LECTOR LUDI-ALQUIMIA DE
Capítulo 4
La lectura virtual
de la realidad virtual
“Surgió la luna sobre el río”.
Jorge Luis Borges, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius.
Los Homo-Humanos son lo que el medio y la cultura, etc., hacen de ellos. El medio y la cultura, etc., son lo que el Homo-Humano, hace con ellos.
Los Homo-Humanos están creando y desarrollando los medios y culturas de esas realidades virtuales que ya conviven y copulan con las viejas realidades, engendrando y gestando nuevos medios y culturas que evolucionan a velocidades vertiginosas sin precedentes en la historia de la humanidad
Estos nuevos Homo-Humanos, son como esos nuevos medios y culturas los están haciendo y ellos se adaptan con lo que hacen y harán con ellos. Y, como sus propios padres, se esforzarán por la supervivencia y la adaptación dentro de ellos.
Estos nuevos Homo-Humanos, son aprendices de brujos cuyos maestros son ya de épocas y realidades recientemente pretéritas. Maestros dueños de una antigua Sabiduría con la que crearon las nuevas realidades virtuales pero para las cuales todavía no tienen ni todas las preguntas ni todas las respuestas.
Estos nuevos Homo-Humanos de las realidades virtuales no son ni mejores ni peores, son diferentes de sus padres. Padres que están más confundidos que los hijos en esta transición, en ese cruce de caminos, porque apenas se están descubriendo y explorando el destino y las consecuencias de su creación.
Estos nuevos Homo-Humanos no son seres ni anormales ni extraños, continúan naciendo tan saludables y normales como en las mejores épocas de la humanidad.
Estos nuevos Homo-Humanos están naciendo en el nuevo mundo de las realidades virtuales, las cuales y porque todavía no han sido cartografiadas, los hace ser diferentes y por ello se les estigmatiza y reprime.
Se les acusa de ser hiperactivos o de que sufren lo que erróneamente llaman déficit de atención (otro garrafal malentendido y otro error más para la historia de la psicología). Cuando es sólo porque su vida natural está evolucionando y adaptándose al impacto de las transformaciones y al caos cultural que las ciencias han generado en su vertiginosa dinámica de progreso.
Se les castiga porque no saben leer y escribir y porque no les gusta la lectura y la escritura. Cuando es sólo porque los nuevos lenguajes y gramáticas aun no se han formalizado.
O, porque viven en otro mundo.
Por supuesto, estos nuevos Homo-Humanos ya están naciendo y existiendo en un nuevo mundo. Un nuevo mundo en el cual, los alumnos y los Maestros LECTORES LUDI, con las viejas y las nuevas Sabidurías, tendrán que contribuir, solidariamente, a descubrir, explorar y cartografiar.
Ellos serán los encargados de crear y desarrollar la nueva alquimia de
Necesario, antes de elaborar cualquier proceso y procedimientos para desatar el poder de
Es necesario comprender la naturaleza de los cambios y evoluciones que el mismo Homo-Humano y su cultura requieren para alcanzar el poder y el dominio sobre esas realidades virtuales y adquirir las capacidades por medio de las cuales leerlas, comprenderlas, crearlas y manejarlas.
Y, a partir de allí, iniciar la exploración, descubrimiento, cartografía y desarrollo de ese nuevo hábitat.
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La siguiente es una vieja historia en la que se anticipó y profetizó la utopía y el Apocalipsis de este nuevo mundo del que somos, como lo hemos sido desde siempre, confundidos inquilinos.
En los años sesenta del siglo XX, el filósofo canadiense, Herbert Marshall McLuhan (1911-1980), publicó las que, quizás, han sido las más determinantes teorías sobre la comunicación, desde entonces. Las que, por la misma simpleza de los medios de comunicación que el anticipó, fueron convertidas en íconos, en frases de cajón:
"El medio es el mensaje. El medio es el masaje".
Sin embargo, sus anticipaciones sobre el mundo de las comunicaciones que se avecinaba, fueron mucho más allá. Algunas de ellas, apocalípticas y, otras, de ciencia ficción, pero, finalmente, convertidas en aterradoras utopías.
En las más aterradoras de ellas profetizaba el Apocalipsis de la literatura y de los libros. Literatura y libros que serían suplantados por los medios electrónicos de comunicación audiovisual. Profecías que, aterradoramente, se están cumpliendo.
La una, la industria del "Best-seller" está exterminando la literatura. Al igual que la industria del "Show business" audiovisual idiotiza a las masas.
La otra, utopía ya cumplida, anticipaba el fin de los libros impresos en papel: la lectura, cada vez más ampliamente, se realiza en una nueva parafernalia electrónica de acceso inmediato, permanente y totalizante.
