


Que es un reino de las mil y una posibilidades en el cual no existen los absolutos.


NOTAS


(1) Giovanni Reale, Platón, en búsqueda de la sabiduría secreta, Herder, Barcelona, 2001 (371 p.), p. 260. En esta obra, Reale demuestra que la postura de Platón sobre la escritura, como en tantas otras cosas, no era lo que se creía.

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