De esa manera, Herbert Marshall McLuhan, anticipó el advenimiento de
Ya somos desconcertados y confusos inquilinos de "la aldea global" mcluhiana.
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Veinte años antes que McLuhan profetizara su Apocalipsis mediático, ese mismo universo virtual ya había sido explorado, cartografiado y narrado, desde la literatura, por Jorge Luis Borges (1899-1986), quien, al mismo tiempo, profetizaba la desintegración de las realidades hasta entonces conocidas y familiares.
Suyo es el descubrimiento del fantástico territorio de Tlön y suyo es el cuento, la narración, que da cuenta de él:
"Esa revisión de un mundo ilusorio se llama provisionalmente Orbis Tertius" (1).
En ese Orbis Tertius, entre muchas otras cosas, Borges ya anticipaba la naturaleza de ese mundo extraño y profetizaba la aterradora realidad actual, esa que ya parece una imagen mirada en uno de esos espejos borgianos:
"Al principio se creyó que Tlön era un mero caos, una irresponsable licencia de la imaginación; ahora se sabe que es un cosmos y la íntimas leyes que lo rigen han sido formuladas, siquiera en modo provisional" (2).
Borges fue más allá, estableció las razones y el punto a través de los cuales la naturaleza de Tlön se evade del espejo e invade las realidades de los demás los mundos o ¿viceversa?:
"La geometría de Tlön comprende dos disciplinas algo distintas: la visual y la táctil. La última corresponde a la nuestra y la subordinan a la primera" (3).
Y, al final, Borges describe el aterrador y último escenario de su utopía y Apocalipsis, ese mismo que ahora, más de sesenta años después, es ya el territorio de la actual realidad virtual:
"El contacto y el hábito de Tlön han desintegrado este mundo. Encantada por su rigor, la humanidad olvida y torna a olvidar que es un rigor de ajedrecistas, no de ángeles. Ya ha penetrado en las escuelas el (conjetural), "idioma primitivo" de Tlön; ya la enseñanza de su historia armoniosa (y llena de episodios conmovedores) ha obliterado a la que presidió mi niñez; ya en las memorias un pasado ficticio ocupa el sitio de otro, del que nada sabemos con certidumbre -ni siquiera que es falso-. Han sido reformadas la numismática, la farmacología y la arqueología. Entiendo que la biología y las matemáticas aguardan también su avatar... Una dispersa dinastía de solitarios ha cambiado la faz del mundo. Su tarea prosigue" (4).
Como esta, las demás metáforas proféticas de Borges se están cumpliendo al pie de la letra: el objeto/libro, está siendo exterminado. El objeto se extingue pero la función permanece. ¿Ilusión o esperanza?
O, si no, véase lo que dice Ricardo Piglia al respecto de las metáforas borgianas:
"En ese universo saturado de libros, donde todo está escrito, sólo se puede releer, leer de otro modo. Por eso, una de las claves de ese lector inventado por Borges es la libertad en el uso de los textos, la disposición a leer según su interés y necesidad. Cierta arbitrariedad, cierta inclinación deliberada a leer mal, a leer fuera de lugar, a relacionar series imposibles. La marca de esta autonomía absoluta del lector en Borges es el efecto de ficción que produce la lectura" (5).
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Ese ámbito ya está aquí, ya se es ciudadano en Tlön: la realidad virtual ya está desintegrando o disolviendo el mundo de las realidades, ya obsoletas y anacrónicas, en las que se habitaba desde Platón.
Un nueva realidad virtual, ubicua y manipulable, a voluntad, ha sido creada...
¿Por quién?, ¿Para qué? En fin, ¿Cómo opera el poder detrás de ese aparente trono de la anarquía?
“¿Quiénes inventaron a Tlön? (6)
Se pregunta Borges.
Preguntas para preocuparse por conocer las respuestas y saber: ¿cómo y cuáles son sus consecuencias?
Consecuencias que ya se manifiestan, evidente y concretamente, en la ineluctable realidad evolutiva, biológica y cultural, de la especie.
El Homo-humano del siglo XXI ya habita en la realidad virtual que él mismo está creando y a ella tendrá que adaptarse o extinguirse. Para él, el horizonte, sigue siendo inconmensurable.
Pero, ¿cómo los Homo-Humanos del siglo XXI, están evolucionando biológica y culturalmente para adaptarse a esas nuevas y múltiples realidades virtuales?
¿Cuál será el destino de la nueva lectura? ¿Cómo es y cómo será el proceso de
Esa "dinastía de solitarios" que ha sido engendrada y ha nacido en esta realidad virtual, ya la conoce, la maneja y continúa contribuyendo a su creación constante.
Solitarios que ni desean ni quieren serlo. Solitarios que y como desde siempre ha soñado el Homo-Humano quieren habitar en los territorios de la solidaria compañía, pero a quienes la ignorancia ha condenado al aislamiento y la soledad.
Por supuesto, tendrán que ser los padres de las antiguas realidades los que deberán adaptarse a las nuevas realidades virtuales, así de estas apenas se esté empezando en la creación de los lenguajes y las gramáticas por medio de las cuales manejarlas, expresarlas y hacerlas común a los otros.
Los muchachos, hijos y padres, de las realidades virtuales, ya no son aquellos lectores lentos y pausados de la realidad de los libros, de la información limitada que se desplazaba lenta y en pequeños volúmenes, de la lectura de textos e imágenes estáticos.
El nuevo lector virtual está dentro de una realidad, casi total, que se manifiesta y afecta todo, simultáneamente y en permanente movimiento. Ya no es un lector que mira el Aleph, si no que habita dentro de él, ese territorio, único y ubicuo, en el que apenas empieza a dar sus primeros pasos.
El lector virtual se siente, ahora, tan asombrado y desconcertado como debió sentirse el originario Homo-Humano cuando, de su vida natural, emanaron su mente y su espíritu.
Y, al igual que el Homo-Humano originario, el Homo-Virtual tendrá que crear el nuevo conocimiento, aprender a transformarse y a transformar; tendrá que adaptarse y crear las nuevas herramientas, bien, a partir de las viejas o, bien, inventándolas.
Por el momento, ya se sabe que las nuevas generaciones son lectores mucho más rápidos para percibir y procesar su realidad virtual, pero apenas empiezan a desarrollar los medios para analizarla y comunicarla.
Ya están en camino los exploradores que la descubrirán y quienes dibujarán los mapas que servirán de guía a eses nuevos viajeros y a aquellos que, a cada segundo, ingresan en este nuevo y extraño mundo.
Ellos serán los nuevos Maestros LECTORES LUDI y sus alumnos, cuya misión es crear un nuevo proceso de LECTURA VIRTUAL que al igual que los anteriores, permita la exploración y descubrimiento de los misterios de
Será labor del Maestro LECTOR LUDI, comprender que sus alumnos están ahora tan asombrados, pasmados, abrumados, desconcertados y fascinados, por ese nuevo mundo de realidad virtual, como lo estuvieron sus primitivos antecesores cuando las nuevas luces que iluminaron su mente, les hizo sentir deslumbrados ante la magnitud y desmesura de
Por el momento y mientras se va comprendiendo la naturaleza de este fenómeno, el Maestro LECTOR LUDI sólo parece contar, como única herramienta, con su vieja Sabiduría, la cual le dictará los pasos que deberá seguir con mesura y prudencia.
El Maestro LECTOR LUDI ya cuenta con la experiencia que él mismo vivió en su propio proceso de iniciación a la lectura. Ya sabe que el cerebro y la mente se desarrollan mejor si van "con despacio y buena letra", o, como dice el otro refrán: "piano, piano, se va lontano".
También ya sabe, como Maestro, que el éxito de su misión depende de saber a acompañar solidariamente a su alumno, para que así, ambos, no se conviertan en náufragos solitarios en un océano desbordado.
Maestro y alumno aprenderán a conocer y a jugar juntos con estos nuevos juguetes, potentes y maravillosos, pero, también, peligrosos e incontrolables.
Deberán conocerlos. Deberán saber sacarles provecho. Deberán saber obtener los beneficios que ellos ofrecen. Y, deberán aprender a minimizar los riesgos.
Para lograr que tal proceso se realice, la condición necesaria es la unión y la compañía permanente de Maestro y alumno. Cualquier negligencia, será fatal.
Y, así, finalmente, se habrá descifrado, nuevamente, la gran clave:
El Maestro hace al alumno. El alumno hace al Maestro.
Felices sueños.
NOTAS
(1) Jorge Luis Borges, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, en Ficciones - El Aleph -El informe Brodie, Colección Ayacucho, Caracas, 1986 (264 p.), p. 14.
(2) Jorge Luis Borges, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius..., p. 12.
(3) Jorge Luis Borges, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius..., p. 9.
(4) Jorge Luis Borges, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius..., p. 16.
(5) Ricardo Piglia, El último lector, Anagrama, Barcelona, 2005 (191 p.), p. 28.
(6) Jorge Luis Borges, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius..., p. 9.